Cinnamon nació como respuesta a la evolución de Gnome hacia un sistema que tomaba prestadas ideas de las interfaces táctiles y que por tanto tomó decisiones, como mínimo, polémicas. En un principio no era mas que una serie de modificaciones y extensiones para Gnome, pero con el paso de los meses se convirtió en un entorno independiente y en la elección por defecto para la distro Linux Mint. Por supuesto eso significaba que los usuarios de Ubuntu querían probarlo y usarlo, pero no había una manera sencilla hasta que el miembro de la comunidad Gwendal Le Bihan montó unos repositorios no oficiales.

Adiós al repositorio no oficial de Cinnamon

De esos repositorios han dependido la inmensa mayoría de los usuarios de Ubuntu que han buscado instalar Cinnamon en su distro, pero eso está a punto de terminar. Le Bihan ha anunciado que el repositorio correspondiente a la versión estable ya no se actualizará y que solo mantendrá la versión inestable, que no es recomendable para el usuario final ya que tiende a traer bugs con cada actualización.

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¿La alternativa? Migrar a una distribución que soporte bien Cinnamon, en otras palabras, Linux Mint. Esta decisión ha vuelto a revelar la situación de los entornos de escritorio para Linux, y la tendencia entre ellos de volverse cada vez mas independientes. Han vuelto los tiempos en los que tenemos que preocuparnos de las dependencias cuando instalamos un paquete, esos tiempos en los que el usuario tenía que estar atento de qué versión de gtk trae Ubuntu porque eso es lo que decidirá si puede usar un escritorio u otro.

Y eso va completamente en contra de lo que representa Linux, que siempre ha sido un sistema modular al que le hemos podido añadir lo que queramos. Por supuesto, podemos seguir compilando los paquetes necesarios de Cinnamon, pero la mera mención del verbo “compilar” le provoca escalofríos a mas de uno, servidor incluido, y no es una alternativa viable para el usuario medio.

Fuente | Ask Ubuntu | OMG Ubuntu