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La innovación en el mundo de las bicicletas eléctricas de montaña no toca techo. En los últimos años, hemos visto cómo los motores han pasado de ser un añadido voluminoso a convertirse en componentes cada vez más pequeños y ligeros, como el CentriX de ZF, tan compacto como una lata de cerveza, o el potente sistema Avinox de DJI.

Con las marcas calentando motores para Eurobike 2025, la feria más importante del sector, que se celebrará en Frankfurt a finales de junio, el fabricante alemán TQ Group ha querido dar un puñetazo en la mesa con su nuevo motor TQ‑HPR60.

El heredero del superventas HPR50 supone una clara apuesta por una asistencia eléctrica natural, silenciosa y ligera, pensada para que la sensación al pedalear se asemeje a la de una bicicleta de montaña tradicional, pero con la potencia y el par motor necesarios para superar cualquier reto.

TQ ha aplicado a este nuevo modelo todo lo aprendido en sus productos para el sector aeroespacial y el de la robótica, adaptando la tecnología de engranaje armónico al mundo del ciclismo. Se trata de una evolución de su exitoso sistema Harmonic Pin‑Ring (HPR), que ya estaba presente en el HPR50 pero que ahora se optimiza en este nuevo modelo.

Los engranajes armónicos son habituales en robots quirúrgicos, satélites y vehículos de exploración lunar debido a su precisión y durabilidad. Trasladar esto a una bicicleta eléctrica supone contar con una transmisión mucho más rápida, resistente, silenciosa y ligera de lo habitual.

Qué es la transmisión armónica

En los motores centrales convencionales, el pedaleo del ciclista transfiere la potencia al eje del pedalier. Los sensores integrados en el motor se encargan de registrar el par y la cadencia, y una unidad de control procesa esa información y regula la potencia del motor.

También es importante el cometido de la caja de cambios, que es la encargada de transmitir la asistencia del motor al plato, en un movimiento sincronizado con el del pedaleo. Para generar mucha potencia, se necesitan relaciones de transmisión elevadas, que requieren numerosos engranajes, a pesar de que sólo unos pocos dientes se engranan de forma simultánea.

El motor eléctrico TQ-HPR60

Así, para lograr esa relación de transmisión, el sistema necesita muchos componentes individuales, lo que implica sacrificar espacio y peso para conseguir la potencia deseada.

En ese sentido, el sistema Harmonic Pin‑Ring de TQ supone un cambio de paradigma. Sus componentes son un anillo interior, un anillo exterior y un generador de ondas elípticas, tres piezas concéntricas que trabajan en conjunto para ofrecer una transmisión eficiente sin necesidad de engranajes planetarios ni correas tradicionales.

"En su corazón hay un doble anillo dentado en el que muchos dientes engranan simultáneamente", explica la propia TQ sobre HPR en su página web. "La forma de los dientes se elige para que encajen con precisión y para lograr la máxima presión superficial. Esto significa que se puede transferir mucha fuerza a pocas piezas". El resultado es un motor "sin pérdida de fuerza, mucho menos espacio de instalación y muchas menos piezas".

El nuevo HPR60

En comparación con motores convencionales de eMTB, que pueden superar los 85 Nm de par (como el Shimano EP8 o el Bosch CX), el nuevo HPR60 ofrece un par más comedido de 60 Nm y una potencia de 350 W. Esta elección responde a una filosofía distinta: no se busca potencia bruta, sino una sensación natural, una asistencia efectiva sin imponer un carácter 'motorizado' a la bicicleta.

Toma frontal de los anillos del TQ-HPR60 TQ Omicrono

El resultado es un sistema que pesa muy poco (1,9 kg y menos de 4 kg en conjunto con la batería) y es extremadamente compacto. Los ingenieros de TQ lo han diseñado para conseguir un factor Q (la medida entre el extremo de una biela hasta el extremo de la otra) muy estrecho, de unos 135 mm, que imita la ergonomía de las mountain bikes de toda la vida.

Además, a diferencia de otros motores eléctricos, el sistema HPR permite desacoplar completamente el eje cuando el motor está apagado. Esto reduce al mínimo la resistencia al pedalear sin asistencia, con pérdidas de energía insignificantes por rozamiento.

Al disminuir el número de piezas móviles, lo que aumenta la fiabilidad, reduce el desgaste y mantiene el ruido y la fricción muy por debajo de los estándares actuales. Eso se traduce también en un menor mantenimiento, una de las preocupaciones más habituales de los usuarios.

En última instancia, lo que ofrece este nuevo motor es "una respuesta directa e instantánea, que permite una experiencia de conducción excepcionalmente natural y dinámica".

La Yeti MTe, la primera eMTB que contará con el HPR60 Yeti Omicrono

En términos de integración estética, el HPR60 encaja a la perfección en todo tipo de bicicletas de montaña y gravel por su perfil bajo y su aspecto discreto. Esta apuesta ya dio grandes resultados con el HPR50 en modelos como la Trek Fuel EXe, y TQ quiere repetir la jugada asociándose con fabricantes como Yeti.

Así, además de la Propain Sresh SL, una de las primeras eMBT en lucir el flamante HPR60 será la Yeti MTe, en la que comparte protagonismo con la suspensión ajustable Sixfinity. Este sistema permite adaptar la amortiguación al estilo de conducción o al terreno sobre la marcha, con cuatro posiciones al alcance de los ciclistas más experimentados.

La Yeti MTe está disponible con packs de baterías de 290 Wh o 580 Wh, y gracias al motor de TQ en la versión con más autonomía apenas supera los 20 kg. Los precios, eso sí, son de gama alta, y se sitúan entre los 9.000 y los 13.500 euros.