Representación del radiotelescopio CHIME localizando FRB 20250316A

Representación del radiotelescopio CHIME localizando FRB 20250316A Daniëlle Futselaar/Observatorio MMT Omicrono

Aviación y Espacio

Descubren por primera vez el origen de una misteriosa señal de radio cósmica: "Es el inicio de una nueva era"

Astrónomos han conseguido determinar la procedencia de una FRB "espectacularmente brillante" gracias a los telescopios CHIME y James Webb.

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Nuevo hito astronómico gracias al nuevo telescopio CHIME y James Webb. Un equipo internacional de astrónomos ha localizado el origen de la ráfaga rápida de radio (FRB) más brillante que se ha detectado hasta ahora en una galaxia cercana. Las FRB son uno de los mayores misterios de la astrofísica actual.

Se trata de potentes destellos de ondas de radio espaciales que duran milisegundos. Estas ráfagas ocurren cada uno o dos minutos y cada una emite más energía que la que produce el Sol en un año entero. Los investigadores sospechan que son el resultado de eventos cósmicos extremos.

No obstante, la fugacidad de este fenómeno hace extremadamente complicado su estudio, "desaparecen en mucho menos tiempo del que tarda un parpadeo", explican desde la Universidad de California en Santa Cruz, uno de los centros que ha participado en el estudio. Por este motivo, hasta ahora no se había podido determinar el origen exacto de las FRB.

Durante los últimos ocho años, el radiotelescopio CHIME de la Columbia Británica ha explorado una amplia red para capturar miles de estos eventos astrofísicos. Con la ayuda del telescopio espacial James Webb, se ha podido determinar el origen de una FRB "espectacularmente brillante", algo que supone "un punto de inflexión".

Detectada en marzo por CHIME desde la dirección de la Osa Mayor, se le ha dado el nombre de "FRB 20250316A" y bautizado con la cariñosa abreviatura de "RBFLOAT" (Radio Brightest Flash Of All Time). Utilizando únicamente este radiotelescopio se ha podido identificar el punto de origen y publicar los hallazgos en la revista The Astrophysical Journal Letters.

Recreación artística del James Webb

Recreación artística del James Webb NASA GSFC/CIL/Adriana Manrique Gutierrez

"Anteriormente, detectábamos muchas FRB, pero solo teníamos información rudimentaria sobre su ubicación en el cielo", Bryan Gaensler, coautor del estudio y decano de la División de Ciencias de la UC Santa Cruz explica así la importancia de este trabajo. "Era como hablar con alguien por teléfono sin saber desde qué ciudad o estado llamaba". Ahora sabemos no solo su dirección exacta, sino también en qué habitación de su casa se encuentra mientras habla", añade.

Para investigar el origen de RBFLOAT, los investigadores se basaron en los telescopios de apoyo de CHIME, recientemente terminados, que abarcan Norteamérica desde la Columbia Británica hasta el norte de California y Virginia Occidental. Esta disposición otorga una nitidez de visión sin precedentes y permite rastrear la explosión de la onda de radio hasta una región de tan solo 45 años luz de diámetro (más pequeña que un cúmulo estelar promedio) en las afueras de una galaxia a unos 130 millones de años luz de distancia.

"Es como detectar una moneda de veinticinco centavos a 96 kilómetros de distancia”, aclara Cook, estudiante de doctorado de Gaensler. Después de descubrir la onda de radio y localizar la explosión, la siguiente fase recurre a las imágenes infrarrojas del telescopio espacial James Webb para observar el lugar exacto donde se originó.

"Hemos dado el primer paso en una nueva vía para resolver el misterio de las FRB utilizando la nítida imagen del JWST para identificar con mayor precisión las ubicaciones de donde emanan", concluyó Berger. Puesto que los astrónomos aún no son capaces de predecir cuándo ni de dónde provendrá la próxima FRB, necesitan estar preparados para desplegar con rapidez el James Webb cuando se vuelva a detectar una onda de radio de este tipo.

Con esta investigación se tambalean algunas de las suposiciones que se han mantenido durante mucho tiempo sobre estas misteriosas señales cósmicas. A pesar de ser la FRB más brillante jamás observada, los investigadores no han detectado ráfagas repetidas provenientes de la misma fuente, ni siquiera en los cientos de horas que el instrumento de sondeo CHIME observó su posición durante más de seis años. Esto contradice la idea predominante de que todas las FRB se repiten con el tiempo.