Te contamos por qué los sellos se ponen en la esquina del sobre.

Aunque ha sido claramente superado por las comunicaciones digitales, el correo tradicional, el de papel, sigue siendo muy usado en todo el mundo.

Vale, puede que la mayoría de las cartas que te llegan sean facturas o publicidad (o ambos), pero aún hay mucha gente que prefiere comunicarse como se hacía antes, escribiendo sus sentimientos en un papel y mandándolos dentro de una carta. Y aunque no hayas mandado una carta en mucho tiempo, seguro que sabes cómo hacerlo.

Las costumbres, importantes a la hora de escribir una carta

Por ejemplo, sabes que tienes que poner la dirección del destinatario en la parte delantera, preferiblemente en el centro. Una práctica menos habitual es poner nuestro nombre y dirección en la parte trasera, o bien en una esquina del anverso. Esta es la zona dedicada al remitente, que originalmente se usaba por si el cartero se veía obligado a devolver la carta en caso de no haber sido capaz de entregarla (o si el que la recibe quiere responder).

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Y por supuesto, no nos podemos olvidar de lo mejor, de pegar el sello en la esquina superior derecha. Pero, ¿por qué en ese sitio concreto y no en cualquier otro hueco en la carta?

Un sello no es más que un comprobante de que hemos pagado previamente los costes asociados con enviar la carta; es como si pegásemos la factura en la carta. Por eso, una vez que la carta ha sido gestionada por la entidad de correos, se le aplica lo que se conoce como “matasellos”, que imprime un motivo sobre la carta y el sello, dejándolo inutilizable para obligarnos a comprar otro sello y no reutilizarlo.

Por qué los sellos se ponen en la esquina del sobre

Ahí está la clave de la posición del sello. Originalmente, como apuntan en Mental Floss, la posición daba igual porque los empleados de la oficina de correos eran los que usaban el matasellos para anular los sellos de las cartas conforme los entregaba.

Pero conforme las entidades de correos se hicieron más grandes, se hizo evidente la necesidad de implementar un estándar. Como la inmensa mayoría de las personas es diestra y usará el matasellos con la mano derecha, se recomendó a los usuarios que se colocase el sello en la esquina superior derecha.

En la actualidad, los matasellos no se usan manualmente; de hecho, nada se hace manualmente, sino que varias máquinas se encargan de leer el código postal, asignar un código identificativo, transportarla, imprimir el diseño del matasellos en la carta, y asignarla a los carteros que tendrán que entregarla.

Por supuesto, aunque los sistemas automatizados son capaces de detectar la posición exacta del sello, en caso de que por cualquier razón no lo detecte, Correos cuenta con trabajadores humanos que se encargan de “matar” el sello manualmente, y lo mismo ocurre si no se detecta correctamente el código postal, por ejemplo.

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Por lo tanto, da igual dónde pongas el sello, siempre y cuando esté en la misma cara del sobre que la dirección. Ese es el único requisito, puedes poner el sello en la esquina inferior izquierda, por ejemplo, y la entidad de correos te lo aceptará sin problemas. La posición superior derecha se ha mantenido más por costumbre y por conveniencia, que por otra cosa.