Ante el desafío de llenar un servicio de almacenamiento en la nube ilimitado, un usuario subió casi 2 millones de GB de pornografía. Una curiosidad que llega a ser predecible.

El almacenamiento en la nube ha demostrado ser algo muy útil y práctico. Sólo tenemos que subir nuestros archivos y estos están disponibles en todos nuestros dispositivos, sin tener que cargar con nada. Lo único que necesitamos es recordar el usuario y la contraseña del servicio, y podremos acceder a nuestros datos en cualquier lugar.

El problema es que muchos usuarios intentan abusar del servicio. Ya sea subiendo cantidades ingentes de información, ya sea compartiendo contenido cuestionable, estos servicios en la nube tienen que combatir el abuso cada día. Y hoy os traemos un caso especialmente sangrante, porque este usuario subió casi 2.000 TB a la nube ilimitada de Amazon.

293 años de porno para poner a prueba a Amazon

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Hasta hace unos meses Amazon ofrecía almacenamiento en la nube ilimitado para todos sus clientes Prime. Y un buen día beaston02, un usuario de Reddit, decidió poner a prueba esa promesa de almacenamiento ilimitado. Así que dicho y hecho: creó un código que grababa automáticamente las webcams de sitios de contenido adulto.

Según el propio beaston02, tardó apenas 5 o 6 meses en recopilar 1.000 TB de grabaciones, y decidió parar cuando alcanzó los 1.800 TB por mero aburrimiento. Estamos hablando de 293 años de contenido en vídeo, grabado y almacenado en la nube ilimitada de Amazon.

Por esto, muchos acusan a beaston02 de ser el responsable de que Amazon haya cerrado su servicio de almacenamiento ilimitado. Él lo niega, y Amazon ha rechazado hacer declaraciones a Motherboard. Así que se quedará como un misterio: ¿consiguieron 2 petabytes de porno derrotar a Amazon?

Abuso: el gran enemigo del “almacenamiento ilimitado”

Nube tachada

Lo cierto es que hubo una moda entre los servicios de almacenamiento en la nube de ofrecer “almacenamiento ilimitado” a sus clientes. Amazon lo intentó con Cloud Drive, y Microsoft también se animó con OneDrive. Y ambos terminaron desechando la idea después de varios meses, tras encontrarse casos extremos de usuarios como el de arriba.

La idea tras estos servicios es la misma que con las suscripciones a servicios de streaming. Habrá usuarios que usen mucho, pero hay otros tantos usuarios que no consumen tanto y lo compensan. Es decir, los usuarios menos activos terminan subvencionando a los más activos.

El problema con el almacenamiento es que hablamos de casos realmente extremos. Como subir 2.000 terabytes al servicio, por ejemplo. Y Amazon no es la primera que tiene que cerrar estos servicios para seguir funcionando con normalidad. Microsoft hizo lo mismo, y servicios como CrashPlan se han llegado a ir a pique por el abuso.

Al final, y con el cierre de estos servicios por los abusos de los usuarios más activos, pagan justos por pecadores. Pero estamos en una Internet que pervierte a inteligencias artificiales con la personalidad de una adolescente, crea noticias falsas a destajo e intenta estafarnos a cada paso. ¿De verdad no esperaban que pasase eso?