Hoy en día no podemos dar un paso metafórico en Internet sin ser rastreados por una enorme cantidad de organizaciones y empresas. Aunque pueda parecer que nuestro correo electrónico es el único lugar donde podemos calmarnos un poco, en realidad ahí también existen métodos para obtener información sobre nosotros; la mayor parte de los métodos depende de incluir elementos en el correo enviado que apunten a servidores externos, que son los que registran la información.

Poniendo a prueba a nuestro cliente

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Para saber a qué métodos nuestro cliente de correo es vulnerable, existe una herramienta llamada de manera apropiada Email Privacy Tester, con un funcionamiento bien sencillo. Introducimos nuestra dirección y el sistema nos mandará un correo electrónico. Al momento empezaremos a ver información relacionada con el envío, como el servidor que ha recibido y aceptado el email, aunque lo interesante llega cuando lo abrimos.

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Dependiendo de la configuración de nuestro cliente, veremos como los distintos métodos de rastreo se irán activando. Si nuestro cliente es completamente seguro, solo los veremos en gris, pero si se activan se pondrán en rojo; podemos hacer click en ellos para obtener mas información sobre cómo funciona el método. Además también se muestran algunos de los datos que se han podido obtener, como el navegador usado.

Fuente | Email Privacy Tester | ghacks