Las nuevas reglas de contenido que incita al odio en Spotify pueden acabar con la presencia de muchos artistas en la plataforma; pero ¿es justo?

¿Elegirías no ver una película de culto porque su director cometió un delito? ¿Dejarías de escuchar tus canciones favoritas porque el cantante es un homófobo? ¿Evitarías secciones en museos porque el pintor tenía ideas extremadamente racistas?  En otras palabras, ¿separas al creador de su obra?

Separar al artista de su obra, la gran pregunta

Hay muchas maneras de plantear esas preguntas, y la actualidad nos está obligando a responderlas. Lamentablemente, el tópico de que los genios no se libran de ser malas personas es muy real; y cada persona reacciona de manera diferente a ello.

Hay quien prefiere amar la obra y odiar al artista; alega que, si negamos la obra por las acciones del artista, terminaríamos destruyendo buena parte de la historia del arte. Que los logros que el artista consiguió no pueden ser ensuciados por lo que hizo o lo que dijo.

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Y también tenemos la opinión contraria, quien considera a obra y autor entidades inseparables; la obra es el reflejo del alma del artista, y como tal, si la negamos también negamos a la persona y a lo que representa. Más aún, apoyar la obra supone apoyar al artista, tanto económicamente como moralmente; y no pocos creadores se apoyan en sus cifras de ventas para justificarse en sus diatribas y locuras.

Ante esta situación está Spotify. Como el servicio de streaming de música más popular, aloja canciones de todo tipo y de artistas de todo el espectro. Temas violentos y con mensajes aborrecibles, y creadores más famosos por su presencia en el estrado que en los escenarios.

Qué pasa con el contenido que incita al odio en Spotify

Hoy Spotify ha tenido que responder a la pregunta. Y lo ha hecho con una nueva política de contenido y conductas odiosas, que supone que podrá borrar canciones en algunas situaciones.

Spotify asegura que no toleran el odio en su plataforma; pero al mismo tiempo conceden que los estándares culturales y la sensibilidad varían mucho. Que lo que es ofensivo para algunos es aceptable para otros. Por eso, se ha aliado con grupos de defensa de derechos, contra el odio online y anti-difamación.

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La conclusión a la que ha llegado es que, si considera que una canción promueve o incita el odio y la violencia contra grupos o personas basadas en su raza, religión, género, identidad, sexo, etnia, nacionalidad, orientación sexual, veteranía militar, o discapacidad, puede borrarla en colaboración con los propietarios de sus derechos.

Pero ese sería el paso más duro; la compañía también puede aplicar otras medidas, como dejar de promocionar la canción, o no incluirla en las listas de reproducción. Por lo tanto, si la buscamos podríamos seguir escuchándola.

Qué hará Spotify con los artistas que incitan al odio y cometen crímenes

Pero, ¿y las canciones que no incitan al odio, pero que han sido creadas por artistas que han demostrado conductas reprobables y la han fomentado por otros medios? En ese caso, Spotify afirma que no cree en censurar a los artistas por su comportamiento; sin embargo, se reserva el derecho editorial de apoyar o no a ese creador.

Por lo tanto, si un creador demuestra comportamiento y conductas de odio, Spotify podría elegir no promocionarlo, o cambiar la manera en la que trabaja con él. Sin embargo, en estos casos la compañía no afirma que vaya a borrar sus canciones.

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Esta declaración ha sido motivada por la polémica que rodea al rapero R Kelly, que ha sido acusado de abuso sexual de mujeres jóvenes y menores de edad. Una campaña, #MuteRKelly, pidió “silenciar” al artista, haciendo boicot a sus conciertos y discos, y Spotify recibió presiones para sumarse.

Con este anuncio, Spotify se posiciona en la polémica intentando contentar a todo el mundo. No borrará canciones por lo que haga o diga un artista (separa la obra del creador), pero al mismo tiempo no olvida completamente sus acciones. Sólo el tiempo dirá si lo que ha conseguido es enfadar a todo el mundo.