
Captura del videojuego 'World of Tanks'.
El videojuego de tanques que enfada a Putin: así muestra su apoyo a Ucrania
Este título ha generado enfado por parte de las autoridades rusas, que se han hecho eco de una campaña de recaudación para comprar ambulancias.
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Puede parecer que los videojuegos y la guerra no tienen relación, pero nada más lejos de la realidad. España se ha llenado varias veces de titulares en los que títulos puramente dedicados al ocio se envolvían en lo bélico. Por ejemplo, en 2024 aparecieron secretos militares de los cazas Eurofighter en foros de videojuegos como War Thunder. Un año antes, sin ir más lejos, se filtraron nuevos documentos militares en esos mismos foros, sentando un precedente muy llamativo. Tanto es así, que las autoridades militares rusas están condenando a un estudio de videojuegos por su apoyo a Ucrania.
Concretamente hablamos de Wargaming, desarrolladora de World of Tanks y Lesta Games, estudio responsable de gestionar de forma independiente el título en territorio ruso. Ambas habrían sido acusadas por el fiscal general del país de apoyar a los de Zelensky en la guerra contra Ucrania, amenazando a los propietarios de ambas empresas con confiscarles sus acciones, según revela Eurogamer.net.
La clave estaría en una campaña de recaudación de fondos para apoyar a Ucrania realizada por Wargaming en 2023, explica el medio ruso RBC.ru. Estos títulos, incluyendo World of Tanks o World of Warships, explica el sitio, incluyen cosméticos referentes a Ucrania vendidos dentro de estos juegos. Unas ganancias que irían de forma íntegra para comprar ambulancias en el territorio. Lesta Games, estudio con sede en San Petersburgo y que gestiona estos juegos en Rusia, ya aclaró que ellos estaban fuera de temas de política, algo que parece no haber importado en los organismos rusos.
Un videojuego, bajo el ojo de Putin
Todo comienza cuando Wargaming anunciaba en febrero de 2022 que abandonaba Rusia por la invasión perpetrada contra Ucrania, mostrándose en contra de esta ofensiva bélica y siguiendo la estela de multitud de otras empresas que también hicieron lo propio. Las oficinas de Moscú en San Petersburgo y Moscú siguieron adelante, bajo el paraguas de Lesta Games para gestionar el juego.
Así, World of Tanks y otros tantos títulos de la empresa se dividieron en dos versiones con dos desarrolladores distintos, con Wargaming centrada en la versión fuera de Rusia y con Lesta Games encargada de la versión rusa. Según relata la agencia de noticias rusa RIA.ru, el fiscal general del país está a favor de confiscar las acciones tanto de Malik Khatazhaev, dueño de Lesta Games como de Viktor Kisly, propietario de Wargaming, sin hacer distinción entre ambas compañías.

Captura del videojuego.
Lesta Games explicó por su parte que su estudio se amparaba bajo las obligaciones legislativas de la Federación Rusa y la República de Bielorrusia, lo que a su juicio les eximía completamente de culpa alguna. Wargaming por su parte dejó claro que su negocio en Rusia quedó a manos de Lesta Games, "sin coste alguno, sin deudas ni efectivo, sin contemplar la posibilidad de recuperarlo", cerrando la puerta siquiera a una relación con Lesta Games o con el propio gobierno de Rusia a nivel comercial.
RBC relata que las personas a cargo de Lesta Igri ya habrían sido detenidas el pasado 17 de abril por este motivo, bajo el Tribunal de Distrito de Tagansky. El organismo en cuestión embargó hasta tres entidades jurídicas principales del desarrollador ruso Lesta Igry, en un arresto realizado contra la empresa en sus variantes jurídicas. Este problema, tal y como explicaron en Telegram los responsables de Lesta, se estaba solucionando. "No tenemos motivos para tener preocupaciones ni ocultar información", llegaba a afirmar este comunicado.
Cuando estalló la guerra, numerosas empresas se apresuraron a abandonar Rusia en pos de mostrar su apoyo unilateral a Ucrania. Esto llevó a que ciertas redes sociales como Facebook o Instagram quedaran limitadas de forma parcial en el territorio, con el propio Putin acusando a estos portales de censurar sus medios. No solo eso; algunas zonas ocupadas por Rusia en Ucrania también realizaron bloqueos a servicios como Google con acusaciones de desinformación.