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Aquellos tiempos en los que el alcohol se usaba como medicina

16 enero, 2014 20:46

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Ahora mismo hay cosas que nos parecen burradas, pero que en su tiempo siguieron un paso de “prueba-error” para que hoy en día sepamos que no debemos hacerlas. Por ejemplo, en medicina, hubo un tiempo donde se pensaba que la cocaína era un gran medicamento, que la radiación a grandes dosis (incluso en formato oral/bebible) era muy saludable, o que las enfermedades infecciosas eran castigos divinos (y no provocadas por microorganismos, como bien sabemos hoy en día). Antes, por ejemplo, lavarse las manos para operar a alguien no era algo de sentido común, y está claro que hoy en día si lo es. Pero hay más cosas, y hoy hablaremos de una de ellas: el uso del alcohol como medicina.

Y no hablo de medicina como el uso actual que se le da al alcohol, que es el de esterilizar o limpiar heridas, sino en el sentido de beber cierta cantidad de alcohol como medicina, o formando parte de algún fármaco, cosas que hoy en día serían consideradas locuras pero que en su día eran muy respetadas. No era raro escuchar que “un trago de vino sirve para defender el cuerpo de la corrupción” o que “un sorbo de absenta cura las lombrices”.

Evidentemente ahora conocemos el daño que llega a provocar el alcohol, y los remedios basados en tal sustancia ya no se usan (al menos no en esas cantidades, pues existen medicamentos que llevan cierto porcentaje de alcohol, pero muy bajo).

Las antiguas advertencias

Para empezar tenemos una de las traducciones más antiguas sobre este tema, datada en el siglo XVII y escrita por el filósofo y alquimista Roger Bacon. Según sus escritos, publicados en 1693:

“El vino podría “preservar el estómago, fortalecer el calor natural, ayudar a la digestión, defender el cuerpo de corrupción y preparar la comida hasta que se convierta en la misma sangre”

Eso sí, también hubo advertencias sobre los excesos ya en aquellos tiempos:

“Si se consume durante mucho tiempo, contrariamente ocasionará un gran daño: oscurece el entendimiento, afecta al cerebro, produce temblores en las extremidades y visión borrosa”

Y en la cocina también se daban consejos sobre platos aderezados con alcohol. Pero no pequeñas cantidades, sino ni más ni menos que hasta un litro de vino en algunos platos, mucho más allá de las recomendaciones actuales.

Absenta contra las lombrices intestinales

Tras probar la absenta actual (en poca cantidad, y mezclada para rebajar su potencia, todo sea dicho), puedo imaginarme porque tenía aquellos usos hace siglos. Resulta que mientras el vino se usaba como un “tónico fortalecedor”, la absenta se usaba más bien como medicamento, y de los potentes.

“Al mismo tiempo que eran consideradas como terapias, también servían como portadoras y preservativos de sustancias que de otra forma serían difíciles de embotellar y vender”

En especial, la absenta se usaba como medicación contra lombrices intestinales y otros parásitos. Eso si, parece ser que en el siglo XVIII ya se empezó a ver a las bebidas espirituosas, como la ginebra, como la verdadera causa del alcoholismo, pobreza y crimen. Ya se empezaban a saber sus consecuencias tras unas décadas de uso.

Siglo XIX, la opinión sobre el alcohol cambia

Poco a poco, el alcohol fue mostrando sus perjuicios sobre la salud. Y al fin, en 1871, llegó el día en que la Sociedad Británica de Templanza Médica firmó un manifiesto donde expresaban su preocupación por el consumo de alcohol, y la necesidad de eliminarlo como medicamento en favor de otros fármacos más eficientes:

“Como se cree que la prescripción desconsiderada de grandes cantidades de líquidos alcohólicos… ha dado lugar, en muchos casos, a la formación de hábitos de intemperancia, los abajo firmantes -si bien no pueden abandonar el uso de alcohol para el tratamiento de ciertos casos-  son, sin embargo, de la opinión de que ningún médico debe prescribir sin un serio sentido de responsabilidad”

Incluso en niños

Finalmente, cabe destacar que el alcohol también se llegó a usar como medicación incluso en bebés y niños. Concretamente el medicamento se comercializó entre 1919 y 1941, cuando ya se sabían los daños que el alcohol podía causar. Se anunciaba como un medicamento “que no contenía narcóticos”, pero su composición era un 50% de alcohol. Finalmente acabó siendo prohibido.

Actualmente el alcohol es considerado uno de los factores causantes o coadyuvantes en más de 40 enfermedades graves. Pero, como veis, hubo un tiempo donde su consumo en cantidades exageradas era considerado normal.

Vía | BBC.