La Luna ha estado a nuestra vista durante toda la historia de la humanidad, pero aún así aún descubrimos extraños secretos de nuestro satélite de vez en cuando. En concreto, la llamada “cara oculta” de la Luna ha demostrado ser un filón de sorpresas que sólo hemos podido descubrir en las últimas décadas; debido a la sincronía entre la rotación de la Luna y su órbita alrededor de la Tierra.

El último descubrimiento, de un equipo de la Universidad Baylor en Texas, es tal vez uno de los más inquietantes y misteriosos hasta ahora: una gigantesca estructura metálica, oculta en uno de los enormes cráteres de miles de kilómetros de diámetro que adornan esta parte de la Luna. En concreto, se encuentra en la cuenca Aitken, en el polo sur del satélite y que no se puede ver desde la Tierra. Sólo con los sensores y cámaras de los satélites lanzados, y exploradores como el construido por China, estamos descubriendo más de esta zona.

La misteriosa estructura en la Luna ¿de dónde viene?

La estructura está compuesta por elementos metálicos, y se extiende a una profundidad de 300 kilómetros; su masa es de 2.18 × 10 elevado a 18 kg, y sus descubridores afirman que es unas cinco veces más grande que la isla de Hawai. Ni que decir tiene que estamos ante un caso especialmente interesante, teniendo en cuenta la composición de la estructura, lo que nos lleva a preguntarnos, ¿cómo llegó allí?

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Los científicos tienen varias teorías. Es posible que sea la cristalización de un océano de magma, un resto de la época en la que la Luna era una bola ardiente en formación. Pero también es posible que sea lo que queda de un enorme impacto de un asteroide de composición metálica.

La composición de la estructura es importante porque es así como han conseguido encontrarla; los científicos se encontraron con que esa zona tenía una fuerza gravitacional mayor que el resto del satélite, y era por su composición metálica. En otras palabras, esta estructura está hundiéndose, llevándose consigo el suelo de la Luna. Sea lo que sea, ya está despertando el interés de la comunidad científica

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