Auriculares de prueba.

Auriculares de prueba. Universidad de Washington Omicrono

Hardware

Adiós a quitarse los auriculares para hablar con alguien: estos tienen IA integrada para identificar conversaciones

El sistema pretende ayudar a los usuarios con dificultades auditivas a centrarse en sus interlocutores aunque haya mucho ruido alrededor.

Más información: Dentro del laboratorio de audio de Apple, el centro donde logran que los AirPods suenen mejor y puedan usarse como audífonos

Publicada

Es un hecho que en ocasiones, los fabricantes integran la IA de forma artificial en sus productos para promocionarlos. Hay otros casos verdaderamente útiles, como la inclusión del sistema de Traducción en Tiempo Real de los AirPods que sí que consiguen un cambio sustancial.

Parece que esta novedad ha sentado un precedente y, por ello, ya se están desarrollando soluciones similares. Científicos de la Universidad de Washington, expone New Atlas, han creado los audífonos perfectos integrando IA en unos auriculares.

El equipo científico ha pasado los últimos años desarrollando unos sistemas de inteligencia artificial capaces de ejecutarse en auriculares de consumo y que permiten aislar al usuario del ruido externo y potenciar conversaciones con el poder de la inteligencia artificial.

Auriculares para tener conversaciones

Actualmente, tenemos sobre la mesa dos situaciones bien diferenciadas respecto al uso de auriculares. Por un lado, los usuarios acostumbran a tener que retirarse los cascos a la hora de conversar debido a lo incómodos que son para tener conversaciones.

Por otro lado, tenemos a las personas con problemas de audición o que cuentan con una audición limitada. En según qué situaciones, estas personas pueden tener grandes dificultades a la hora de conversar con otros interlocutores.

Auriculares de prueba.

Auriculares de prueba. Universidad de Washington Omicrono

Los científicos, por ende, idearon un sistema hace un tiempo que permitía aislar la voz del interlocutor del ruido ambiente, potenciándola por el camino creando una suerte de 'burbuja de sonido' que silenciaba otras voces lejanas.

El invento desarrollado por la UW aumenta la apuesta. Para empezar, se elimina la necesidad de tener unos auriculares especiales. Todo está supeditado a la inteligencia artificial, usando dos sistemas que se pueden ejecutar en auriculares de consumo normales.

Concretamente, trabajan dos modelos; uno se encarga de reconocer la voz del usuario principal y el otro detecta las voces de otras personas en el área más próxima del mismo. La idea es determinar cuál es la persona que está tratando con el usuario de los auriculares.

Lo hará analizando la poca superposición que se suele dar entre el habla del usuario y el de la persona interlocutora. Una vez establecidas las voces, la IA aislará la voz del interlocutor del resto de personas y la amplificará por el camino.

Demostración de conversaciones de la Universidad de Washington.

Demostración de conversaciones de la Universidad de Washington. Universidad de Washington Omicrono

Se dan dos principales diferencias respecto al sistema anterior. La primera iteración de los científicos requería unos auriculares especializados, obligando a usar equipo focalizado en este fin.

Además, para aislar la voz del interlocutor, era necesario que el usuario estuviera mirando a su conversador directamente. También era necesario que el usuario seleccionara la distancia de escucha, así como otros parámetros.

La IA evita este paso intermedio, a costa de un pequeño retraso en la reproducción del audio que no debería afectar a la conversación. Su único inconveniente es que dicho retraso puede suponer un problema en conversaciones multitudinarias.

Otro beneficio asociado a este diseño es que se aumenta enormemente las capacidades del sistema, ya que con él es posible gestionar una conversación múltiple con nada menos que cuatro personas al mismo tiempo, incluyendo al usuario de los auriculares.

Auriculares

Auriculares iStock Omicrono

Todo ello pudiendo detectar idiomas que van desde el japonés hasta el mandarín, pasando por el inglés. Eso sí, de momento la Universidad de Washington ha probado su innovación en unos auriculares supraaurales, con esperanza de extenderlo a más modelos.