Ahora nos reímos de nuestros antepasados que pensaban que la pólvora funcionaba mediante brujería y los imanes contenían unas fuerzas malignas extrañas, pero actualmente existen materiales nuevos creados por la ciencia cuyo comportamiento nos parece brujería. Normalmente son materiales muy difíciles de obtener, o explosivos, así que probablemente no entrarás en contacto con ninguno. Aun así, te los presentamos:

Galio, el metal que se derrite en tu mano

Todos conocemos ya un metal líquido a temperatura ambiente, el mercurio; sin embargo el galio es un metal más especial. La temperatura a la que se funde es de 28 grados centígrados, de manera que permanece como un metal solido pero si lo cogemos entre nuestras manos (a unos estables 36 grados) se derrite como un helado.

Por este motivo, el galio no se usa para construir ningún objeto, salvo que queramos que tenga una vida corta. Una broma realizada por químicos es la de construir cucharas de este material sólo para ver como desaparecen al entrar en contacto con cualquier bebida caliente.

Mucho más interesante es comprobar qué pasa al poner en contacto el galio con el aluminio. Se produce una reacción química que debilita el aluminio, dejándolo quebradizo como una hoja de papel. Existen varios videos en YouTube demostrando esta reacción, uno de los más espectaculares es el siguiente, en el cual depositan una gota de galio sobre una lata de Coca-Cola. En un par de horas es posible romper la lata como si fueran los pétalos de una flor.

Hexafluoruro de azufre, un gas tan pesado que hace flotar objetos

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El hexafluoruro de azufre es un gas incoloro e inodoro cuya propiedad más llamativa es su peso. Este gas pesa varias veces más que el aire lo que permite darle utilidades muy interesantes.

Si inhalamos helio de un globo veremos cómo nuestra voz se vuelve más aguda, debido a que el helio tiene una densidad menor al aire y cambia la frecuencia de vibración de nuestras cuerdas vocales. Con el hexafluoruro de azufre ocurre lo contrario, al pesar más que el aire al inhalarlo nuestra voz se vuelve mucho más grave.

Además este gas es tan pesado que podemos verterlo en un recipiente creando una “piscina invisible” capaz de hacer flotar objetos menos pesados sobre ella. En este video podemos ver a un barco hecho con papel de aluminio flotando en una piscina llena del material. Atención al momento de hundimiento del barco, que ocurre simplemente echándole gas por encima con un vaso.

Materiales superhidrofóbicos

De este tipo de materiales ya hemos hablado en Medciencia (ver Fabrican un cuchillo capaz de cortar una gota de agua). Los materiales superhidrofóbicos son aquellos capaces de repeler el agua, evitando su contacto al máximo. Si situamos una gota de agua sobre uno de estos materiales formará una gota casi esférica para evitar lo máximo posible su contacto. La capacidad de estos materiales para repeler el agua es tan grande que es capaz de impermeabilizar cualquier material si se pulveriza con un spray. Si nos untamos el cuerpo con uno de estos materiales permaneceremos secos incluso recién salidos del mar. En este vídeo hablan de su uso en prendas de ropa o paredes.

Otro uso más popular de estos materiales es en juguetes. En las tiendas puedes encontrar unos botes de arena mágica capaz de volverse solida bajo el agua y permanecer seca fuera de la misma. Realmente esta arena está hecha de un material superhidrofóbico. En el agua la arena intenta huir del agua que le rodea y lo hace apelmazándose hasta ser sólido.

Aún hay muchos más materiales increíbles que ha producido la química en las últimas décadas. Pronto en Medciencia haremos otro artículo con más materiales sorprendentes. ¡Sigue a la espera!

Fuente e imágenes | Cracked