Encendido estático del Super Heavy.

Encendido estático del Super Heavy. SpaceX Omicrono

Aviación y Espacio

China se 'inspira' en Elon Musk para sus cohetes reutilizables: plagia descaradamente a SpaceX y la Starship

Startups del país están fijándose poderosamente en los diseños de la firma aeroespacial, pero a una escala menor para hacerlos viables.

Más información: China, más cerca de plantar cara a la SpaceX de Musk: prueba con éxito su primer gran cohete reutilizable

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Las empresas privadas aeroespaciales están llevando a cabo una carrera espacial que implica la creación de cohetes reutilizables. SpaceX es la máxima representante, con obras como el Falcon 9 o la futura Starship que llevará al hombre a Marte y a la Luna.

Tal es el éxito de la firma de Elon Musk en este sentido que en China no se esconden a la hora de copiar los diseños de SpaceX. El primer ejemplo de esta replicación en forma de tecnología la vimos con el cohete Zhuque-3.

No tanto por el diseño, sino por su última prueba. El Zhuque-3 intentó realizar un vuelo con regreso controlado y recuperar la primera etapa hace apenas unas semanas, en el que se pudieron ver los esfuerzos chinos por copiar a SpaceX.

Copias a los cohetes de Musk

El modelo, construido por LandSpace, se lanzó a principios de este mes de diciembre. La idea era recuperar el cohete, lo que llevó a un intento de aterrizaje frustrado. El cohete terminó estallando y estrellándose cerca del punto marcado para la recuperación.

Si bien esto es comprensible, dado que era el primer vuelo del Zhuque-3, dicha prueba reforzaba el hecho de que Estados Unidos sigue siendo el primer país del mundo que ha logrado recuperar con éxito un cohete tras una misión orbital.

Starship en su cuarto vuelo de prueba.

Starship en su cuarto vuelo de prueba. SpaceX Omicrono

En contraposición, China ha logrado adelantarse a Estados Unidos al convertirse en la primera del mundo en poner en órbita un cohete propulsado por metano y oxígeno líquido, el Zhuque 2 (ZQ-2). Sin embargo, los plagios no se limitan a la tecnología.

En junio, una empresa llamada Astronstone anunció que también estaba desarrollando un cohete de acero inoxidable propulsado por metano que también utilizaría un sistema de recuperación de la primera etapa similar a Mechazilla.

Sí, la megaestructura de Musk que atrapa el cohete al bueno con dos brazos o palillos. Astronstone ni siquiera fingió no copiar a SpaceX, afirmando que estaba "adaptando plenamente su enfoque técnico al de SpaceX de Elon Musk".

El viernes, el periódico China.com, alineado con el Gobierno de China, informó que una empresa llamada "Beijing Leading Rocket Technology" dio un paso más. Bautizó su vehículo espacial como "Starship-1".

No solo eso; añadió que el nuevo cohete contaría con mejoras de inteligencia artificial, presentándose como un "cohete de inteligencia artificial totalmente reutilizable", en un intento de forzar la narrativa de la IA en esta presentación.

Starship en su plataforma de lanzamiento

Starship en su plataforma de lanzamiento SpaceX Omicrono

La cuestión del plagio no se limita a la industria privada china. El gobierno chino fue de los primeros en dar a conocer un cohete reutilizable superpesado con no pocas similitudes con su homónimo estadounidense.

Hablamos del Long March 9, un modelo totalmente desechable de tres etapas y propulsores sólidos atados a los laterales. El fabricante estatal chino no dudó en revelar este vehículo, un calco en algunas cuestiones al modelo de SpaceX.

A diferencia del vehículo Long March 9 del gobierno, la mayoría de las nuevas empresas chinas están comenzando con versiones más pequeñas del vehículo Starship, algo razonable para empresas que están iniciando su andadura en esta compleja industria.

Las startups chinas están convenciendo a los inversores de que pueden convertirse en el SpaceX de China, y la forma más obvia de hacerlo es construir cohetes similares, explican en ArsTechnica.

The Long March-5B Y2 rocket sits at the launch pad of Wenchang Space Launch Center

The Long March-5B Y2 rocket sits at the launch pad of Wenchang Space Launch Center CHINA DAILY Thomson Reuters

Cabe aclarar que todos estos cohetes, al menos en sus primeras fases de desarrollo, están resultando ser sustancialmente más compactos que la Starship. Lógico, ya que para una startup es totalmente inviable construir un cohete de tal envergadura.

Y es que debemos recordar que el Starship es el cohete más grande del mundo, con una altura de 121 metros, pensado para transportar tanto carga como tripulación a nada menos que la Luna y Marte.

De hecho, también se ha postulado como el cohete más potente jamás construido. Es una utopía que las startups espaciales chinas intenten siquiera, en sus primeros pasos, construir un dispositivo así, al menos a la misma escala.

No obstante, está por ver cuáles de estas iniciativas salen adelante y llegan a órbita y cuáles acaban enterradas en un cajón, pese a sus esfuerzos por imitar a las grandes ligas espaciales estadounidenses.