Tripulación de Artemis II junto a orión

Tripulación de Artemis II junto a orión NASA Omicrono

Defensa y Espacio

La NASA prepara su regreso a la Luna con un reto pendiente: un escudo térmico más fuerte

El deterioro encontrado en la cápsula Orión tras Artemis I obliga a la NASA a diseñar un escudo más resistente para proteger a los astronautas.

9 agosto, 2023 10:02

Aparte de otras misiones de exploración, la NASA está volcada con los preparativos para la segunda misión en su plan para volver a la Luna. Después del éxito de Artemis I, le toca el turno al primer viaje tripulado. Ya se conoce a los cuatro astronautas que realizarán el viaje, pero ciertos problemas con el escudo térmico deben solucionarse antes para asegurar la protección de la tripulación. Este imprevisto se suma a otras preocupaciones que hacen dudar a la NASA de la agenda que se ha marcado para pisar la Luna en 2030, antes de que lo hagan otras potencias como China.

Los cuatros astronautas elegidos para visitar, pero no pisar aún la Luna en Artemis II han visitado el interior de la cápsula Orión que les llevará hasta allí, en noviembre de 2024 si todo sale según lo previsto. Durante esa visita, la NASA ha confirmado ante la prensa que una de sus principales dudas está en la seguridad del escudo térmico que debe protegerles cuando regresen a Tierra.

En la anterior misión, Artemis I, la cápsula sin tripulación cayó al océano y fue rescatada para estudiar el impacto que había tenido el intenso viaje en su estructura. Así descubrieron los ingenieros de la NASA que el escudo se había deteriorado más de lo previsto. Algo que puede ser un riesgo para la siguiente misión. "Seguimos trabajando en el escudo térmico, probablemente buscaremos la disposición final a principios del próximo año", dijo Jim Free, administrador asociado de la Dirección de Misión de Desarrollo de Sistemas de Exploración de la NASA, durante la conferencia, como recoge Gizmodo.

Resultados imprevistos

Al regresar, Orión debe atravesar la atmósfera terrestre a una velocidad de 39.590 kilómetros por hora. lo que supone que su escudo térmico soporte temperaturas superiores a los 2.760 grados centígrados. Ante esta situación, es comprensible que parte de la cubierta y del escudo presente cierto grado de carbonización, pero no al nivel encontrado en la primera misión.

"Parte del material carbonizado se eliminó de manera diferente a lo que predijeron nuestros modelos de computadora y nuestras pruebas en tierra", explicó en el mes de marzo, Howard Hu, gerente del programa Orion de la NASA, a los periodistas en marzo. La NASA no había calculado que se desprendieran pedazos de material del escudo, algo que preocupa para la protección de los cuatro astronautas designados para el próximo viaje.

Nave Orión después de amarar

Nave Orión después de amarar NASA / James M. Blair

Tras percibir que el deterioro en la primera misión de este elemento fue mayor del que esperaban, la agencia continúa investigando cuál sería la causa, para poder reforzar el escudo térmico en la próxima cápsula Orión donde tendrán que viajar los cuatro astronautas el próximo año. 

Preparando Artemis II

Lanzar una nave al espacio requiere una seguridad extrema para que la misión culmine con éxito y proteger los millones invertidos en su diseño y construcción, pero cuando se trata de una nave que incluye tripulación, la certeza de que es un viaje seguro es aún más necesaria. Aunque esta misión tiene margen para prepararse con calma, la NASA tiene otras preocupaciones más a largo plazo, como el exceso de gasto que ya acumulan en el presupuesto destinado a volver a la Luna por culpa del inmenso cohete SLS que lanza las naves Orión.

Lanzamiento de la primera Artemis.

Lanzamiento de la primera Artemis. Bill Ingalls NASA

La agencia no teme que el escudo pueda ser un problema para lanzar la misión Artemis II a tiempo, pero aseguran que "obviamente, vamos a tomar la decisión correcta para mantenerlos a salvo", dijo Free. "Estamos ayudando a influir en el diseño de la nave", dijo Reid Wiseman, uno de los astronautas, "para ayudar a nuestros futuros astronautas que tendrán misiones mucho más grandes y complejas. Entonces, hacer que esto funcione de la manera más simple posible para ellos".

La tripulación lleva casi cinco meses de entrenamiento, para una misión que sirve de preámbulo para las próximas, aún más complejas, cuando sí sea necesario aterrizar en la superficie lunar. Esta misión será la primera desde 1972 que lleve humanos a las proximidades de la Luna. Será un viaje de ida y vuelta en la que no se realizará ningún tipo de alunizaje, ya que de nuevo, el objetivo es que Artemis II sea la preparatoria para el viaje definitivo en 2025. 

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