Canon EOS R5 Mark II.

Canon EOS R5 Mark II. Manuel Fernández Omicrono

Análisis y Pruebas

He probado la mejor cámara híbrida de Canon: un gran sensor de 45 megapíxeles que le otorga una genial versatilidad

La Canon EOS R5 Mark II es una bestia que destaca por unas increíbles prestaciones  tanto para fotografía como para vídeo.

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Es un hecho: el mercado fotográfico de España ha virado enormemente a dos sectores diferenciados: el profesional, y el de la creación de contenido. Y Canon, una de las firmas fotográficas más importantes, aspira a abarcar ambos, con modelos como la nueva PowerShot V1 para grabar vlogs o la Canon EOS R8, una Full Frame con grandes prestaciones a bajo precio. No obstante, Canon ha querido sorprender con su Canon EOS R5 Mark II, la que es hasta la fecha su cámara híbrida más potente.

Y es que las cámaras híbridas son una opción perfecta para los que se debaten entre la creación de vídeo y fotografía al mismo tiempo, ya que ofrecen capacidades top en sendos campos. Un ejemplo de la competencia serían las Sony Alpha 7, que a diferencia de las Alpha 7S y Alpha 7R, intentan bailar entre estos dos segmentos. La Canon EOS R5 II sube la apuesta y pretende ser una de las cámaras más potentes de todo el mercado, tanto en vídeo como en foto. Algo, lógicamente, difícil de conseguir.

Prueba de ello es el precio que actualmente tiene la Canon EOS R5 Mark II en España, que oscila entre los 4.500 y los 5.800 euros, dependiendo del distribuidor. Un precio de primer nivel, desde luego, pero que queda justificado si tenemos en cuenta algunos detalles de esta cámara, como el hecho de que no tiene nada que envidiarle a las Cinema EOS de Canon, sus cámaras pensadas para entornos cinematográficos de alto nivel.

Una cámara espartana donde las haya

Cuando comenzaron a aparecer en la palestra las mirrorless, es decir, las cámaras que prescindían del pentaprisma presente en las réflex DSLR, se nos vendió la idea de que estas cámaras ofrecerían más prestaciones en cuerpos más reducidos. Esto se ha demostrado falso con los años, y la Canon EOS R5 Mark II es el claro ejemplo de ello. Nada de cuerpos compactos, nada de empuñaduras estrechas: sencillamente, esta cámara es un auténtico tanque.

En lo que a construcción refiere, no hay duda alguna de que estamos ante una cámara premium donde las haya, y que está exquisitamente rematada. Cualquiera que haya tocado equipo profesional se dará rápidamente cuenta de que la R5 Mark II juega en otra liga, el de las cámaras profesionales que pueden afrontarlo todo. No hemos hecho pruebas extremas de ningún tipo, pero queda claro con solo mirarla que esta cámara podrá afrontar cualquier problema sin lugar a dudas.

Canon EOS R5 Mk II.

Canon EOS R5 Mk II. Manuel Fernández Omicrono

Para muestra, un botón: la R5 Mark II está completamente sellada contra el polvo y la humedad, lo que permite al creador usar este dispositivo en entornos hostiles, donde la climatología es implacable. Parte de ello es gracias a su aleación de magnesio resistente, que determina la base de este dispositivo. Dado que muchos de los profesionales que trabajan con esta clase de equipo se encuentran en entornos durísimos con nieve, lluvia o percances de todo tipo, Canon ha decidido hacer una cámara que pueda con todo.

Todo ello, eso sí, a expensas de un diseño que recuerda a las réflex, tanto en el bueno como en el malo sentido. En lo personal, me gustan mucho las cámaras contundentes y que abarquen; las cámaras con empaque son sinónimo de resistencia y versatilidad. No son pocos, por otro lado, los que prefieren equipos más ligeros que no abulten tanto en la mochila. La Canon EOS R5 Mark II es una cámara bastante grande y abultada, que supondrá un problema para manos pequeñas.

Canon EOS R5 Mk II.

Canon EOS R5 Mk II. Manuel Fernández Omicrono

La ventaja de esto es obvia. Sentimos que esta cámara podrá aguantar todo lo que le echen, e incluso creemos que podrá aguantar hasta golpes fortuitos e indeseados, lo cual nos gusta. Sin embargo, los que requieran un dispositivo más compacto y llevable en bolsos pequeños, no encontrarán en esta R5 Mark II una aliada; máxime si además combinamos esta cámara con una lente voluminosa, como ha sido el caso en mis pruebas.

Así, el peso de la cámara junto al de una lente pesada acaba notándose. Con tarjeta y batería, la Canon EOS R5 Mark II pesa 746 gramos, un detalle que no hay que obviar en absoluto. Si tenemos en cuenta todo el potencial y el hardware interno que da vida a esta cámara, comprenderemos rápidamente que irónicamente, es casi un milagro que esta cámara sea tan pequeña.

Aún con todo, el gran tamaño de la cámara da pie a unas ventajas que no son baladí. Por ejemplo, el dispositivo está repleto de puertos, entre los que se encuentra un puerto HDMI de tamaño completo tremendamente útil. El ocular por otro lado es brutal y gigantesco, hasta el punto de que sobresale muchísimo por respecto al resto del cuerpo de la cámara. Los controles, además, son fácilmente accesibles y la pantalla se antoja bastante prominente. ¡Y tiene luz de Tally doble, para saber cuándo grabamos!

Esto cambia ligeramente en la parte superior, donde nos encontramos una situación algo distinta. Sí, la cámara es bastante grande, pero toda la parte superior está poblada de controles, botones e incluso una pantalla, heredada de las Canon EOS R5 y R originales. Tanto, que algunos botones como el de la iluminación de la pantalla, el de grabación, el M-Fn o el botón de Mode se sienten pequeños y cuesta apretarlos. Están muy aglutinados en un espacio muy reducido.

Canon EOS R5 Mk II.

Canon EOS R5 Mk II. Manuel Fernández Omicrono

Hay otros detalles a mencionar respecto al diseño, que abarcan el joystick y el dial trasero. Los usuarios que vengan de otras firmas se encontrarán con que el dial trasero junto a la pantalla no es pulsable; no tiene pad, a diferencia de lo que ocurre con otras cámaras, como las Sony. Esto causa que se obligue al usuario o bien a recurrir al joystick que se nos antoja algo redondo de más o a la pantalla táctil. Hubiéramos preferido enormemente que este dial tuviera al menos cuatro puntos pulsables, que también habría servido como accesos directos.

Detalles aparte, queda claro que el diseño de esta Canon EOS R5 Mark II es una absoluta maravilla. No será la opción para cierto tipo de público, pero los profesionales del sector se sentirán encantados de manejar una cámara que sobre todo desprende fiabilidad por todos sus poros. Y sabiendo que esencialmente estamos ante una cámara profesional, esto es quizás lo más importante con diferencia.

La cámara híbrida por antonomasia

El tamaño de la R5 Mark II, en el vacío, se podría interpretar como grande si la razonamos como una simple cámara de fotos. Pero nada más lejos de la realidad; incluso si nos ceñimos a especificaciones brutas, la cámara presume de ser una auténtica chaladura en lo que a hardware y prestaciones refiere. La prueba más fehaciente recae sobre su sensor apilado de 45 megapíxeles, que si bien es el mismo que el de la generación anterior, sigue siendo bestial.

Canon EOS R5 Mk II.

Canon EOS R5 Mk II. Manuel Fernández Omicrono

A dicha resolución hemos de añadirle unas capacidades de vídeo y foto brutales. La cámara puede disparar fotos en RAW a velocidades máximas en obturador electrónico de nada menos que 30 fotos por segundo, que bajan a 12 si activamos el obturador mecánico. Con ello, podemos sacar archivos RAW de 14 bits con opción a usar el Canon RAW C-RAW de la firma, potenciados con el nuevo sistema de enfoque con detección de sujetos de Canon, el Dual Pixel Intelligent.

Pero en vídeo, los titulares pasan a ser incluso más impesionantes. En la era del 4K, este sensor puede grabar vídeo en formato RAW de forma interna en resolución 8K a 60p y 12 bits máximos, aprovechando la totalidad del sensor de la cámara. Gracias a esta absoluta potencia, el usuario puede grabar en 4K con sobremuestreo de 8K e incluso a 4K a 120p, para realizar cámaras lentas potentísimas. En 2K, sin ir más lejos, se pueden alcanzar los 240p. 

El ISO también se ha visto increíblemente mejorado, con tasas que alcanzan máximos de 51.200 ampliables a 102.400, junto a velocidades de obturación máximas de 1/32.000Y lo más importante de todo: la Canon EOS R5 Mark II puede aprovechar las curvas logarítmicas de Canon incluyendo la Clog 2, siendo esta la primera cámara de la gama EOS fotográfica que incluye este estándar, para 'arañar' unos pocos pasos de rango dinámico adicionales.

Los más entendidos del sector verán estas especificaciones y pensarán en las cámaras Cinema Line de Canon, entre las que se encuentran las EOS R5C. Y efectivamente; al menos en términos de grabación pura, esta cámara puede hablar de tú a tú con las C de gama más de entrada de Canon, habilitando este dispositivo para entornos de grabación de alto rendimiento.

Vídeo hecho con la Canon EOS R5 Mk II.

¿Y qué hay del enfoque? Contamos con el Dual Pixel Intelligent AF de Canon, que integra modos de prioridad a la acción para fotografía de deporte que permite detectar a jugadores de baloncesto, fútbol o voleibol. Además, la cámara también puede detectar personas, animales o vehículos con sistemas de detección por IA. Y sí: sigue presente el sistema de enfoque mediante ojo ubicado en el visor, que rastrea la posición de nuestra vista para permitirnos captar aquello que vemos.

Por supuesto, hemos puesto a prueba a fondo esta cámara y hemos podido 'catar' tanto esta impresionante grabación a 8K 60p como las ráfagas de 30 fotografías por segundo en RAW con obturador electrónico. En nuestros tests, hemos puesto a prueba el enfoque en un entorno deportivo y en plena ciudad, aprovechando para comprobar insitu si se han solucionado los problemas de sobrecalentamiento que sufría la anterior generación.

Comenzando por el autoenfoque y por las ráfagas, no hay duda alguna: esta Canon EOS R5 Mark II es un portento tecnológico difícil de explicar. El enfoque es, en términos coloquiales, una auténtica chaladura; capta el sujeto en un instante y no lo suelta en ningún momento. La cámara puede entender la escena y atrapar casi al vuelo qué es lo que hay que enfocar, y cuando lo razona (todo ello en cuestión de segundos), no lo suelta. Es uno de los enfoques más fiables que he probado, estando en el podio de lo mejor del mercado.

Un ejemplo. Hemos podido sacar fotos a nadadores jugando al voleybol en una piscina, en un complejo deportivo. Incluso en plena ráfaga de 30 fotos por segundo, la EOS R5 Mark II ha mantenido el enfoque en todo momento. Salvando algunas fotografías desenfocadas, más por mi mala praxis que por una falla en el funcionamiento, todo el row de instantáneas están perfectamente enfocadas. Lo mismo sucede con animales, que también quedan captados de manera magistral.

Ocular de la Canon EOS R5 Mk II.

Ocular de la Canon EOS R5 Mk II. Manuel Fernández Omicrono

La grabación en vídeo tampoco se queda atrás. El enfoque resulta ser menos 'espectacular' en este modo ya que de normal, siempre se tienden a grabar eventos menos movidos. La R5 Mark II también ha podido con ello. La estabilización de 5 ejes del cuerpo me permitió hacer pasadas rápidas entre varios momentos de la acción, manteniendo el enfoque casi en todo momento. 

Hablamos que incluso grabando en 8K en formato RAW gracias a un Atomos Ninja, el enfoque ha resultado ser bueno. La grabación en 4K, tanto en formato Fine (sobremuestreado y usando todo el ancho del sensor) como sin sobremuestreo también han sido muy satisfactorias. De nuevo, de lo mejor del mercado en este apartado.

Canon EOS R5 Mk II.

Canon EOS R5 Mk II. Manuel Fernández Omicrono

El sobrecalentamiento, nos agrada decir, ha sido resuelto. De hecho, es sorprendente ya que en nuestras pruebas en el complejo deportivo, tanto la piscina como el propio entorno estaban climatizados, generando un calor en el ambiente que ponía en apuros a la cámara. Aún con esta situación, pude grabar bastante rato tanto en 4K como en 8k sin excesivos problemas, superando holgadamente los tiempos que yo requería antes de que la cámara me avisara sobre la temperatura.

Sin este aliciente, los resultados son incluso mejores. Al aire libre, haciendo fotografía de calle y con unos nada desdeñables 20 grados en las calles de Málaga, pude superar los 40 minutos de corrido en 4K sobremuestreado sin siquiera llegar a forzar el aviso por sobrecalentamiento; lo mismo en 8K. De hecho, el factor limitante no ha sido el calor, sino la autonomía de la cámara.

Editar estos archivos tan pesados (algo que me ha obligado a recurrir a un PC de altas características) me ha permitido exprimir unos vídeos en logarítmicos que gozan de gran rango dinámico. Mis dotes con el etalonaje no son ni mucho menos profesionales, pero he podido sacarle mucho jugo a la imagen gracias a estas curvas logarítmicas. El audio, por cierto, se puede conseguir en 4 canales usando la zapata superior.

Mención especial de nuevo al espectacular ocular de la EOS R5 Mark II, que es de lo mejor que tiene esta cámara. La amplitud de la imagen es brutal, hasta el punto de obligarme casi a tener que mover ligeramente la cara para abarcar las esquinas del visor. A todo ello le sumamos una calidad de visionado genial y un brillo muy, pero que muy bueno. Sacar foto y vídeo con este visor digital es una absoluta delicia, nada que envidiarle a un visor óptico de las DLSR.

Hasta el almacenamiento profesa esta idea de profesionalidad en el vídeo. La cámara soporta una doble ranura, una primera para tarjetas CFexpress y una segunda para tarjetas SD, que además vienen separadas de la batería y que permiten por ejemplo grabación recurrente. Eso sí, para aprovechar al máximo los modos de grabación de esta Canon EOS R5 Mark II, será necesario tener tarjetas de alta calidad, muy caras de conseguir.

No todo iba a ser bueno, desgraciadamente. El único punto negativo que hemos encontrado a la híbrida de Canon reside sobre la autonomía. Canon habla de una autonomía de unas 630 fotos con LCD y con visor, de 340 fotos, bajo el estándar de baterías LP-E6P. No es una mala autonomía, ya que subsana otra de las desventajas que pesaban sobre la EOS R5 original. Nuestra mayor crítica se orienta hacia el estándar.

Canon EOS R5 Mk II.

Canon EOS R5 Mk II. Manuel Fernández Omicrono

Un hecho no muy agradable tiene que ver con las nuevas baterías LP-E6P que se estrenan con esta EOS R5 Mark II. Comparten diseño físico con las anteriores de la EOS R5 y R6 las LP-E6NH, pero disfrutan de una mayor potencia para permitir exprimir esta cámara a su máximo posible. Por ende, si un usuario de Canon EOS R que tenga las LP-E6NH quiere usarlas con la EOS R5 Mark II, comprobará que no podrá usar ciertos modos de grabación y otras opciones. Será necesario usar las LP-E6P nuevas para tener acceso a todas las prestaciones.

A nivel de usuario esto genera algunas incógnitas, sobre todo respecto al mercado de baterías provenientes de terceros. De base, los usuarios que deseen optar por esta EOS R5 Mark II y que quieran sacarle todo el partido, deberán invertir de nuevo en más baterías para ello. Habrá que ver cómo esto repercute de cara al consumidor en un futuro a corto plazo.

Lentes profesionales de alto calibre

Lógicamente, hemos tenido que usar lentes de altísima categoría para nuestras pruebas, y Canon ha tenido a bien permitirnos usar dos de sus objetivos más ansiados: el Canon RF 24-105 mm F/2.8 y el RF 50 mm F/1.4L VCM, que han servido para todos nuestros tests. Ambos objetivos que han despertado muchísimo interés, también en los secotres de foto y vídeo por igual.

Canon EOS R5 Mk II con el 24-105 F2.8 RF de Canon.

Canon EOS R5 Mk II con el 24-105 F2.8 RF de Canon. Manuel Fernández Omicrono

Primero, centrémonos en el primero: el primer objetivo en integrar este rango focal con dicha apertura (salvando al Sigma 28-105 mm F/2.8 Art) y que también se postula como la primera lente híbrida para foto y vídeo, y se integra directamente dentro de la gama Cinema de Canon. Es un objetivo todoterreno, que pese a ser largo y pesado, abarca las distancias focales más usadas manteniendo una apertura F/2.8 increíble. De nuevo, a un precio que se traduce en 3.800 euros, y en un coste en peso de 1.430 gramos con zoom interno.

La idea detrás de esta monstruosidad de objetivo es simple: integrar lo mejor del 24-105 F/4 de toda la vida y el mítico 24-70 F/2.8 que tan buenos resultados ha dado en una única lente. La calidad de imagen certifica que esta lente está entre las mejores del mercado, y permite al usuario prescindir de llevar más de una lente. Esto es todo lo que necesitan, y no es para menos ya que el desenfoque y bokeh que otorga un F/2.8 a distancias tan largas como 105 milímetros es simplemente delicioso. Por si fuera poco, tiene una plétora de anillos, controles y está protegido contra humedad y polvo.

Canon EOS R5 Mk II con el 50 MM F1.4 RF.

Canon EOS R5 Mk II con el 50 MM F1.4 RF. Manuel Fernández Omicrono

Junto a este tenemos el RF 50 mm F/1.4L VCM, un objetivo casi exclusivamente pensado para retrato de estudio y para bokeh extremo. Sí, está más limitado en lo que a distancia focal ya que es una distancia fija, pero incluso en apertura máxima, tenemos un muy buen rendimiento respecto a aberración cromática y en la nitidez de las esquinas. Aprovecha muy bien, por otro lado, los 45 megapíxeles de la Canon EOS R5 Mark II.

¿Me lo compro?

Desde luego, la etiqueta de precio asusta. Pagar en torno a 5.000 euros por una cámara que a simple vista parece de fotografía ha despertado caras de auténtico susto entre mis seres queridos, negados de este mundillo. Pero es un hecho: la Canon EOS R5 Mark II es una cámara híbrida increíble, que aglutina una cantidad de especificaciones bestial y que se catalogan entre las mejores del mercado. Razonándolo así, y pese a que parezca increíble, no estamos hablando de un precio tan disparatado.

Canon EOS R5 Mk II.

Canon EOS R5 Mk II. Manuel Fernández Omicrono

Este equipo aspira a ser un paso intermedio para los que quieren trabajar en un gran abanico de escenarios interiores y exteriores y que tengan grandes prestaciones sin comprometerse a nada, ni en vídeo ni en fotografía. Es la cámara que el usuario quiere sin tener que cambiar entre cuerpos en su trabajo, la unión entre una cámara de fotos profesional y una cámara de vídeo de primer nivel. El usuario que busque precisamente estas características, no quedará insatisfechos: la EOS R5 Mark II es de las mejores híbridas que el mercado puede ofrecer.