Volvemos a hablar de impresoras 3D, pero en esta ocasión lo que realmente la hace destacar sobre el resto no es su tecnología, ni sus materiales, ni su aplicación, sino su tamaño. Y es que se trata de una impresora 3D con la que podemos imprimir una casa, literalmente hablando. Algo así ha conseguido el profesor Behrokh Khoshnevis, de la Universidad de California del Sur.

Un hogar por día

En realidad esta impresora se parece mas a un enorme robot de construcción, y consta de una grúa de tipo pórtico con un tubo por el que sale hormigón. El mecanismo se va moviendo siguiendo el esquema cargado en el sistema formando capas, al igual que hace una impresora 3D normal; así va creando poco a poco toda la estructura de una casa, incluidos los huecos y conductos para el sistema eléctrico y la fontanería para ser instalados a posteriori.

Puede que no sean las casas mas lujosas, pero precisamente ese es el objetivo de este proyecto, poder dar un techo bajo el que vivir a familias en situaciones de emergencia o simplemente cuando haga falta crear viviendas de uso corto en situaciones especiales.

Fuente | Contour Crafting