AMD ha presentado Ryzen, su nueva gama de procesadores ideada para entusiastas.

Si buscas una CPU potente, hoy en día sólo hay una opción: Intel. AMD lleva demasiados años con la misma plataforma, con procesadores baratos pero que no alcanzan el nivel que quieren los que buscan el máximo rendimiento.

Esa época oscura ha terminado hoy, con la presentación de Ryzen, la gama de procesadores basada en la nueva plataforma Zen. Aún hay muchos detalles que no conocemos, pero la verdad es que los datos anunciados hoy por AMD ya habían sido filtrados, así que aparentemente el fabricante ha decidido sacarlos antes de tiempo.

Primeros datos de Ryzen

Ryzen estará compuesto por una variedad de procesadores, todos dirigidos a la gama alta. Por lo pronto sabemos que la frecuencia base del modelo de gama alta empezará a partir de los 3.4 GHz, pero no sabemos hasta dónde puede llegar.

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Estas CPUs tendrán 8 núcleos, que se traduce en 16 hilos de computación. En cuanto a la memoria caché, alcanza nada menos que los 20 MB; con 4 MB para la memoria de nivel 2 y una configuración 8+8 MB para la memoria nivel 3.

Aunque las cifras no están del todo decididas, AMD ha demostrado que sólo con la frecuencia base de 3.4 GHz los Ryzen son un buen rival; en la demostración de hoy, el Ryzen consiguió terminar unos dos segundos antes que un Core i7-6900K codificando un vídeo con Handbrake.

La potencia sin control no sirve de nada

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En cuanto al consumo, en una prueba con Blender a pleno rendimiento alcanzó un pico de 186,9 W; en tareas normales, el consumo no debería ser mayor que las opciones de Intel.

Todo esto es gracias a lo que AMD llama “Pure Power”; un sistema de sensores integrados que monitorizan la temperatura, velocidad y voltaje para que el centro de control controle el consumo en tiempo real.

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Para conseguir el equilibrio entre potencia y consumo, está la otra pieza del puzle, Precision Boost. Usando la información de Pure Power, puede ajustar la frecuencia en tiempo real en saltos de 25 MHz, dependiendo de la demanda; esto lo consigue sin provocar parones en la cola de procesos.

Los saltos de 25 MHz son algo nunca visto; ya existen muchos procesadores que varían su frecuencia según la carga, pero lo hacen en saltos de 100 MHz. La precisión añadida permitirá conseguir el punto justo de potencia necesaria para una tarea sin aumentar el consumo.

Red neuronal integrada para gestionar los procesos

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Otro aspecto que es muy innovador es que según AMD, los procesadores Ryzen tienen su propia red neuronal integrada. Este sistema se encarga de tomar decisiones sobre la cola de instrucciones; por ejemplo, qué instrucciones tienen que moverse a la memoria caché compartida, o qué instrucción tiene más prioridad.

La red neuronal es capaz de anticipar futuras decisiones, llegando a “pre-cargar” instrucciones si sabe que van a llegar a la cola. Al final, esto debería suponer en una mejora de rendimiento para la que no hace falta subir frecuencias.

Nuevas tecnologías en las placas base AMD

Aún es pronto para saber cómo se traducirá eso a “la vida real”, pero Ryzen traerá consigo más mejoras aparte del rendimiento; por ejemplo, gracias a la plataforma AM4 que usa, y con el chipset adecuado, podremos encontrar las últimas tecnologías en placas base AMD, como por ejemplo:

• Memoria DDR4.
• PCI de tercera generación.
• USB 3.1 de segunda generación, alcanzando los 10 Gbps.
• SSD en formato NVMe.
• SATA-Express

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Sí, todo eso ya estaba en placas base Intel, pero por fin podemos usar un procesador AMD sin sentir que estamos una generación por detrás.

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Ryzen aún guarda muchos misterios, siendo el precio uno de los mayores. Todo depende de lo que AMD presente al mercado a principios de 2017; le puede hacer la vida muy dura a Intel en una gama que creía ganada.