SWFO-L1 siendo observado en las instalaciones de la NASA.

SWFO-L1 siendo observado en las instalaciones de la NASA. BAE SYSTEMS NASA

Aviación y Espacio

La supervivencia planetaria es más real que nunca: la NASA consigue lanzar misiones para estudiar el Sol y sus efectos

Lo ha hecho en colaboración con la NOAA, estableciendo observatorios para comprobar cómo los fenómenos del clima solar afectan a la Tierra.

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El caos vivido en España con el famoso asteroide 2024 YR4 nos recordó la necesidad de establecer planes de defensa planetaria ante cualquier catástrofe. Con el ojo puesto directamente en el Sol, la NASA junto a la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) se dispondrá a estudiar su influencia.

El pasado miércoles, tanto la agencia espacial como la administración gubernamental pudieron lanzar desde Cabo Cañaveral nada menos que tres naves clave para el estudio de dicha influencia, que buscarán mejorar nuestra preparación "para el clima espacial".

El objetivo de las tres misiones lanzadas, explican desde la NASA, no es otro que proteger tanto la propia tecnología terrestre (que sufre las consecuencias de los temidos vientos solares) como los exploradores y robots espaciales actuales y futuros.

La NASA quiere 'mapear' la influencia del Sol

En total, se enviaron al espacio tres naves: la sonda IMAP (Sonda de Aceleración y Mapeo Interestelar) de la NASA y las naves SWFO-L1 (Seguimiento del Clima Espacial en Lagrange 1) y Observatorio de Geocorona de Carruthers, ambas de la NOAA.

El hecho de que sean tres misiones no es un hecho baladí. En palabras de la NASA, cada una de las misiones estudiará distintos efectos que tienen el clima solar y los vientos solares. En este último caso, se estudiará todos los procedimientos que dan lugar a estos fenómenos.

Momento del lanzamiento de las misiones.

Momento del lanzamiento de las misiones. NASA NASA

Los conocidos vientos solares, flujos continuos de partículas emitidas por el Sol que pueden llegar a afectar gravemente a nuestros sistemas de telecomunicaciones, serán estudiados desde sus orígenes en nuestra estrella hasta el espacio más allá de nuestro sistema solar.

La IMAP cartografiará el límite fronterizo de la heliosfera (la barrera que nos protege de los rayos cósmicos galácticos). Además, medirá las partículas de los vientos solares y las partículas energéticas que fluyen hacia el interior, desde el límite de nuestro sistema.

El Observatorio Carruthers Geocorona será la primera misión dedicada íntegramente a registrar los cambios en la capa más externa de la atmósfera, la exosfera. Estudiará la geocorona, el resplandor ultravioleta que emite nuestra exosfera cuando recibe luz solar.

La idea con Carruthers es que revele la forma en la que la exosfera responde a las tormentas solares y cómo esta cambia con el paso de las estaciones. Su nombre hace honor al doctor George Carruthers, que pudo diseñar el primer instrumento que consiguió imágenes de la geocorona.

Inspección del Observatorio de Geocorona Carruthers.

Inspección del Observatorio de Geocorona Carruthers. BAE SYSTEMS NASA

Por último, la misión SWFO-L1 de la NOAA servirá como observatorio meteorológico espacial totalmente operativo "a tiempo completo". La Administración espera poder observar la actividad solar y las condiciones espaciales cercanas a la Tierra todo el tiempo.

Y cuando decimos todo el tiempo, lo decimos de verdad. Operaciones durante las 24 horas del día, todos los días de la semana, sin descanso o interrupciones. Un monitoreo total que proporcione pronósticos meteorológicos espaciales con la mayor rapidez y precisión hasta el momento.

Cada una de estas misiones es especial en sí misma, ya que por ejemplo la SWFO-L1 se postulará como el primer observatorio de operatividad permanente en la NOAA para 'prever' el clima espacial, obteniendo datos en tiempo real desde Lagrange 1.

El observatorio Carruthers, por su lado, será la primera misión enfocada a la exosfera terrestre. Una generación de misiones que además de aportar datos valiosísimos a la investigación, servirán como salvaguarda para futuros exploradores y sistemas tecnológicos terrestres.

IMAP siendo cargado en la cámara de vapor del Centro XRCF de la NASA.

IMAP siendo cargado en la cámara de vapor del Centro XRCF de la NASA. NASA - Johns Hopkins NASA

Nicola Fox, directora científica de la NASA, relata que el objetivo de estas misiones es proporcionar la que ella califica como "la guía definitiva de supervivencia interplanetaria".

A su juicio, cada uno de estos avances refuerza una hipotética hoja de ruta hacia una presencia humana segura y sostenible "en otros mundos". Detalla además que estos descubrimientos apoyarán "la épica travesía de la humanidad".

Joe Westlke, director de la División Heliofísica de la NASA, ha aclarado que las tres misiones servirán para conocer mejor que nunca el Sol y sus efectos sobre nosotros. "Este conocimiento es crucial", expone el experto.

Según Westlake, todos los datos recabados serán tremendamente importantes, ya que "la actividad del Sol impacta diariamente en nuestra vida diaria, desde las redes eléctricas hasta el GPS".

Técnicos junto al Observatorio de Geocorona Carruthers y el SWFO-L1.

Técnicos junto al Observatorio de Geocorona Carruthers y el SWFO-L1. NASA - Frank Michaux NASA

Los datos del IMAP servirán para comprender mejor la forma que tiene nuestro entorno espacial de dañarnos a nosotros y a nuestras tecnologías. La misión Carruthers nos ayudará, a su vez, a mejorar nuestra capacidad de predecir los impactos de la actividad solar en la Tierra.

El lanzamiento es solo el punto de partida. Horas después, las tres misiones se desplegaron sin éxito y confirmaron que estaban funcionando con total normalidad. Pero aún les queda mucha travesía.

Según la NASA, las naves espaciales se dirigirán al punto Lagrange 1 o L1, un punto entre la Tierra y el Sol que se sitúa a nada menos que 1,5 millones de kilómetros de nosotros. Una ubicación idónea para la observación solar mediante sistemas de observación.

La agencia espacial cree que las naves llegarán en enero al punto L1, donde comprobarán sus instrumentos y calibrarán sus sistemas para comenzar sus misiones y entregar datos lo más pronto posible.