Ya os comentaron hace tiempo nuestros compañeros de Omicrono como las Selfies estaban aumentando el contagio de piojos. Pero el peligro del que os hablaremos hoy no es físico, sino psiquíatrico, ya que por lo visto la moda de las selfies está provocando un aumento del comportamiento en determinados pacientes como los que sufren trastorno dismórfico corporal (un trastorno donde los pacientes se obsesionan con los pequeños defectos corporales), los cuales sufren compulsiones por tomarse fotos repetidamente con la moda de los smartphones y las cámaras digitales.

Una moda que puede llegar a ser peligrosa

Sin ir muy lejos, como comenta el psiquiatra David Veal, existen casos extremos donde el paciente necesita terapia cognitivo conductual para reconocer su comportamiento compulsivo y moderarlo. Uno de estos casos es el de Danny Bowman, el cual llegó a pasar hasta 10 horas haciéndose selfies en un intento de llegar a la foto perfecta. Dejó de ir a clase y llegó a perder mucho peso, quedándose en casa durante seis meses y llegando a tratar de suicidarse.

Por otro lado, según la revista TIME, los psiquíatras están empezando a considerar esta compulsión por las selfies como un grave problema de salud mental. Por otro lado, existe un estudio de la Birmingham Business School que afirma que las personas que publican más selfies tienen relaciones más superficiales con la gente. Para llegar a tal conclusión pidieron a 508 usuarios de Facebook de unos 24 años de edad promedio que clasificaran lo cercanos que sentían a sus amigos, compañeros de trabajo o familiares y luego compararon sus respuestas con el número de selfies que habían publicado.

La conclusión fue que a más frecuencia de publicación de selfies o auto-fotos, sin importar el objetivo de dichas fotos, mayor disminución de la intimidad en las relaciones personales. Es decir, a mayor número de selfies, más superficialidad.

Las selfies tendrían relación con la superficialidad y el narcisismo

Según el Dr. David Houghton, autor principal del estudio de la Birminghan Business School, la gente que publica muchas selfies tendría problemas para relacionarse, y dichas publicaciones serían una forma de llamar la atención, llegando a un punto que podría ser peligroso.

Por otra parte, los psicólogos también afirman que el uso de selfies con moderación puede ser una manera de sentirse bien con uno mismo y ser creativo, como una forma de expresión en los adolescentes. Repito: Con moderación. Y siempre cabe diferenciar el tipo de selfie, como bien argumenta la psicóloga clínica Lucie Hemmen:

“Una persona segura y madura publicará selfies espontáneas y no excesivamente diseñadas y editadas, y menos a menudo. Una persona insegura publicará escenas o fotos sexualizadas, intentando llamar la atención y los comentarios de los demás”

Así pues, como veis, todo hay que hacerlo con moderación. Los excesos tienen un precio, y los casos extremos existen en todas partes.

Vía | TIME, Mercury News, Endoriot, Birmingham Business School.