Representación artística del actual satélite Paz. Omicrono
Así será el PAZ II, el satélite de observación que dotará a España con uno de los sistemas espía más avanzados del mundo
Esta nueva generación, que contará con dos unidades, multiplicará por 16 las capacidades de su antecesor, aún en activo a 514 kilómetros de altitud.
Más información: De apagones a cortar el agua: así son los ciberataques a las infraestructuras críticas de los que alerta Pedro Sánchez
El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, anunció el martes su plan de 10.471 millones para alcanzar el 2% de inversión en Defensa. Y ha sido este miércoles cuando ha desgranado gran parte de los proyectos, incluyendo una partida de 200 millones para el programa responsable del Sistema Especial de Observación de la Tierra (SEOT) PAZ II. Una iniciativa que dotará a los efectivos espaciales españoles de nada menos que dos satélites espías, algunos de los más avanzados a nivel mundial, con un objetivo de lanzamiento proyectado —como pronto— para 2028.
Como bien indica su nombre, estamos ante una segunda generación de un sistema que lleva en activo desde el año 2018. Se trata pues de la evolución del actual PAZ, un satélite desarrollado por Hisdesat, equipado con tecnologías de observación espacial como radares de apertura sintética (SAR) que cubren un amplio rango de necesidades de seguridad y defensa, e incluso algunas de carácter civil. Basado en la plataforma Terrasar X y previsto en un inicio para su uso exclusivamente militar por parte del Ministerio de Defensa, fue fabricado y desarrollado por Airbus y lanzado en febrero de 2018, a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX.
PAZ II es la sustitución de esta primera generación, que ya vio proyectado el fin de su servicio en el año 2022. Este nuevo sistema —que superará sustancialmente las capacidades de su predecesora— contó con la colaboración de la Secretaría de Estado de Defensa y Hisdesat, explotadora de la iniciativa. Ambas entidades firmaron en septiembre del 2024 un protocolo para impulsar esta el desarrollo, que ahora recibe la inversión de las arcas del Estado con esta inyección de 200 millones de euros.
PAZ II, un satélite más avanzado
La idea detrás de PAZ II no es otra que seguir apoyando los esfuerzos de observación terrestres españoles, en un período que comprenderá 2030 y 2040, como pronto. Estos nuevos satélites, que seguirán manteniendo algunas de las capacidades de observación de PAZ I, serán muy superiores a su predecesor, multiplicando sus capacidades por 16. Además, captarán tres veces más kilómetros cuadrados diarios y se mejorará la resolución de las imágenes.
El cambio más importante, por otro lado, radica en que ahora el programa no incluirá uno, sino dos satélites para fortalecer este sistema Espacial de Observación de la Tierra. Seguirán manteniendo la tecnología SAR de radares de apertura sintética como función estrella, consistente en el procesado de datos mediante sistemas de algoritmos. La idea detrás del SAR es la de procesar toda la información que las antenas de los radares de estos satélites recogen y realizar así varios barridos de datos. Así, toda la información recogida en estos barridos se combinará en este procedimiento, creando una suerte de barrido 'virtual'.
El objetivo de los radares SAR no es otro que el de conseguir un rendimiento muy similar al que se obtendría con una antena de radar mucho más voluminosa. La tecnología detrás de dichos radares se ha estado usando en el campo de la radio-astronomía durante muchos años, ya que es capaz de obtener imágenes de alta resolución a larga distancia, usando microondas para medir las distancias.
Desde el Gobierno afirman que el sistema PAZ II será el sistema de observación terrestre más avanzado a nivel mundial, y que se ubicará a la misma altura que el anterior PAZ I. Se espera que pueda comenzar a operar en torno al año 2030, con una vida útil estimada de al menos 10 años. Sus capacidades, aunque potenciadas, permitirán obtener imágenes de altísima resolución de prácticamente cualquier punto de la superficie terrestre, tanto de día como de noche y en cualquier condición meteorológica.
El primer modelo Paz en una representación artística por parte de Hisdesat. Omicrono
Podrá generar más de 100 imágenes al día, las cuales tendrán una resolución de hasta 25 centímetros. Hisdesat, de hecho, ha relatado cómo PAZ II triplicará el número de kilómetros cuadrados a captar de forma diaria, aumentando por el camino enormemente la eficiencia de la observación. La resolución mejorada, por otro lado, permitirá captar más detalles y sobre todo habilitará una mayor precisión en la detección, valga la redundancia, de estos detalles.
Por otro lado, el dúo de satélites podrán capturar datos y transmitirlos de manera simultánea, optimizando el uso de los propios recursos de estos satélites —de ahí la vida útil de 10 años—. También operarán en una órbita cuasi-polar, soportando una cobertura global con un tiempo medio de revisita de 24 horas. El objetivo en lo que a tareas refiere es prácticamente el mismo; seguridad, defensa, aplicaciones civiles y detectar actos ilegales (pesca ilegal, vigilancia marítima, vertidos de residuos al mar, etcétera).
El abanico de aplicaciones es enorme. Los satélites servirán para prevenir riesgos, realizar un control exhaustivo de la situación medioambiental, evaluar catástrofes e incluso supervisar el estado de las infraestructuras críticas. Por supuesto, también tendrá tareas clave en la cartografía o en el apoyo de misiones de las Fuerzas Armadas Españolas en el extranjero, impulsando por el camino la industria espacial española y reduciendo la cada vez más creciente dependencia de empresas externas a España, usualmente involucradas en estos proyectos.
Todo este proyecto está englobado a su vez dentro del Programa Especial de Modernización (PEM) llevado a cabo por el ejecutivo español, que irá mucho más allá del lanzamiento de estos nuevos satélites PAZ II. Sin ir más lejos, PEM implicará una radical modernización de los sistemas de comunicación cifradas, la actualización de los mecanismos de conectividad de las fuerzas aéreas y la inversión en productos y servicios de plataformas como la nube, la inteligencia artificial o la computación cuántica. Por último, el plan de la Moncloa también incluirá la adquisición tanto de radares como de nuevos satélites que afiancen esta industria espacial.
¿Qué es PAZ?
La andadura de PAZ en el Espacio se inició hace ya más de 7 años, cuando el cohete de SpaceX lo puso en órbita desde la base de Vanderberg en California. El satélite en cuestión, que cuenta con un peso de 1.400 kilos y unas dimensiones de 5 metros de altura y 2,4 de diámetro, cubre una importante área de observación planetaria de nada menos que 300.000 kilómetros cuadrados. No es para menos, ya que se diseñó para que pudiera dar hasta 15 vueltas diarias a la Tierra a una altura en órbita de 514 kilómetros.
Su elemento clave es su capacidad de tomar hasta 100 imágenes diarias de hasta un metro de resolución, tanto de día como de noche, sin que las condiciones meteorológicas sean un impedimento. Su radar SAR integrado opera en un rango muy elevado de configuraciones, pudiendo observar territorios para labores de cartografía, vigilancia marítima, medioambiental o como apoyo de ingeniería civil e infraestructuras, entre otras cuestiones.
Satélite Paz en las instalaciones de SpaceX. Omicrono
Este radar de apertura sintética, de hecho, opera en banda X con un ancho de banda de 300 MHz con una capacidad máxima de toma de imágenes de 420 segundos por órbita. Otros titulares del PAZ de primera generación abarcan un desarrollo de radio de ocultación y un sistema de precipitación extrema, además de un receptor de identificación automática de buques (AIS) provisto en colaboración con el CSIC. Airbus fue la responsable de fabricar el satélite, pero no es otra sino Hisdesat la que opera y explota el proyecto, ya que es su propietaria directa.
El avance tecnológico fue tal, que en el momento de su lanzamiento, este se postuló como el primer satélite radar español en el programa de Observación de la Tierra español. Por ejemplo, el receptor AIS se conjuntaba con una fusión de datos del radar SAR, captando datos de forma simultánea. Esto, en palabras de Hisdesat, permitía una mejor monitorización del entorno marítimo en todo el mundo. En lo que respecta a otras características, el PAZ podía transmitir imágenes en un ancho de banda de 300 Mbps tomando fotos con una memoria de 256 GB.
Incluso si nos alejamos puramente de las características técnicas de PAZ, el propio satélite sirvió para realizar experiencias científicas de primer nivel. Hisdesat explicaba cómo el PAZ se usaría en el campo de la radio ocultación atmosférica, un experimento en el que se mediría la ocultación de señales de radiofrecuencia en sus dos polarizaciones. En su día, el proyecto contó con un cuadro de financiación de 133,2 millones de euros y un lanzamiento previsto para el 2016, aunque no llegó a despegar hasta dos años después.
El PAZ sigue en órbita y funcionando, pero a medida que la década del 2020 llega a su ecuador, más se prepara Defensa para sustituirlo. Se esperaba que su vida útil rozase los 6 años, por lo que el satélite ha excedido con creces estas estimaciones. Se espera que finalice sus días en torno a finales de la década, justo el período en el que se enmarca el lanzamiento y puesta en marcha de PAZ II, el programa que recogerá el testigo de este satélite.
