Los usuarios de bicicletas eléctricas son cada vez más numerosos. Y más allá de una mayor potencia gracias a motores "con pocas piezas y mucha fuerza" o novedades en el diseño como un cargador escondido en la pata de cabra, lo que buscan es no tener que esperar tanto tiempo para recargar las baterías de sus vehículos de dos ruedas.
Ahora, la startup californiana Morelle se ha propuesto acabar con las largas esperas gracias a un nuevo modelo de bicicleta eléctrica que promete una carga completa en menos de 15 minutos.
Este avance, que podría redefinir el uso diario de las bicicletas eléctricas, llega de la mano de un equipo que incluye a Gary Fisher, uno de los pioneros del ciclismo de montaña e inventor de las primeras unidades de MTB, lo que añade una dilatada experiencia y credibilidad al proyecto.
Actualmente, el tiempo de recarga estándar para una bicicleta eléctrica se sitúa entre las tres y las seis horas. Así, los usuarios suelen aprovechar las horas nocturnas para recargarla, pero está implícita una gran limitación para un uso más intensivo y frecuente.
La propuesta de Morelle es acabar con esta barrera, de forma similar a lo que están haciendo los fabricantes de baterías para coches eléctricos. La compañía está desarrollando una batería de 350 Wh, integrada discretamente en el tubo inferior del cuadro, diseñada específicamente para alcanzar esta velocidad de carga sin precedentes.
La tecnología clave
El secreto detrás de esta innovación reside en un cambio fundamental en la química de la batería. Morelle ha decidido sustituir el ánodo de grafito, el estándar en la mayoría de las baterías de iones de litio actuales, por un ánodo de silicio.
La compañía afirma que su ánodo de silicio posee una capacidad energética diez veces superior a la del grafito. Y eso no solo permitiría aumentar la densidad energética de la batería, es decir, que almacene más energía en el mismo espacio, sino que también facilitaría una velocidad de carga mucho más rápida.
Imagen frontal de la nueva bicicleta eléctrica de Morelle
Históricamente, el uso del silicio en baterías se ha visto frenado por un problema inherente: su tendencia a expandirse y contraerse significativamente durante los ciclos de carga y descarga. Este fenómeno provoca una degradación acelerada del material, lo que se traduce en una menor durabilidad y una vida útil más corta para la batería.
Sin embargo, desde Morelle aseguran haber superado este obstáculo. Según lo que han revelado, su tecnología de última generación permitiría que las celdas de la batería soporten altas potencias, almacenen una gran cantidad de energía y se carguen a velocidades muy elevadas sin comprometer su longevidad. De momento, la compañía garantiza una vida útil de más de 1.000 ciclos de carga, una cifra que se sitúa en el rango alto del mercado de bicicletas eléctricas.
Para asegurar esta durabilidad, Morelle ha desarrollado un sistema integrado de hardware y software en sus cargadores. Su cometido es realizar diagnósticos de la batería en tiempo real y ajustar dinámicamente los protocolos de carga para optimizar y extender su vida útil, aprendiendo de los patrones de uso de cada usuario.
Un ecosistema de carga rápida
La visión de Morelle va más allá de un único producto, ya que la empresa pretende definir un nuevo estándar para la carga de micromovilidad. Denominan Nivel M1 a la potencia de carga actual de prácticamente todas las bicicletas eléctricas del mercado, que oscila entre 100 y 300 vatios.
En cambio, sus bicicletas y baterías operarán en los niveles M2, con potencias de 1.000 a 1.200 vatios, y ya preparan el nivel M3, que superará los 1.500 vatios y puede suponer un enorme salto cuantitativo.
Para hacer realidad esta infraestructura, Morelle planea instalar puntos de carga rápida en ubicaciones estratégicas, basándose en los mapas de uso de sus clientes. Su objetivo es integrar sus dispositivos en los puntos de recarga de Nivel 2 ya existentes para los coches y otros vehículos eléctricos, creando una red cómoda y accesible.
Diseño preliminar de los cargadores de Morelle
Gary Fisher lo describió así en declaraciones a la revista Velo: "No solo estamos construyendo bicicletas eléctricas; estamos creando una experiencia de usuario totalmente nueva". Fisher añadió que su "carga completa en 15 minutos transformará los desplazamientos diarios, el cicloturismo y las aplicaciones de flotas, haciendo las bicicletas eléctricas más accesibles y prácticas que nunca".
Una e-bike ligera y potente
Más allá de su revolucionaria batería, la bicicleta de Morelle se presenta como un ejemplo de diseño de última generación. Con una estética urbana, minimalista y atemporal, la compañía busca mantener el peso total del conjunto en torno a los 13,6 kg para facilitar su manejo, transporte y almacenamiento.
Aunque la lista completa de especificaciones aún no se ha revelado (faltan detalles tan importantes como la autonomía, por ejemplo), Morelle ha confirmado que montará un motor central de alto par. Este tipo de motor es conocido por ofrecer una potente asistencia al pedaleo, ideal para entornos urbanos con pendientes pronunciadas.
La asistencia permitirá a los ciclistas alcanzar velocidades de hasta 45 km/h, aunque este límite deberá ajustarse a la normativa europea de 25 km/h para ser considerada una EPAC (bicicleta de pedaleo con asistencia eléctrica) en España.
Las primeras entregas de la bicicleta eléctrica de carga ultrarrápida de Morelle están previstas para el primer trimestre de 2026. El precio de partida estimado es de 3.000 dólares (unos 2.790 euros) y quien esté interesado ya puede realizar una reserva reembolsable de 50 dólares (aproximadamente 43 euros) para asegurarse una de las primeras unidades de producción.
Más allá de este primer producto de Morelle, la compañía confía en que su tecnología de baterías tenga un potencial mucho mayor. Además de cargar bicicletas y patinetes eléctricos, su ecosistema de carga rápida puede ser muy beneficioso para el campo de la robótica autónoma.
Y es que, gracias a estos nuevos puntos de carga y tecnología de baterías con ánodos de silicio, los robots podrán recargarse en minutos para volver a sus tareas, eliminando los largos tiempos de inactividad o los complejos sistemas de intercambio de baterías.
