Hay veces en las que es imposible tener una conversación sin que salte el fanboy de turno defendiendo a su compañía favorita; a todos nos ha pasado alguna vez, e incluso es probable que seamos uno de esos fanáticos. No hay nada de malo en ello, siempre y cuando sepas controlarte.

Porque si no te controlas, puedes acabar molestando o incluso haciendo daño a mucha gente. O puede que a ti mismo. Es lo que le ha ocurrido a un adolescente australiano, que ha sido detenido en Melbourne por hackear nada menos que a Apple. Sí, a la mismísima Apple; la misma que probablemente tenga un presupuesto para seguridad varias veces mayor de lo que ese chaval gane en toda su vida.

El adolescente que hackeó a Apple

El adolescente (cuya identidad no ha sido revelada públicamente ya que es un menor) tendrá futuro en el sector de la seguridad; porque consiguió entrar no sólo una vez,  sino en varias ocasiones. Lamentablemente, también tiene mucho que aprender; y esperamos que esta detención no impida su formación.

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Porque cometió el obvio error de acceder a los sistemas de Apple desde su propia casa. Así que fue fácil encontrarlo una vez que Apple se dio cuenta de que alguien había tocado sus archivos; la compañía avisó al FBI, que a su vez pidió ayuda a la policía federal australiana. Esta sólo tuvo que registrar la casa familiar del acusado para encontrar multitud de pruebas; como smartphones, portátiles y discos duros, como apuntan en The Age.

Tal vez la más graciosa es que guardaba los resultados de sus ataques en una carpeta llamada “hacky hack hack”. En total, consiguió 90 GB de datos, principalmente de cuentas de clientes de Apple; no parece que haya conseguido acceder a información confidencial de los próximos productos de Apple, probablemente una de las motivaciones.

Un fanático con conocimientos de hacker

Porque resulta que este chaval no lo hizo por dinero; no iba a pedir un “rescate” por los datos, como hacen otros hackers. En cambio, la defensa se basa en que es un gran fan de la compañía, hasta el punto de que quería empezar a coger cosas suyas. Quería ser empleado de Apple y pertenecer al “sueño”, algo de lo que presumía en Whatsapp. Una obsesión que le llevó a intentar entrar en los servidores de la compañía.

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La gran pregunta es cómo lo consiguió. Los detalles publicados son escasos, pero se habla de un “software” que hubiera permitido la entrada en los servidores; tampoco está claro qué parte de la infraestructura accedió.

Por su parte, Apple ha preferido el silencio, por muchas razones. No solo porque probablemente querrá investigar por su cuenta cómo se realizó el ataque y tomar medidas contra ello; sino, según el fiscal, porque la compañía es “muy sensible sobre la publicidad” que rodea el caso. El chaval también es conocido en la comunidad hacker, y de ahí la necesidad de ocultar su identidad para evitar represalias.

El adolescente se ha declarado culpable ante un tribunal de menores, y la sentencia no se decidirá hasta el mes que viene.