Estamos haciendo autónomos los coches, las motos, los camiones… ¿pero por qué todavía no se habla del tren autónomo? ¿Qué dificultades tiene?

Los coches autónomos están a la orden del día: no paramos de hablar de los intentos de compañías como Google o Tesla de conseguirlos. Se ha hablado mucho de cómo se desarrollan los coches autónomos y cuánto le quedan para ser 100% autónomos. Incluso hemos hablado de motos autónomas, de cuál es su estado en la actualidad.

Pero un gran abandonado de la lucha por la conducción autónoma son los trenes. A priori es algo muy sencillo: son vehículos que van por vías y trayectos fijos, sin salirse de los carriles que marcan su ruta. Automatizar eso debería ser una tarea sencilla, ¿no? Pero, a pesar de eso, poco se habla de los trenes autónomos.

El tren autónomo existe… a medias

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Lo cierto es que muchos de los sistemas de los trenes ya son autónomos. Las señales, los cambios de vía y los controles ya están automatizados por completo. Un ordenador ya se encarga de controlar el trayecto del tren, su posición respecto a otros trenes, e incluso sus medidas de seguridad. Y no es nada nuevo, se lleva varios años trabajando en ello.

El mejor ejemplo lo tenemos en el ETCS. Estas siglas corresponden a “Sistema de Control de Trenes Europeo”, y es un esfuerzo de Europa de estandarizar estos controles y medidas de seguridad. El objetivo es que un tren pueda viajar entre diferentes países europeos sin cambiar de locomotora o incluso de conductor.

Pero de ahí a conseguir una conducción autónoma queda mucho, y el conductor no se irá de la cabina por el momento.

¿Qué problemas presenta el tren 100% autónomo?

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El primer gran problema ya lo tiene el ETCS, y es el coste de adoptar una medida así. El sistema europeo ya contempla diferentes niveles de automatización por esto mismo: porque la tecnología más avanzada no llega a todas las vías. Hacer que todas las vías de tren fuesen compatibles con el nivel máximo de ETCS sería muy costoso. Incluso es imposible en algunas vías por la geografía del terreno circundante.

Por otra parte, el coste también implicaría tener que cambiar las locomotoras actuales. Puede parecer despreciable, pero una locomotora moderna puede costar más de 2 millones de euros. Y cada una puede aguantar 50 años en funcionamiento. En otras palabras, sustituirlas también es demasiado caro para plantearlo a corto plazo. Y la regulación, las leyes, pueden hacer esto aún más difícil.

Por otra parte, también está el factor de la seguridad. Además de la propia confianza que transmite al pasajero tener un conductor humano, los ordenadores pueden tener fallos en su programación. Un ordenador puede ser más preciso que un humano, pero el humano puede darse cuenta de factores que el ordenador no tenga en cuenta o incluso no perciba. Mirar si un tren está en buen estado durante el trayecto es algo que hace mejor un conductor que una máquina en la actualidad.

También hay que tener en cuenta que las vías, por naturaleza, están expuestas a peligros. Puede haber obstáculos en la vía, o peligro al pasar un túnel o un puente. Un conductor puede darse cuenta, esquivar el peligro y avisar a otros conductores que están en la misma vía. Enseñar a una máquina a hacerlo es algo muy complicado.

Niveles de conducción autónoma en trenes

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Sin embargo, sí que existen trenes autónomos en la actualidad. No cubren largas distancias, sino que se especializan en hacer rutas urbanas cortas donde todos los factores están controlados. Wikipedia mantiene una página donde hacen una recopilación de estos sistemas, y de cuántos niveles de automatización existe en los trenes.

Nivel de automatización 2

El tren puede conducir de una estación a otra, pero el conductor sigue siendo el responsable de abrir y cerrar puertas, detectar obstáculos y controlar las emergencias. El tren NO puede conducirse sin conductor en la cabina.

Nivel de automatización 3

El tren puede conducir de una estación a otra, pero sigue existiendo un responsable de abrir y cerrar puertas, y controlar las emergencias. Este responsable no tiene por qué ser un conductor, pero debe estar en el tren en todo momento. El tren NO puede conducirse sin esa persona.

Nivel de automatización 4

El tren puede conducir de una estación a otra, detectar obstáculos y controlar las emergencias. Es decir, no se necesita un conductor para operar el tren. Se puede colocar responsables en el tren por seguridad, para atender a viajeros o para otras tareas.

Trenes autónomos en los que ya te puedes subir

Y lo mejor de todo es que estos trenes ya están en España. Nuestro país contiene varios ejemplos de trenes urbanos que funcionan sin conductor, con el nivel de automatización 4. Conviene recordar que, aunque un tren sea autónomo, la compañía puede mantener al conductor para que lo opere.

  • El Metro de Barcelona tiene dos líneas en las que operan trenes autónomos de nivel 4: la 9 y la 10. También tienen en la línea 11 trenes de nivel 3. Las líneas 1, 2, 3 y 5 tienen trenes de nivel 2.
  • Madrid cuenta con un tren con autonomía de nivel 4: el que une la terminal 4 con la terminal 4 satélite del aeropuerto de Madrid Barajas. Metro de Madrid tiene trenes de autonomía 2 en las líneas 1, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12 y ramal.

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