Bombardero B-2 Spirit escoltado por cazas F-35

Bombardero B-2 Spirit escoltado por cazas F-35 Samantha White / USAF

Aviación y Espacio

Una partida de ajedrez aéreo: así jugó al despiste EEUU con el bombardero más icónico del mundo para atacar a Irán

El despliegue aéreo como parte de la Operación Martillo de Medianoche es uno de los más importantes de la historia reciente, en EEUU y en todo el mundo.

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La noche del 22 de junio de 2025 pasará a la historia como un punto de inflexión en los equilibrios geoestratégicos de Oriente Medio. "Los ataques fueron un éxito militar espectacular", declaró el presidente estadounidense Donald Trump. "Las principales instalaciones de enriquecimiento nuclear de Irán han sido destruidas total y completamente".

Esta participación estadounidense es un espaldarazo para Israel, que lleva ya algunas semanas ejecutando ataques en territorio iraní mientras recibe misiles en su territorio prácticamente cada noche, con éxitos y fracasos por parte de la afamada Cúpula de Hierro.

El ataque comandado por Trump, bautizada como Operación Martillo de Medianoche, llega en un momento clave, ya que, según Israel, sus Fuerzas Armadas han sido capaces de desbaratar buena parte de las defensas tierra-aire y disponen prácticamente de control absoluto sobre el espacio aéreo iraní.

Según el general Dan Caine, jefe del Estado Mayor Conjunto de EEUU, en la Operación Martillo de Medianoche han participado un total de 125 aeronaves, entre las que se encuentran bombarderos, aviones de reabastecimiento, plataformas de inteligencia y cazas de combate.

Despliegue aéreo liderado por el B-2 Spirit

Despliegue aéreo liderado por el B-2 Spirit Lauren Cobin / USAF

En la rama naval, el único participante activo ha sido un submarino en el área de responsabilidad del Comando Central, que lanzó "más de dos docenas de misiles de crucero Tomahawk" contra algunas posiciones clave iraníes como aperitivo a la incursión aérea.

"Esta operación se diseñó para dañar gravemente la infraestructura de armas nucleares de Irán", explicó Caine durante la comparecencia. "Se planeó y ejecutó en múltiples dominios y teatros de operaciones, con una coordinación que refleja nuestra capacidad de proyectar poder globalmente, con rapidez y precisión, en el momento y lugar que nuestra nación decida".

Uno de los puntos que Caine ha tratado durante su comparecencia ha sido la utilización de aviones como señuelo. En concreto, una parte de los bombarderos B-2 Spirit desplegados —los aviones protagonistas del ataque junto a las bombas GBU-57— voló hacia el oeste, poniendo rumbo a Hawáii y Guam, mientras el equipo que ejecutó el ataque ya estaba en el Atlántico.

En algunos puntos de la trayectoria, el grupo señuelo fue dejando pistas sobre su posición, como cuando contactaron por radio abierta sobre el Pacífico. Este tipo de comunicaciones, así como la aparición en aplicaciones de seguimiento de vuelos, son totalmente voluntarias y responden siempre a una necesidad de visualización o, al menos, a no estar participando en un vuelo secreto.

Viaje al corazón de Irán

Los últimos días y horas antes de la ejecución del ataque sobre territorio iraní han sido frenéticos para la Fuerza Aérea de Estados Unidos. Si bien cuentan con numerosos emplazamientos estratégicos a lo largo y ancho del planeta, el traslado de los bombarderos B-2 ha supuesto un auténtico reto.

Los B-2 despegaron de la Base Aérea de Whiteman, en el estado de Misuri, único hogar de este modelo tan específico de aeronave que está operada por el 509ª Ala de Bombarderos. Según los últimos datos de World Air Forces, EEUU cuenta con un total de 18 unidades en activo.

Reabastecimiento en vuelo de un B-2 Spirit

Reabastecimiento en vuelo de un B-2 Spirit Samantha White / USAF

Uno de los aspectos más relevantes del despliegue estadounidense es que los B-2 son los únicos aviones de la Fuerza Aérea capaces de acarrear en su interior bombas GBU-57, de más de 14.000 kilogramos cada una de ellas.

Debido al tamaño, el bombardero tan sólo puede equipar dos unidades, pero donde realmente está el factor limitante es en el peso. Según datos oficiales, el B-2 tiene un tope de carga de alrededor de 28.000 kilogramos, lo imprescindible para llevar dos de esas bombas. Y prácticamente nada más.

Este hecho obliga a los aviones a salir con el combustible justo para poder despegar y ascender durante los primeros minutos a plena carga e, inmediatamente después, conectarse a una aeronave cisterna para rellenar sus tanques de queroseno.

Se trata de una maniobra muy común —todavía más en fuerzas aéreas como la estadounidense con despliegues a miles de kilómetros de sus bases—, pero no quita un adición importante de complejidad al despliegue rumbo a Irán.

El equipo principal de ataque, compuesto por 7 bombarderos B-2 Spirit, cada uno con dos tripulantes y el mismo número de bombas, "avanzó silenciosamente hacia el este con escasas comunicaciones", apuntó Caine. "Durante las 18 horas de vuelo hasta la zona objetivo, la aeronave realizó múltiples reabastecimientos de combustible en vuelo".

En la infografía mostrada durante la comparecencia del general Caine y Pete Hegseth, secretario de Defensa de EEUU, aparece esquematizado el recorrido seguido por el grupo aéreo de ataque, incluido el sobrevuelo de la zona sur peninsular.

Esquema del despliegue aéreo de la Operación Martillo de Medianoche

Esquema del despliegue aéreo de la Operación Martillo de Medianoche Departamento de Defensa de EEUU

Esto coincide con las declaraciones que Margarita Robles, ministra de Defensa de España, aportó hace sólo unos días indicando la presencia de aviones de reabastecimiento estadounidenses en las bases de Rota (Cádiz) y Morón de la Frontera (Sevilla).

El eje sur peninsular, esencialmente el que une Rota y Almería, es una de las zonas de paso más importantes y recurrentes de la Fuerza Aérea de Estados Unidos. Desde la Guerra Fría, el tráfico de aeronaves militares de Washington DC es una constante, así como las maniobras de suministro sobre el mar de Alborán.

El engaño del Pacífico

Tras el despegue desde Whiteman, una parte del paquete de bombarderos desplegados "procedió al oeste", hacia el Pacífico, "como señuelo", explicó Caine. El militar explica que esta estrategia formó parte de un plan "para mantener la sorpresa táctica", mientras el grueso de la expedición sobrevolaba el mar Mediterráneo.

Antes de que el general Dan Caine, jefe del Estado Mayor Conjunto, compareciera ante los medios, la tesis más aceptada sobre el ataque en Irán era que se había realizado siguiendo el corredor oeste desde EEUU, incursionando por tanto desde el Índico.

B-21 Spirit aterrizando

B-21 Spirit aterrizando Whitney Erhart / USAF

Tras el reabastecimiento inicial, nada más despegar, se creía que los B-2 de la operación pusieron rumbo al océano Pacífico, abandonado suelo estadounidense por California, dirigiéndose luego rumbo a Hawáii y, más tarde, a Guam.

De hecho, la formación de aeronaves señuelo fue dejando algunas pistas de su posición a medida que se aproximaban hacia el oeste. Por ejemplo, según The New York Times, pudieron escucharse por radio sobre el Pacífico.

Las aeronaves militares cuentan con estándares de seguridad diferentes de los aviones comerciales que les permite ser invisibles en esas webs y aplicaciones de seguimiento. Así como la comunicación con los controladores aéreos por vías diferenciadas cifradas y, por supuesto, no al alcance de cualquier radioaficionado.

El empleo de la ruta del Pacífico no estaba en absoluto descartada por los analistas. Hay que tener en cuenta que Estados Unidos tiene una base militar en la isla Diego García, de dominio británico, unas millas náuticas al suroeste de la India.

B-2 Spirit

Este enclave, situado en una de las regiones más remotas y menos transitadas del planeta, ha sido desde hace años una de las ubicaciones preferidas por el Pentágono para la ejecución de todo tipo de misiones en Oriente Medio. Aunque esta vez haya quedado relegado a un segundo plano.

Los últimos informes sobre la presencia estadounidense en Diego García apuntan al destacamento de varios bombarderos B-52 en la base militar, otro de los gigantes de la Fuerza Aérea pero que no cuenta con la capacidad de desplegar las bombas GBU-57.

Martillo de Medianoche

La Operación Martillo de Medianoche ha supuesto un despliegue de sistemas aéreos sin precedentes. De hecho, desde el Departamento de Defensa de EEUU ya se habla de la mayor operación de la historia en la que han estado involucrados los bombarderos B-2 Spirit.

"Una vez sobre tierra, los B-2 se conectaron con aeronaves de escolta y apoyo en una maniobra compleja y de ritmo preciso, que requirió una sincronización entre múltiples plataformas, todo con comunicaciones mínimas", explicó Caine.

Misil de crucero Tomahawk

Misil de crucero Tomahawk Justin Wolpert / Navy

"Este tipo de integración es precisamente lo que nuestra fuerza conjunta hace mejor que nadie en el mundo", afirmó el general.

Tras el lanzamiento de los Tomahawks por parte del submarino, Estados Unidos utilizó diversas tácticas de engaño, incluyendo señuelos, mientras aviones de cuarta y quinta generación se desplazaban hacia delante del grupo a gran altitud y velocidad, "barriendo el frente en busca de cazas enemigos y amenazas de misiles aire-tierra".

El grupo de protección "empleó armas de supresión de alta velocidad para garantizar el paso seguro del grupo de ataque", señaló Caine. A partir de ese momento, mientras los cazas "limpiaban" la zona, los B-2 Spirit fueron dejando caer las bombas GBU-57 sobre las ubicaciones nucleares de Irán.

En cuanto finalizaron, pusieron rumbo oeste, deshaciendo el camino hecho, dirección EEUU. "No tenemos conocimiento de ningún disparo contra el grupo al salir", apuntó el general Caine.

Bomba GBU-57

Bomba GBU-57 USAF

"Los cazas iraníes no volaron. Y parece que los sistemas de misiles tierra-aire no nos detectaron". Tras aproximadamente 37 horas de vuelo —18 de ida, una de operación y otras 18 de vuelta—, todos los B-2 Spirit regresaron de forma satisfactoria a su base en Missouri.

"Esta misión no ha tenido como objetivo un cambio de régimen", declaró Pete Hegseth, secretario de Defensa de EEUU, en la misma comparecencia de Caine. "El presidente autorizó una operación de precisión para neutralizar las amenazas a nuestros intereses nacionales que plantea el programa nuclear iraní".

"El ejército más poderoso del mundo está preparado para defender a nuestro pueblo", afirmó Hegseth, quien también ha apuntado a que responderán "si es necesario" a cualquier contraataque por parte de Irán. Al cierre del artículo, desde Teherán prometen venganza, aunque apuntan a que será cuando y como ellos lo decidan.