Botadura del buque de asalto anfibio Sichuan

Botadura del buque de asalto anfibio Sichuan CCTV

Defensa y Espacio

Así es el Sichuan, el nuevo buque de asalto anfibio de China: un enorme portaviones sólo para drones y helicópteros

Al astillero acaba de botar la nueva embarcación Armada del Ejército Popular de Liberación de China, quien la recibirá en los próximos meses.

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China ha pasado de tener una flota naval irrelevante en el plano internacional hace un par de décadas a contar con un programa de construcción de embarcaciones militares de primerísimo nivel y sólo por detrás de Estados Unidos. En esta meteórica evolución, los buques de asalto anfibiocomo el Juan Carlos I de la Armada de España— tienen también un papel fundamental como plataformas de proyección estratégica de su aviación embarcada que se está desarrollando en paralelo.

Hace unas semanas, la Armada del Ejército Popular de Liberación de China realizó la ceremonia de botadura del nuevo buque de asalto anfibio Sichuan. Nombrado así por la provincia del interior del país, la embarcación portaeronaves perteneciente a la clase 076 mostró en las instalaciones del astillero Hudong-Zhonghua en Shanghái, según la televisión estatal CCTV.

El objetivo del nuevo integrante, que pasará a las filas de la Armada en los próximos meses tras un periodo de finalización de los trabajos de construcción, pruebas de mar y adiestramiento, es "promover el desarrollo y la transformación de la Armada china y mejorar su capacidad de combate en el mar", según el mismo medio gubernamental.

Nuevo buque anfibio

El Sichuan es el primer buque de la clase 076 que presenta la Armada del Ejército Popular de Liberación e inaugura una nueva saga de embarcaciones que incorporan los últimos avances tecnológicos. El más importante de todos es la catapulta electromagnética para el lanzamiento de aeronaves desde la cubierta, con la que pretenden mejorar los sistemas tradicionales que utilizan vapor.

Los medios estatales anuncian esta característica como una de las proezas de la ingeniería china en la rama naval militar. Pekín tiene ya al portaviones Fujian realizando pruebas marítimas con este sistema incorporado, aunque se desconoce por el momento su rendimiento a la hora de poner aviones en el aire.

Ceremonia de botadura del buque Sichuán

Ceremonia de botadura del buque Sichuán

En cuanto al Sichuan, se espera que sea la nave nodriza de helicópteros y drones fundamentalmente, dejando las aeronaves de ala fija tripuladas para su flota de portaviones de gran calado. Un análisis publicado en agosto de 2024 por el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) apuntaba a que, como mínimo, "el barco debería ser capaz de lanzar vehículos aéreos no tripulados de ala fija [no tipo helicóptero], que son más ligeros y fáciles de despegar y aterrizar que los sistemas tripulados".

Incluso si tiene la operación limitada a ese tipo de aeronaves, la rama aérea del modelo 076 "será altamente capaz". China cuenta con una gran cantidad de modelos de drones cada vez más avanzados con primeras espadas como el WZ-7, enfocado en labores de inteligencia y espionaje, o el CASC Rainbow, con capacidad de ataque.

Mientras que desde occidente se ve al Sichuan como una plataforma elementalmente para helicópteros y drones, los medios estatales chinos no mencionan esta condición y sólo acotan la categoría a "aviones de ala fija". El desarrollo de cazas tripulados capaces de operar a bordo de embarcaciones es una de las tareas pendientes de Pekín, cuya ingeniería en propulsores todavía está muy por detrás de potencias como Estados Unidos.

Tradicionalmente, en los buques portaeronaves con la cubierta plana —sin rampa— únicamente pueden operar aviones con capacidad de despeque y aterrizaje vertical, como pueden ser los Harrier de la Armada española o los más modernos F-35B. China no cuenta, por el momento y de forma oficial, con aviones de estas características.

Evento de presentación del Sichuán

Según los últimos análisis, el riel de la catapulta electromagnética del Sichuan mide casi 130 metros de largo, bastante más que los 108 metros del portaviones Fujián que se botó en 2022 y que hasta ahora era el buque insignia de China con sus tres catapultas. Desde el CSIS apuntan a que se "necesita más tiempo antes de poder determinar la longitud exacta y las capacidades de la catapulta" del Sichuan.

Antes de la reciente presentación, las últimas imágenes que se habían publicado de la plataforma, fechadas en julio de 2024, mostraban una cubierta poco avanzada desde el punto de vista de la construcción. Esto indica la rapidez con la que China está avanzando en su programa naval militar y da una idea de su premura para posicionarse como la mejor Armada del planeta. Y siempre con el ojo puesto en Taiwán.

CH-5

CH-5

Además de drones y helicópteros, el Sichuan también podrá transportar decenas de embarcaciones para las operaciones anfibias y una dotación de más de 1.000 personas, según el CSIS. Las grandes dimensiones del buque también se traducen en un mayor espacio interno, donde los ingenieros navales chinos han diseñado un hangar para acomodar las aeronaves.

Se espera que la embarcación cuente con 48.000 toneladas de desplazamiento a plena carga, movidas por un par de turbinas de gas y 6 de diésel. La propulsión será híbrida y, en total, contará con unos 100.000 caballos de potencia. Una ves que se complete, será el "buque de asalto anfibio más grande del mundo".

Polémica catapulta

Estas catapultas, conocidas por sus siglas EMALS (Electromagnetic Aircraft Launch System), "proporcionan más potencia que las tradicionales a vapor instaladas en los portaviones más antiguos", señalan en el CSIS.

La diferencia con sistemas anteriores es que el EMALS acelera las aeronaves con mayor suavidad, lo que implica un menor esfuerzo para los fuselajes. También pesa menos y requiere menos mantenimiento, además de poder lanzar todo tipo vehículos aéreos, tanto ligeros —drones— como pesados —cazas de combate—. Las previsiones de la Armada de Estados Unidos para el USS Gerald Ford son que EMALS consiga 160 lanzamientos de aeronaves al día, un 20% más que los portaaviones Nimitz con sistemas de vapor.

Vista aérea del portaaviones USS Gerald R. Ford

Vista aérea del portaaviones USS Gerald R. Ford US Navy Omicrono

Sin embargo, las primeras pruebas realizadas no se aceraron en absoluto a los números estimados. Tras entregarse a la Navy en 2017, el Pentágono informó en 2021 que la embarcación no estaba lista para entrar en combate por los problemas en el EMALS. El sistema estaba diseñado para lograr hasta 4.166 lanzamientos de aeronaves antes de sufrir cualquier tipo de fallo, pero sólo logró alcanzar 181.

"La fiabilidad de las catapultas, el mecanismo de detección y los feflectores de los gases de escape del CVN-78 [nombre interno del USS Gerald Ford] sigue teniendo un efecto adverso en la generación de despegues y la eficiencia de las operaciones de vuelo", tal y como recogió un informe del Departamento de Defensa de EEUU en 2023. "Los problemas de fiabilidad actuales con estos subsistemas críticos siguen siendo el principal riesgo para la finalización exitosa del CVN-78".

Primer despliegue del portaaviones Gerald R. Ford

Las primeras expediciones transatlánticas se llevaron a cabo en 2022, mismo año en el que participó por primera vez en unas maniobras junto a varias embarcaciones de países aliados de la OTAN, entre los que se encontró España con una fragata de la clase Álvaro de Bazán.