“XXXX será el año de Linux en el escritorio” es una frase que llevamos años, décadas, escuchando. Lamentablemente, las distros basadas en el kernel abierto nunca han tenido el éxito que se merecen; incluso están perdiendo sus grandes bastiones: los gobiernos y ayuntamientos que en su momento se pasaron a Linux.

El ejemplo más famoso, y polémico, es el de la ciudad alemana de Múnich. Su consistorio dio una brutal marcha atrás cuando anunció que prefería invertir 80 millones de euros en pasarse a Windows que continuar en Linux. Estamos hablando de una ciudad que llegó a crear su propia distro Linux; y sin embargo, no consiguió aceptar los riesgos y peculiaridades de Linux.

Adiós a Linux en el gobierno de Baja Sajonia

Hoy se ha sabido que otra zona alemana seguirá los pasos de Múnich. Se trata del gobierno de Baja Sajonia, que ha anunciado que migrará los 13.000 ordenadores que tiene a Windows 10; una operación que no será sencilla ni barata, pero que el gobierno ha considerado necesaria.

opensuse

Los dirigentes parecen haber tomado esta decisión coincidiendo con la renovación de los equipos informáticos. La mayoría de los sistemas usan OpenSuse 12.2 o 13.2; versiones obsoletas y largo tiempo abandonadas por sus creadores. De hecho, no hace mucho Suse Linux, en la que se basa OpenSuse, fue vendida.

Por lo tanto, el plan no es sólo pasarse a Windows; sino renovar todos los equipos informáticos con Windows preinstalado. Ya que iban a cambiar de equipos, probablemente han pensado que sería el momento ideal para la migración.

Otras razones son que muchos de los trabajadores y servicios de soporte ya usan Windows; así que no tiene sentido fragmentar su base.

Lo interesante es que Baja Sajonia lleva mucho tiempo resistiendo la tentación de Windows. Cuando en 2006 se pasaron a OpenSuse, provenían de otro sistema operativo alternativo: Solaris. Así que será toda una experiencia nueva para los funcionarios.

Todo esto no saldrá barato. Los presupuestos contemplan 5,9 millones de euros sólo durante el próximo año; y se espera gastar unos 7 millones de euros cada año en el futuro cercano. Todo depende de cuánto tarde la migración.

Los gobiernos abandonan Linux, ¿hay esperanza?

Las razones para cambiar a Windows son muy pragmáticas y comprensibles; sin embargo, eso no quita que no sea una mala noticia para los que nos gustaría algo de variedad en el sector. Y el problema es que Baja Sajonia no son los únicos; los que apostaron por lo grande por Linux está retirando su apoyo y pasándose a Windows.

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Hay excepciones, por supuesto. Barcelona va camino de convertirse en la mayor de todas, y la gran referencia del uso de Linux en los gobiernos; el plan anunciado el año pasado supone un gran coste en el presupuesto, pero de esa manera se cumplirá la promesa que el consistorio hizo en su momento y cuyo olvido ha sido muy criticado.