El recurso de la Fiscalía ante el Tribunal Supremo pide cárcel por hacer chistes en Twitter; chistes de mal gusto y hechos para hacer daño, pero chistes al fin y al cabo.

El pasado marzo, la Audiencia Nacional absolvió al abogado Arkaitz Terrón por los tuits que había escrito; principalmente, chistes relacionados con la banda terrorista ETA.

Terrón, que apenas tenía 200 seguidores y cuyos tuits recibían pocos RTs, de repente se ha encontrado en el ojo del huracán; su caso ahora seguirá adelante, hasta el Tribunal Supremo, porque la Fiscalía no está contenta con la sentencia de hace unos meses.

Cárcel por hacer chistes en Twitter, el peligro para la libertad de expresión

¿Lo que escribimos en las redes sociales nos puede mandar a la cárcel? Es una pregunta que está más en boga que nunca; especialmente en España, donde la implantación de leyes como la ley Mordaza hace más fácil ver a tuiteros entre rejas.

El caso de Terrón es especialmente polémico, como todo lo que rodea a ETA; hay quien vio sus chistes sobre Carrero Blanco (miembro del gobierno franquista muerto por atentado de ETA) de mal gusto, o directamente poco graciosos. Pero también hay quienes lo consideran un enaltecimiento del terrorismo, y bajo esa premisa Terrón fue enviado a defenderse al juzgado.

Aunque la Audiencia Nacional haya considerado que estos “micromensajes”, como los llama, no enaltecen el terrorismo, la Fiscalía tiene otra opinión; de hecho, en el recurso el fiscal es incluso más duro que antes, incluyendo tuits que ni siquiera los jueces que apoyaban la causa vieron condenables.

arkaiz terron

Entre ellos se encuentra un tuit que decía simplemente “LOL”; era una respuesta a un chiste sobre Irene Villa, superviviente de un ataque terrorista de ETA. No seremos nosotros quienes pongamos límites al humor, pero está claro que reirse de este tema es, como mínimo, deplorable.

De hecho, a mucha gente no le podría importar menos que Terrón entre o no en la cárcel, y es comprensible. Pero antes de eso, debemos pensar seriamente en las consecuencias de aceptar esto.

LOL, un término que ha perdido el significado que tuvo

El fiscal considera que, al escribir LOL, Terrón no sólo se está riendo, se está riendo a carcajadas. En efecto, el fiscal ha cogido el significado literal de LOL (“laughing out loud”).

Cualquiera que se haya movido un poco por Internet sabe que “LOL” es un término con tantos años encima, tan usado a la más mínima ocasión, que ha perdido su significado original. Ya no se usa tanto, pero en su momento “lol” era la respuesta básica a cualquier cosa, incluso si no nos hacía gracia.

emoji reir

Que el fiscal haya decidido que “lol” es un término que puede enaltecer el terrorismo es preocupante. Una de dos, o no conoce el significado real de “lol”; o lo conoce y quiere usar un tecnicismo para salirse con la suya, meter en la cárcel a Terrón. No se qué es peor.

Este es un caso especialmente importante en el contexto actual. No hace mucho hablábamos de una propuesta de ley de Podemos que permite imponer multas y cerrar contenido; sólo con que consideren insultante contra el colectivo LGTB.

Todo eso lo podría hacer un funcionario, sin pasar por el juez.

Desde entonces, Podemos ha cambiado el texto, eliminando la posibilidad de cerrar y bloquear contenido; pero las multas de hasta 45 000 € se mantienen.

El caso de Terrón es un recordatorio de lo que puede pasar (y pasará) si quitamos a los jueces el poder de decidir si un mensaje es insultante o enaltece el odio.