Es posible imaginarse pocos momentos mas terroríficos que el que vivió el italiano Luca Parmitano el pasado 16 de Julio en plena misión para reparar y mantener la Estación Espacial Internacional (ISS). Apenas una hora después de empezar el paseo espacial, de su traje empezaron a salir grandes cantidades de agua que no solo le molestaban, sino que como él mismo declaró, empezó a bloquearle la vista y la zona de la boca.

Momentos críticos en órbita

“Es mucha agua[…] su cabeza está empapada, está en sus ojos, en su nariz y en su boca… apriétame la mano si estás bien, Luca” Chris Cassidy, astronauta estadounidense informando a control de misión.

Fueron momentos críticos para la vida de Parmitano, y solo la rapidez de su compañero de misión, Chris Cassidy, y del resto del equipo para que volviese a la Estación, evitaron consecuencias mayores. Unos minutos mas en esa situación, y Parmitano podría haber muerto ahogado en el espacio.

Podría haberse evitado

Tal y como hoy revelará la NASA, este accidente podría haber sido evitado, ya que esa no fue la primera ocasión en la que el traje de Parmitano tuvo fugas de agua; el 9 de Julio, una semana antes, también ocurrió, pero de alguna manera esta información no pasó por la cadena de mando y el astronauta salió al espacio en un traje defectuoso sin que nadie lo supiera.

Afortunadamente cuando se trata de ciencia este tipo de errores sirven para aprender de ellos, y de ahí que la NASA iniciase una investigación concienzuda que terminará hoy con una rueda de prensa que se acaba de filtrar. Aún no conocemos las consecuencias, pero teniendo en cuenta que el diseño de estos trajes tiene 35 años y que ya se está investigando el desarrollo de nuevos diseños, sería sorprendente si estos no se aceleran.

Fuente | ABC News