Con Windows 11 ya siendo oficial en España, muchos se han preguntado qué requisitos exige este nuevo sistema operativo para los usuarios. Si bien es cierto que Microsoft ya publicó las especificaciones mínimas que necesitábamos, la necesidad de ciertas tecnologías como TPM 2.0 para funcionar, hizo saltar las dudas. ¿Qué procesadores y placas son compatibles?

Microsoft ha publicado un nuevo documento de soporte en el que detalla en una lista los procesadores que serán compatibles con el nuevo sistema operativo. Estos procesadores listados son los que tienen compatibilidad oficial con Windows 11, lo que implica que el soporte con el nuevo sistema será total.

Hay que aclarar que si tu procesador no está en la lista, no temas; por ahora, podrás instalar Windows 11 en tu PC, pero con una advertencia durante la actualización, recomendándote no instalarla. Y como veremos a continuación, tanto AMD como Intel se llevarán un varapalo considerable.

Lista de CPUs compatibles

Procesador Intel Core Intel Omicrono

Disponemos a continuación la lista de procesadores de AMD e Intel compatibles con el soporte oficial de Microsoft. De nuevo, esto no impedirá a los usuarios que tengan procesadores de menor categoría que puedan instalar el sistema, pero lo harán bajo el riesgo de que no estén oficialmente soportados.

Intel

  • Procesadores Intel Core de 8ª Generación (Coffee Lake)
  • Procesadores Intel Core de 9ª Generación (Coffee Lake Refresh)
  • Procesadores Intel Core de 10ª Generación (Comet Lake)
  • Procesadores Intel Core de 10ª Generación (Ice Lake)
  • Procesadores Intel Core de 11ª Generación (Rocket Lake)
  • Procesadores Intel Core de 11ª Generación (Tiger Lake)
  • Procesadores Xeon Skylake-SP
  • Procesadores Xeon Cascade-Lake-SP
  • Procesadores Cooper Lake-SP
  • Procesadores Ice Lake-SP

Esta lista deja fuera a millones de ordenadores portátiles y de escritorio que aún cuentan con generaciones anteriores de Intel, como la 7ª que fue muy popular en su día. De hecho, deja fuera incluso a propios dispositivos Surface, como el Surface Studio 2, el ordenador todo en uno pensado para artistas de Microsoft y que aún se vende a un precio superior a los 3.000 euros.

AMD

  • AMD Ryzen 2000
  • AMD Ryzen 3000
  • AMD Ryzen 4000
  • AMD Ryzen 5000
  • AMD Threadripper 2000
  • AMD Threadripper 3000 
  • AMD Threadripper Pro 3000
  • AMD EPYC 2ª Generación
  • AMD EPYC 3ª Generación

En el caso de AMD, los procesadores que se quedan fuera son todos los anteriores a la segunda generación de Ryzen. Es decir, la primera generación de los AMD Ryzen no tendrá soporte oficial de Windows 11, y tampoco procesadores más antiguos. También quedan fuera los procesadores Threadripper de primera generación y los EPYC de primera generación.

¿Qué es el TPM y qué hago?

Chip TPM en una ranura TPM ASUS Omicrono

Pasemos a hablar de los TPM 2.0, o Trusted Platform Module. Estos son chips físicos que se encuentran en la placa base de nuestro ordenador. Es un módulo que integra un criptoprocesador, capaz de almacenar claves de cifrado que protegerán los datos de nuestro ordenador.

De fábrica, es un chip que está totalmente desactivado, y sólo si el usuario lo quiere, puede activarlo a través de la BIOS de la placa. Si la placa no cuenta con el chip, más que probablemente cuente un cabezal TPM en el que podremos insertar uno comprado de forma independiente.

Puerto TPM en una placa base.

La idea de este módulo es almacenar información sensible y cifrarla, como credenciales privadas, certificados del sistema, claves de cifrado, etcétera. La clave de este chip es que sólo se puede comunicar con el procesador, nada más. Ninguna pieza de nuestro hardware puede tener acceso al TPM sin que el procesador lo sepa.

La clave es que hasta ahora Microsoft ha solicitado soporte de TPM para la certificación de hardware OEM en Windows 10. Como esta tecnología la soportan prácticamente todas las placas desde hace bastantes años, este no era un requisito especialmente crítico para la ejecución del sistema. La diferencia es que ahora Windows 11 exige que el TPM esté habilitado por completo.

Esto deja dos escenarios posibles. Si tu placa base tiene TPM pero lo tiene desactivado por defecto, tendrás que ir a la BIOS y activarlo manualmente, algo que requerirá conocimientos técnicos básicos o al menos la supervisión de un especialista. En caso de que tu placa tenga la ranura pero no el chip, tendrás que comprarlo aparte independientemente de si tu procesador puede ejecutar Windows 11 de forma oficial.

Si tu TPM no es 2.0, como mínimo se requerirá que admita TPM 1.2. En este caso sí es un requisito básico del sistema, por lo que tendrás que revisar si tu placa cumple con estos estándares y adquirir el módulo TPM por tu cuenta.

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