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Hardware

Cuando los wearables nos traicionan: el caso de la pulsera que se chivó de su propietaria

Los wearables son usados por la policía, es un hecho, como demuestra este caso de una mujer cuya denuncia fue demostrada falsa.

20 abril, 2016 22:27

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Una mujer ha acabado en libertad condicional después de que su wearable contradijese su versión en una denuncia, un nuevo caso en el que los wearables son usados por la policía.

La utilidad de los wearables queda fuera de toda duda desde el mismo momento en el que nos facilitan cosas con las que hasta entonces sólo habíamos soñado.

Por ejemplo, pulseras como las de FitBit nos permiten registrar nuestra actividad de fitness y recopilar nuestro progreso; todo lo que hacemos, dónde lo hacemos y cómo lo hacemos, se registra para ayudarnos a cambiar nuestro programa según nuestras necesidades.

Esta es información muy útil, desde luego, pero también muy sensible, porque incluye aspectos de nuestra vida que tal vez no queremos compartir con el mundo. Y como ha descubierto una mujer en Pensilvania, EEUU, también puede incluir información incriminatoria.

Un caso sospechoso con una pista clave en forma de wearable

El caso dio comienzo en marzo de 2015, cuando una mujer viajó a la casa de su jefe en Lancaster, Pensilvania, que le ofreció alojamiento. Un día, la policía recibió una llamada de auxilio, y cuando llegaron se encontraron la casa puesta patas arriba, con botellas de vodka tiradas y un cuchillo.

Según la mujer, aquella noche estaba dormida cuando, aproximadamente a medianoche, fue despertada, retenida y abusada sexualmente. Según su descripción, el culpable era un hombre de unos 30 años y que llevaba botas, pero ya entonces había algunos detalles del caso que no encajaban para los investigadores.

Para empezar, durante aquellos días había nevado, pero no había pisadas de nadie alrededor de la casa, lo que indicaba que el culpable debía estar en el interior de la casa desde el principio. Cuando indagaron, descubrieron que la mujer estaba a punto de perder su trabajo.

Los wearables son usados por la policía para llegar a la verdad

Pero la pista que realmente les reveló que estaban ante una posible denuncia falsa fue la pulsera Fitbit que encontraron en un pasillo; la mujer declaró que la había perdido mientras peleaba contra su agresor, y se mostró colaborativa con la policía, compartiendo su contraseña para que pudiesen descargar la información de uso de aquella noche.

Lo que los investigadores encontraron contradecía claramente la versión de la mujer; según los datos registrados por la pulsera, ella estaba despierta y andando normalmente durante el supuesto ataque. En ningún momento encontraron indicios en los datos de que hubiese sido atacada o que pelease con su agresor.

fitbit 2

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Después de la vista inicial, finalmente esta semana se ha confirmado la sentencia contra la mujer por tres cargos, uno de informes falsos a la policía, otro de falsa alarma, y otro de manipulación de pruebas. La mujer ha quedado en libertad condicional.

Aunque este caso deja mal sabor de boca, hay que recordar que ya se ha demostrado que los wearables pueden servir para proteger a mujeres y resolver casos de violación, abuso sexual, o crímenes violentos. En 2014, una mujer que fue atropellada usó los datos obtenidos por su Fitbit para demostrar que había afectado a su vida diaria, por ejemplo.

Este caso es una demostración de que los wearables capturan información siempre, ya nos sea útil o no. La moraleja puede ser: “Si vas a engañar a la policía, no lleves encima un aparato que registra todo lo que haces”.