El último vuelo de la Patrulla Águila

El último vuelo de la Patrulla Águila A. Molina

Aviación y Espacio

El último vuelo de la Patrulla Águila: así despide España a 40 años de acrobacias imposibles y formación aérea avanzada

Tras 40 años como estandarte mundial dentro de la Patrulla Águila, el C-101 ha realizado su último vuelo dentro del Festival Aéreo Aire 25 en Murcia.

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Base Aérea San Javier (Murcia)
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El reloj marcaba las 13:30, un sol de justicia radiaba calor sobre las aguas del Mar Menor, y la Patrulla Águila despegaba por última vez en su historia. Los cielos murcianos han sido el lienzo sobre el que la formación, liderada por el comandante Sánchez Martín, ha dibujado figuras imposibles para despedirse por todo lo alto de 40 años de historia.

Lo hizo con cientos de miles de personas como testigo, que se agolparon en las playas murcianas, sombrilla y nevera azul en ristre, para disfrutar también de todas las aeronaves participantes en el día grande del Festival Aéreo Aire 25, organizado por el Ejército del Aire y del Espacio.

De facto, este último vuelo de la Patrulla Águila ha supuesto el punto álgido de todo el Festival, una cita internacional que no se han perdido algunas de las mejores patrullas acrobáticas de toda Europa, como la francesa, la suiza o la británica.

Según han explicado fuentes del Ejército del Aire y del Espacio a EL ESPAÑOL-Omicrono, "el Consejo Aeronáutico tiene dudas sobre cómo será el futuro después de que este mismo lunes se dé por finalizada la actividad de la Patrulla Águila".

Último vuelo de la Patrulla Águila

Último vuelo de la Patrulla Águila A. Molina Murcia

La "desactivación" de la unidad está directamente relacionada con la retirada de los cazas C-101, los que han protagonizado la Patrulla desde que comenzara a volar hace justo 40 años, unos pocos después de integrarse como avión de instrucción.

"El de la Patrulla Águila es un nombre muy potente, no sabremos qué vendrá después, pero hay que buscar otro", ha señalado otra fuente del Ejército del Aire y del Espacio a este medio.

Lo único que, por el momento, está claro es que no se emplearán los Pilatus PC-21 como una nueva patrulla acrobática. "Al menos a corto o medio plazo". Dada la extrema complejidad y entrenamientos que requieren este tipo de maniobras por parte de los pilotos.

"Para el Desfile del 12 de octubre, será la Patrulla Aspa la que dibujará la bandera de España sobre Madrid", ha indicado. "Ya han hecho algunas pruebas, sobre Jaén, y todo ha ido muy bien; nos han dicho que están preparados".

Actualmente, el Pilatus PC-21 es el avión de instrucción de referencia de la Academia General del Aire y Felipe VI se puso a los mandos por primera vez el sábado, el primer día del Festival. Se trata, además, del avión que pilotará la Princesa Leonor cuando comience en septiembre el curso en esa Academia.

Aire 25

El festival aéreo, presentado en abril, comenzó el sábado con la exposición estática de todas las aeronaves pertenecientes al Ejército del Aire y del Espacio español junto con los invitados internacionales. Decenas de aviones de todo tipo, helicópteros y drones dispuestos en la plataforma de la Base Aérea murciana.

Fue una ocasión extraordinaria para poder ver de cerca estos aviones acompañados de algunos tripulantes que hacían el papel de guías e instructores resolviendo la curiosidad de los asistentes, quienes pudieron subirse al interior de varios modelos.

Patrulla Suiza

Patrulla Suiza A. Molina Murcia

Uno de los que más llamó la atención entre el público fue el Canadair CL-415, apodado cariñosamente como El Botijo, perteneciente al Grupo 43 que todos los años salva de ser pasto del fuego miles de hectáreas de naturaleza.

Hubo oportunidad para ver el gigante A400M, Eurofighters, F-18, los helicópteros Tigre y Chinook del Ejército de Tierra o el Harrier de la Armada; todos ellos en el plano nacional de aeronaves en servicio. También se expusieron varios aviones históricos de instituciones como la Fundación Infante de Orleans.

Chinook en Aire 25

Chinook en Aire 25 A. Molina

Ya el domingo, segundo y último día de Aire 25, la Patrulla Acrobática Paracaidista (PAPEA) abrió la veda de la exhibición aérea a eso de las 10 de la mañana, inaugurando un compás que hizo las delicias de los allí presentes que pudieron ver en vuelo las mismas aeronaves que el sábado pudieron tocar con sus propias manos.

Realizaron acrobacias aéreas la Patrouille Suisse (Suiza), Frecce Tricolori (Italia), Red Arrows (Reino Unido), la Patrulla Águila y la Patrulla Aspa (helicópteros del Ejército del Aire y del Espacio españoles con base en Armilla, Granada). La exhibición se cerró con el dron Predator, basado en Talavera la Real.

Cuatro décadas de acrobacias

El pasado 4 de junio, la Patrulla Águila cumplió 40 años de actividad desde que los primeros cinco Mirlos, como se conoce al caza dentro del Ejército del Aire, realizaron su primer vuelo de entrenamiento sobre la Academia General del Aire en la misma Base de San Javier.

Durante una hora, tal y como apuntan desde la Revista Española de Defensa, los cazas realizaron todo tipo de figuras en formación, incluidos toneles y loopings, dando fe del buen rendimiento que la plataforma había suscrito desde que levantara el vuelo a principios de verano de 1977.

Formación acrobática en el último vuelo de la Patrulla Águila

Formación acrobática en el último vuelo de la Patrulla Águila A. Molina Murcia

Entre las maniobras características de la Patrulla Águila, que no realiza ninguna otra en el mundo, está la del aterrizaje de todos los reactores juntos, un momento que pone de relieve la extraordinaria integración de todos sus ocupantes al enfrentarse al unísono a la maniobra operativa más delicada.

"Pedí voluntarios y salieron 15 pilotos en total, aunque cinco de ellos nunca llegaron a volar", según explica Francisco Carrizosa, por entonces capitán del Ejército del Aire, hoy retirado, quien fundó la Patrulla Águila y ejerció como jefe y líder de la misma.

La primera mujer en integrarse dentro de la Patrulla Águila fue Rosa María García-Malea López, natural de Almería, quien tomó los mandos de un C-101 en el año 2017, una década después de convertirse en la primera piloto de caza en el Ejército del Aire.

Tan sólo 10 días después de la primera toma de contacto de los pilotos realizada el 4 de junio, la Patrulla Águila viajó hasta Jerez de la Frontera, donde ejecutó la primera exhibición aérea de su historia frente al gran público y cosechando el primero de un número incontable de éxitos a lo largo y ancho del planeta.

Vuelo de la Patrulla Águila

Vuelo de la Patrulla Águila Izan González Base Aérea de San Javier (Murcia)

Durante todo este tiempo, han acumulado nada menos que 38.000 horas de vuelo y más de 20.000 misiones en más de 500 exhibiciones, 170 de ellas ejecutadas fuera de España.

El caza español

Los inicios del C-101 se remontan a 1974. El Consejo de Ministros del 21 de junio de ese mismo año tomó la decisión de cancelar el llamado Gran Proyecto GP3, un avión de despegue y aterrizaje en cortas distancias para la Defensa, lo que impulsó indirectamente la materialización del caza de la Patrulla Águila.

"En las listas de necesidades del Ejército del Aire figuraba en lugar destacado un avión reactor ligero de enseñanza básica avanzada para los años 80", tal y como recoge la Revista de Aeronáutica y Astronáutica de enero de 1980.

Por aquel entonces, la compañía Construcciones Aeronáutica SA (CASA, años después integrada en Airbus) se encargó del proyecto y comenzó los primeros estudios para hacerlo realidad.

Según la misma publicación, tuvieron en "cuenta que la fabricación de este tipo de avión estaba al alcance del nivel tecnológico de la industria aeronáutica española" y contaban con la posible ayuda exterior si fuera necesario; algo que finalmente ocurrió.

Dos C-101 con los colores antiguos

Dos C-101 con los colores antiguos Ejército del Aire y del Espacio

"El verano de 1974 fue de intensa actividad en esa oficina de proyectos, ya que se realizaron estudios de mercado, de filosofías de entrenamiento o de utilización de los medios aéreos en distintos países". Hasta "llegar a un concepto de entrenador".

En enero de 1975, solo unos meses después de esta fase primigenia y de habérselo presentado oficialmente al por entonces Ministerio del Aire, el Consejo de Ministros se volvió a reunir para autorizar la continuación del proyecto, el avance en el desarrollo y la construcción de cuatro prototipos.

Durante este periodo de planteamiento del avión, el equipo de ingenieros de CASA tuvo que tomar una decisión crítica para elegir el motor de reacción que protagonizaría el sistema de propulsión del C-101. Tras evaluar varios modelos, el elegido fue finalmente el Garret TFE-731.

Por entonces, ese modelo de reactor tan sólo se había utilizado en algunos aviones de negocios estadounidenses y se desconocía de qué manera podría rendir a bordo de un caza. Sin embargo, los buenos datos de empuje y consumo que registraba para la época fueron claves para tomar la decisión.

La Patrulla Águila junto a otras aeronaves en una exhibición aérea internacional

La Patrulla Águila junto a otras aeronaves en una exhibición aérea internacional Chen Peng / EdAyE

Dando un pequeño salto temporal, "el año 1976 fue de intenso trabajo de cálculo y ensayos en túnel" de viento. Los ejecutados a baja velocidad se llevaron a cabo en unas instalaciones del INTA, mientras que los de alta velocidad —en régimen transónico— se realizaron en Inglaterra.

Estas pruebas fueron fundamentales para que los ingenieros conocieran la resistencia aerodinámica y de esfuerzos de la célula. Las conclusiones produjeron ciertos cambios en el carenado del encastre ala-fuselaje, así como la elongación del borde de ataque en esa misma zona.

En la primera mitad de 1977, cinco pilotos —dos de CASA, uno del Northrop F-5 y dos del 406 Escuadrón— viajaron hasta la factoría de Garret en Phoenix (Arizona, EEUU) para el cursillo de familiarización con el propulsor. Allí pudieron conocer de primera mano el rendimiento, los pormenores y las cualidades del reactor.

Todo marchó según lo previsto y el 27 de junio de 1977 se realizó el primer vuelo, dos días antes de la fecha de presentación oficial, con motivo de que este despegue inaugural no tuviera la presión extra de los espectadores y personalidades.

C-101 de entrenamiento

C-101 de entrenamiento Ejército del Aire y del Espacio

El coronel Gabriel de la Cruz se puso a los mandos del primer C-101 y despegó desde la Base Aérea de Getafe en un vuelo que duró unos 40 minutos y estuvo escoltado por un caza de C-10 del 406 Escuadrón, que sirvieron para la calibración de la velocidad.

Los meses siguientes fueron claves para la plataforma, en la que trabajaron intensamente ingenieros de CASA y del INTA para llevar a cabo todas las mediciones en vuelo posibles y establecer la envolvente aerodinámica del caza.

"Puede que lo que más me haya llamado la atención es su capacidad de viraje, pues ningún avión podía seguirnos", explicó en el año 80 el coronel de la Cruz. "También es destacable que, como todo su combustible es interno [...], nada más despegar ya se pueden hacer acrobacias".

El futuro inmediato

La sentencia se ha hecho efectiva cuando el último de los C-101 de la Patrulla Águila aterrizó en la pista de la Base Aérea de San Javier. A partir de ahora, en la Academia General del Aire, tan sólo se empleará el Pilatus PC-21 como avión entrenador avanzado.

El Rey Felipe VI a los mandos del PC-21

El Rey Felipe VI a los mandos del PC-21 Izan González Omicrono Base Aérea de San Javier (Murcia)

Esta aeronave, según explicaron varios pilotos a EL ESPAÑOL-Omicrono, cuenta con una envolvente de vuelo parecida al C-101 en todo lo relacionado con la velocidad y altitud; y un comportamiento similar en cuanto a capacidades aerodinámicas para realizar maniobras.

Aunque "todavía no se han adoptado decisiones en firme sobre el Pilatus integrado en la Patrulla", según explicó Javier Sánchez, Águila 6 de la formación y jefe actual, a la Revista Española de la Defensa.

El piloto señala que la nueva aeronave cuenta con una "similar maniobrabilidad para realizar loopings, toneles, cruces...". Pero reconoce que algunas de ellas serán más complejas de ejecutar, por lo que tendrían que adaptar la hoja de acrobacias para garantizar la seguridad.

El PC-21 es un avión turbohélice, en lugar de un reactor como el antiguo avión, que recaló en la Academia General del Aire en los últimos días del año 2021 y se ha conformado como uno de los entrenadores avanzados más populares en el mundo.

PC-21, en primer plano, junto a los C-101 de la Patrulla Águila

PC-21, en primer plano, junto a los C-101 de la Patrulla Águila Ejército del Aire y del Espacio

Además, existen patrullas acrobáticas que emplean este modelo para realizar sus formaciones, como la perteneciente a la Real Fuerza Aérea de Australia. De los que seguro tomarán buena cuenta si finalmente cristalizan sus propósitos.