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¿Por qué la playa nos cansa?

9 julio, 2012 09:39

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No hay nada comparable con el primer día de playa del verano. Vuelves a sentir las vacaciones en la piel, el calor del sol, el agua cristalina (si estas en el Caribe, claro, porque en España, ejem…). Pero bueno, quitando las imágenes de película, vayamos al tema de hoy, el cansancio playero.

¿Quién no ha vuelto a casa tras un día de playa tan cansado como si viniera de hacer ejercicio? Es raro, ¿no?, porque la mayoría de veces apenas nos movemos de la toalla en la playa, y lo máximo que hacemos es tomar el sol, charlar, jugar a las cartas o, como mucho, tomar un rato el baño. Pero, con lo poco que es eso, nos cansamos igual.

Mucha gente lo achaca a la altitud, el agua, la arena… Pero no, no tiene nada que ver el factor ambiental (al menos, no estos que he nombrado). Lo más importante aquí es el sol, tanto para las posibles quemaduras como para el cansancio que sentimos al volver a casa.

Principalmente, uno de los motivos del cansancio será la sudoración, ya que al estar al sol tantas horas, sudamos más de lo normal, reduciendo así las reservas minerales y los líquidos de nuestro cuerpo. Por ello es muy importante hidratarse continuamente cuando estamos en la playa (aparte de para evitar también el posible golpe de calor, como os expliqué hace poco). El agua u otros líquidos nos vendrán bien para sofocar el calor y, además, para evitar la deshidratación. Si nos deshidratamos, el cuerpo va reduciendo la energía destinada a los músculos, y por eso nos sentimos con menos energía y como más relajados al volver de la playa.

Además de esto, por otra parte, y a consecuencia de esta deshidratación y la poca actividad, el cuerpo intenta no gastar más líquidos de los necesarios, dando lugar a una disminución de la presión arterial (produciendo incluso mareos a veces). Entre esto y la falta de actividad, nuestra tensión arterial disminuirá, dando lugar al cansancio subsiguiente., sin ganas de nada, como cuando nos sentimos medio mareados.

Por esto es muy importante ir siempre provistos de líquidos (agua, bebidas isotónicas, refrescos…) y, a poder ser, fruta, ya que esta contiene minerales y vitaminas que nos vendrán muy bien para aguantar mejor el día playero y evitar así la bajada de presión arterial.

Eso sí, cuidado con el abuso de bebidas como la cerveza, que todos sabemos que apetece una bebida fría como esta en un día de playa, pero hay que recordar que es una bebida alcohólica (si es con alcohol, si no lo es nos ahorramos este punto) y diurética, por tanto lo que puede provocarnos es que tengamos más sed y, además, orinemos más de lo necesario. Por tanto, recordad no abusar de ella.

Vía: Vitonica.