Corsair Vengeance RGB Pro.

Corsair Vengeance RGB Pro. Manuel Fernández Omicrono

Análisis y Pruebas Gadgets

Probamos las nuevas memorias RAM de Corsair: ultrarrápidas y con luces 'gaming'

Analizamos las memorias RAM Corsair Vengeance RGB Pro, un componente clave para aprovechar la potencia del PC pero que viene con un toque estético: luces RGB.

9 febrero, 2021 02:34

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Todo lo que rodea al mundo del hardware gaming baila en una fina línea entre lo hortera y lo entusiasta. El RGB ha pasado a ser un reclamo en las principales tiendas de España, pues la moda pasa por componentes que pueden un look especial a tu ordenador. Este es uno de los puntos fuertes de las nuevas memorias RAM de Corsair, sin embargo, no el único.

Porque hay componentes, y componentes. No es igual de importante para el rendimiento del PC invertir en una buena caja que en unas buenas memorias RAM, aquí es esencial. Es en esta pieza de hardware tan importante destacan las Vengeance RGB Pro SL de Corsair (110€)

¿Merece la pena invertir en unas memorias por tener iluminación y su apartado estético? Sería discutible, sin embargo aquí Corsair brilla más allá y sus nuevos componentes son además ultrarrápidas, con lo que vienen a subir un escalón en rendimiento.

El dilema del RGB

Se notan, pero no demasiado.

Se notan, pero no demasiado. Manuel Fernández Omicrono

Primero, centrémonos en el apartado estético. Hemos realizado una comparación entre las Vengeance RGB Pro SL con otras memorias Vengeance de Corsair, en este caso sin módulos RGB. Ambos modelos son prácticamente idénticos en su interior (con algunas sutiles diferencias), siendo su mayor punto de distinción la banda RGB que corona a los sticks más caros.

El RGB no solo condiciona el estilo de las memorias al completo, sino que también aumenta su precio. Como es lógico, estas RAMs son más caras que los modelos sin RGB, sin embargo, trae algunas ventajas. Se nota mucho más sólidas y están mejor construidas, amén de lo evidente: disfrutar de una mejor estética.

Laas memorias, encendidas en la parte izquierda de la imagen.

Laas memorias, encendidas en la parte izquierda de la imagen. Manuel Fernández Omicrono

Estas memorias están pensadas para entusiastas. El RGB consigue que el usuario tenga un estilo más vistoso en su PC, y conseguir de paso unas mejores combinaciones de colores con las luces. En nuestro caso, hemos mezclado estas RAM con una de las últimas cajas de Corsair, la 5000X RGB blanca.

Si algo sabe hacer bien Corsair es implementar la iluminación RGB. Es brillante, uniforme y potente. Las memorias saben tener su propio protagonismo en el gabinete del PC. Si el usuario es entusiasta del gaming, las nuevas memorias de Corsair son idóneas para tener, al menos, un par de sticks de este modelo en su PC. Tenemos una iluminación de calidad, con un remate muy acertado y que además es muy personalizable.

Aunque nuestra placa base sea muy básica, las memorias quedan bien.

Aunque nuestra placa base sea muy básica, las memorias quedan bien. Manuel Fernández Omicrono

Por supuesto, esto no hace que estas memorias sean mejores frente a las que no tienen iluminación. Corsair también tiene a su disposición memorias sólidas y estéticas que prescinden de este añadido. Sin embargo, hemos de alabar el factor de forma y el remate de la iluminación en estos componentes.

Hablando del RGB, además, hemos de mencionar su capacidad de iluminación dinámica. El software iCUE de Corsair tiene la ventaja de que se sincroniza con todos los dispositivos RGB de la firma, y permite aplicar montones de efectos de luz con una gran capacidad de detalle.

¿Necesito memorias rápidas?

Modelos sin RGB y con RGB.

Modelos sin RGB y con RGB. Manuel Fernández Omicrono

Hemos comparado ambos modelos de Corsair con otros equivalentes sin iluminación. Concretamente, ambos pares de sticks cuentan con las mismas prestaciones; 16 GB en dos módulos de 8 GB a 3.200 MHz DDR4. Es decir, hablamos de memorias de alto rendimiento, especializadas para procesadores AMD Ryzen, aunque por supuesto se pueden usar en plataformas Intel. El procesador de pruebas ha sido un AMD Ryzen 2600.

Primero, hemos de entender el qué significa esto. Los megahercios (MHz) se refieren a la frecuencia de la memoria RAM, es decir, es el valor que indica la velocidad a la que trabajan los chips de memoria integrada en cada módulo. Cuanto mayor sea el número, querrá decir que más veloces serán los módulos escogidos.

Los números no lo son todo.

Los números no lo son todo. Manuel Fernández Omicrono

Lo normal en los patrones oscilen entre los 2.400 MHz y los 2.666, especialmente en sistemas Intel. Y es que si bien la frecuencia es un factor importante, no lo es tanto para el usuario en sí sino para el rendimiento del procesador. Ya que una de las mayores justificaciones para escoger memorias de alto rendimiento que superen los 3.000 MHz es si el usuario tiene un sistema con AMD Ryzen.

De forma resumida, la memoria RAM y su comportamiento están ligados al bus de los procesadores Ryzen, conocido como Infinity Fabric. Este bus es, a grandes rasgos, es la trayectoria de comunicaciones entre la CPU y los conjuntos de chips. Esta comunicación en procesadores Ryzen está ligada estrechamente a la memoria RAM. Es decir, que cuanto más rápidas sean nuestras memorias, mejor para el procesador y su rendimiento.

Estas memorias son perfectas para plataformas AMD.

Estas memorias son perfectas para plataformas AMD. Manuel Fernández Omicrono

No basta con poner una memoria RAM con frecuencias muy altas, como algunos modelos que superan los 4.000 MHz ya que, en la mayoría de ocasiones, la ganancia de rendimiento para el usuario es ínfima a cambio de un precio desorbitado. Para sistemas Ryzen se recomienda que la frecuencia oscile entre los 2.800 y 3.200 MHz, por lo que estas Vengeance RGB Pro se sitúan en un punto dulce para ambas plataformas. Siempre y cuando se tenga una placa base compatible.

Siendo claros, el usuario final no notará un excesivo cambio entre estas Vengeance RGB Pro y el modelo sin RGB, ya que lo que importan son los detalles. Corsair ha decidido que estas memorias sean una apuesta segura; cuentan con un ancho de banda y unos tiempos de respuesta optimizados para ambas plataformas, Intel y AMD y un PCB de rendimiento personalizado, para un mayor nivel de estabilidad gracias a su señal de alta calidad.

Todos estos sticks son de alta calidad.

Todos estos sticks son de alta calidad. Manuel Fernández Omicrono

Lo mismo ocurre para su disipación. Las memorias, como prácticamente cualquier componente electrónico, necesitan disipación; según Corsair, el disipador de estas memorias mejora la conductividad térmica y la elección más cuidadas de sus chips deberían desembocar en un mejor overclocking, es decir, mayor estabilidad en caso de aumentar artificialmente la frecuencia de estas memorias.

Es decir, que si bien un usuario no experto que adquiera estas memorias no notará demasiada diferencia entre el modelo RGB y el modelo no RGB, sí que tendrá una mayor seguridad a la hora de sacarle más partido en caso de exigirle rendimiento en altas cargas de trabajo en las que se requiera de mucha memoria RAM, como videojuegos o trabajo con contenido multimedia. Esto será algo más notorio en caso de usar una plataforma AMD Ryzen.

Sí merecen la pena

Son unas memorias excelentes.

Son unas memorias excelentes. Manuel Fernández Omicrono

Lo ideal de estas memorias es que son unos dispositivos que demuestran que el mundo del gaming y su comercio no siempre va orientado a lo mismo. No sustituye otros productos de la marca ya vistos. Sin ir más lejos, podemos encontrar las memorias no RGB que hemos usado para esta comparativa a un precio menor a las Vengeance RGB Pro, pero no son una opción peor ni mucho menos. Estas memorias están pensadas para un público específico. Y el cometido que este público busca, estas memorias lo bordan.

Al final, esta es una inversión pero creemos que concienzuda y recomendable. Estas memorias RGB, que aunque cuestan 110€ se pueden encontrar algo más baratas, son ideales para los entusiastas de la tecnología del hardware. Aunque también lo son para los entusiastas que se preocupan por un elemento usualmente olvidado en el mundo de los ordenadores: la estética.

Sin olvidarse, por el camino, del usuario que quiere estabilidad y rendimiento aunque no le vaya a sacar partido. Y esto, con los días que corren, es algo que no todos los fabricantes tienen en cuenta.