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Muchos insectos alteran su comportamiento sexual antes de una tormenta

6 octubre, 2013 18:11

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Mientras que las precipitaciones moderadas y velocidad del viento pueden proporcionar unas condiciones favorables para el desarrollo y el movimiento dentro y entre los distintos hábitats, los fuertes vientos y las lluvias pueden reducir significativamente la esperanza de vida. En previsión de estos fenómenos, los machos reducen el tiempo que le dedican a la cópula para no resultar heridos. Este curioso comportamiento es lo que han descubierto un grupo de investigadores brasileños y canadienses pertenecientes a la Universidad de Sao Paulo, Universidad Estadual do Centro-Oeste y Universidad de Ontario. Los resultados del estudio han sido publicados en la revista PLoS ONE.

Corre, corre, que va a empezar la tormenta

En el estudio se ha trabajado con 3 tipos distintos de insecto: el áfido de la patata (Macrosiphum euphorbiae), la polilla Pseudaletia unipuncta y el escarabajo vaquita de San Antonio (Diabrotica speciosa) y observaron su comportamiento en dos tipos de ambientes, uno con condiciones climatológicas estables y otro con bajas presiones.

Además, mediante el uso de un olfatómetro evaluaron las respuestas de los machos a las feromonas de las hembras y observaron las conductas sexuales de machos y hembras cuando entraban en contacto.

Los resultados del experimento muestran que en previsión de lluvias y fuertes vientos los machos le dedican menos esfuerzo al cortejo y reducen el tiempo de la cópula. Las hembras disminuyen la frecuencia con la emiten sus llamadas para atraer a los machos para la cópula.

La razón de estos cambios en la conducta sexual responde a la “sensación de muerte inminente” que los insectos perciben cuando las condiciones climatológicas son desfavorables. Si lo pensamos tiene mucha lógica, el instinto de supervivencia tiene que prevalecer.

Pero aunque sea una adaptación muy lógica existe una pega y es que el sufrir cambios en la producción de feromonas podría tener un impacto en el rendimiento reproductivo de las distintas especies. Si muchos individuos sufrieran estos cambios la densidad de población podría verse afectada en el futuro.

Por último, los resultados del estudio sugieren que todos los insectos están adaptados para responder al mal tiempo y los investigadores piensan que estas variaciones en la conducta podrían afectar también a los animales que se alimentan de ellos, afectando así a comunidades ecológicas enteras.

Fuente: SINC, PLoS ONE