Que Windows ha cambiado mucho es algo que no se le escapa a nadie. Más todavía después de la última gran actualización; cargada de novedades y cambios. Entre esa lista de nuevas funciones, podemos destacar la capacidad de elegir qué GPU usar en un juego; hasta ahora sólo podía hacerse con aplicaciones de los fabricantes.

Puedes pensar que cómo vas a elegir una tarjeta gráfica si, que tú sepas, sólo tienes una dedicada. Pues bien, es probable que tengas una integrada en la placa base o en el procesador, además de la que tienes conectada a la placa base. En función del consumo gráfico que necesites, puedes desviar las peticiones de una aplicación a una o a otra.

Cómo asignar un programa a una GPU

Para asignar un programa a una GPU tienes que ir a la ruta Inicio > Configuración > Sistema > Pantalla. Una vez allí, haz scroll hacia abajo en la ventana y haz clic en Configuración de gráficos:

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Lo siguiente es elegir la aplicación en cuestión. Para poder ejecutar con una GPU específica un juego o un programa de escritorio tradicional, del menú desplegable elige Aplicación clásica:

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Lo siguiente es hacer clic en el botón Examinar, donde tendrás que ir a la ruta de instalación del juego y buscar el archivo ejecutable.Una vez lo tengas, haz clic en él y después clic en el botón Opciones:

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Cuando lo hagas podrás elegir qué GPU quieres usar de las que aparecen en la lista, diferenciadas de la siguiente manera:

• Valor predeterminado del sistema: es la opción que el sistema usa por defecto.
• Ahorro de energía: se suele reservar para la GPU que menos consume, generalmente la integrada.
• Alto rendimiento: es la opción que corresponde a las tarjetas gráficas dedicadas.

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Puedes hacer lo mismo con apps UWP si en ya citado menú desplegable eliges Aplicación universal. Una vez hayas seleccionado esta opción, aparecerá otro menú desplegable con una lista de aplicacines UWP que podrás asignar a una GPU u otra:

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Cómo comprobar qué GPU usa una aplicación

Para saber si los cambios que has aplicado están funcionando como tú quieres, es tan sencillo como acudir al Administrador de tareas. La forma de verlo en la vista ampliada es hacer clic con el botón derecho sobre el encabezado de cualquier columna, y elegir “GPU” y “Motor de GPU”.

Aparecerán dos columnas. Una nos ofrece información sobre el rendimiento del chip gráfico, mientras que otra nos contará qué motor de vídeo está usando (como 3D o decodificación de vídeo) y el número de GPU física que está utilizando una aplicación:

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Se puede saber a qué GPU corresponde cada número mirando en la pestaña Rendimiento (la correspondencia varía en función de la máquina):

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Usar este método es útil para aumentar la eficiencia energética de tu ordenador; haciendo que las aplicaciones que menos rendimiento gráfico necesitan utilicen una opción de mucho menor consumo. A la hora de jugar o editar un vídeo la máquina contará con más energía disponible, lo que tambien mejorará su vida útil. Seguramente estas funcionalidades se ampliarán en lo que por ahora se conoce como Redstone 5.