Los smartphones y las redes sociales han tomado el dominio del mundo. Puede parecer una exageración, pero algunas de estas plataformas tienen miles de millones de usuarios que, además, gastan a diario varias horas de su tiempo en ellas. 

El problema es que tras tantas horas terminamos generando una ingente cantidad de información que cualquiera puede recopilar visitando el perfil de un usuario activo en determinada red social. 

En este sentido, ya hay países que pueden negarte el paso en su frontera tras revisar tus redes sociales, una situación que ya se da en los Estados Unidos. No os estamos contando nada nuevo, no obstante, sí lo es una nueva y sorprendente medida: impedirte la entrada por lo que publican o te envían tus amigos e incluso desconocidos a través de redes sociales.

No entrar en EEUU por los mensajes de tus amigos

Sí, parece una broma absurda y terriblemente injusta, pero muchos funcionarios fronterizos de EEUU están negando entrar a los turistas por mensajes que ni siquiera ellos han escrito, como explican en The Harvard Crimson.

El último caso ha tenido como protagonista a Ismail Ajjawi, un estudiante palestino que reside en el Líbano. Éste iba a comenzar sus estudios en Harvard, no obstante, le impidieron pasar la frontera al país estadounidense.

@imandrewpons en Unsplash

El joven relata al medio citado que una funcionaria fronteriza le interrogó sobre su religión y sus prácticas religiosas. Posteriormente, la oficial le pidió que desbloqueara su teléfono móvil y su portátil. Y aquí es donde viene el problema.

¿Usan las redes sociales para quitarnos libertad?

Ajjawi tuvo que esperar durante 5 horas, tiempo durante el que la funcionaria revisó sus dispositivos y redes sociales. Según el joven, después de la búsqueda la oficial le preguntó sobre la actividad de sus amigos en redes sociales.

Por increíble que pueda resultar, la agente fronteriza le dijo que había encontrado a personas en su lista de amigos publicando "puntos de vista políticos que se oponen a los Estados Unidos".

Ajjawi se defendió explicando que él no tenía nada que ver con esas publicaciones y que no estaba de acuerdo con lo que decían. Según él, no tiene ni una sola publicación de tintes políticos en su perfil. La oficial canceló la visa del estudiante, le informó de que sería deportado y le permitió llamar a sus padres.

Y así, señores, es como se coarta la libertad de expresión de alguien por ideas políticas que ni siquiera pertenecen al individuo (algo que, de por sí, ya es terrorífico), sino a gente que sigues en una red social. Lo peor es que casos como éste cada vez se repiten con más frecuencia, parece que algunos gobiernos ya están usando las redes sociales para hacer lo que les venga en gana con nosotros. ¿Hasta dónde llegará esto?

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