La tecnología está muy presente en el campo de la medicina y cada vez se está implementando más. Por ejemplo, en España se pueden encontrar desde sensores que vigilan el corazón y que se implantan en Barcelona hasta robots que desinfectan hospitales en Burgos. El mundo de la oftalmología también se está beneficiando de este tipo de inventos, y ahora cuenta con una cabina inteligente capaz de detectar si un paciente tiene cataratas o miopía en menos de seis minutos.

El grupo de ingeniería Segula Technologies junto con Mikajaki, una start-up suiza experta en oftalmología, han conseguido el certificado europeo para comercializar EyeLib, una cabina de diagnóstico oftalmológica automatizada que se ha desarrollado con el objetivo de revolucionar la atención de los pacientes que padecen trastornos oculares; así como ayudar a descongestionar los centros médicos y la consecuente saturación de los profesionales.

Este dispositivo está equipado con inteligencia artificial y robótica, y destaca por ser capaz de realizar 100 mediciones oculares en menos de seis minutos y dar, de forma automática, una veintena de diagnósticos, entre los que se encuentran las cataratas, la miopía o la detección de un glaucoma. Una cabina que llegará a España "este año o el que viene", según han confirmado Jacky Hochner, cofundador y CEO de Mikajaki, y Stéphane Parpinelli, director de innovación de Segula Technologies, a EL ESPAÑOL - Omicrono.

En pocos minutos

EyeLib se presenta como una cabina móvil que permite realizar diagnósticos oftalmológicos exhaustivos y avanzados de una forma rápida y automatizada, al mismo tiempo que ofrece información suficiente para derivar al paciente al especialista más adecuado para cada caso. El funcionamiento de esta cabina es sencillo. El primer paso que debe dar el usuario es el de responder a un cuestionario online con un agente virtual dotado de inteligencia artificial, es decir, un chatbot.

Un paciente usando EyeLib. MIKAJAKI Omicrono

"Este cuestionario se puede responder directamente desde una pantalla situada en EyeLib como a través de un teléfono inteligente. En total se realizan 20 preguntas para establecer un prediagnóstico, y los algoritmos tienen integrados 600 síntomas y 120 enfermedades oculares", indica Jacky Hochner. Tras ello, el paciente es sometido a una rápida secuencia de mediciones optoeléctricas del ojo. 

EyeLib se ajusta a cada persona. Para ello, "analiza la morfología del rostro y la altura del paciente, y automáticamente realiza una sucesión de 100 medidas necesarias para un examen ocular completo, que se pueden tomar tanto de pie como sentado, incluso en silla de ruedas; y sin que el usuario realice ningún movimiento", explica Stéphane Parpinelli.

EyeLib en una clínica. MIKAJAKI Omicrono

En menos de seis minutos esta cabina inteligente puede analizar alrededor de 100 parámetros y generar un informe detallado que incluye imágenes de alta calidad de las estructuras anatómicas y ópticas del ojo. "Estos resultados se combinan después con los datos subjetivos recogidos por el cuestionario para generar, mediante varios algoritmos de inteligencia artificial, un prediagnóstico exhaustivo. La precisión de las mediciones permite derivar al paciente al especialista más adecuado para su caso", comenta Jacky Hochner.

Una evaluación rápida

Los creadores de esta cabina oftalmológica inteligente aseguran que la máquina es capaz de detectar cataratas, la miopía o un glaucoma, entre otros diagnósticos. Un dispositivo que actualmente está dirigido para usarse en los centros de salud con varios oftalmólogos presenciales y en la telemedicina; y que presenta una serie de ventajas.

EyeLib junto a la pantalla del cuestionario. MIKAJAKI Omicrono

Por ejemplo, sus creadores aseguran que los "algoritmos y procesos utilizan una gran cantidad de mediciones como datos de entrada, lo que permite una evaluación y una consulta previa exhaustivas, brindando al médico todos los datos necesarios para el diagnóstico durante la primera visita del paciente. Estas mediciones toman menos de seis minutos y, como resultado, se les remite al especialista adecuado".

También señalan que es una máquina "fácil de transportar, accesible para la personas en sillas de ruedas y permite realizar diagnósticos avanzados, rápidos y completos"; y es una forma de "ahorrar tiempo a los pacientes y los médicos". Los primeros prototipos de EyeLib se encuentran en Francia, concretamente en tres centros especializados en París, Nantes y Provins; y el objetivo de ambas compañías es el de llevar esta cabina a otros países europeos, siendo España "uno de los objetivos para su distribución".

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