La llamada ley mordaza Ley de Seguridad Ciudadana ya ha llegado a España, y a Internet le toca de cerca: estas son las últimas medidas del gobierno español hechas para limitar la libertad de expresión de los ciudadanos en la red.

Ley mordaza, ley de inseguridad ciudadana… lo cierto es que esta ley ha sido la que más ha desgastado, con diferencia, al actual Ministerio del Interior español, hasta el punto de que se habla de aplicarla con relajación para mantener los ánimos calmados de cara a las elecciones generales, previstas para finales de este año 2015.

Esta ley aprobada con los votos de la mayoría absoluta del PP (y UPN), y rechazada en pleno por el resto de la oposición, abre la puerta a eliminar varios derechos que hasta ahora considerábamos básicos: el derecho de libertad personal, el de intimidad, o algo tan básico como la libertad de expresión. ¿Pero cómo nos afecta a nosotros como internautas, qué deberíamos temer?

Cómo te afecta la ley como internauta

La peor parte se lo llevan las protestas ecológicas y los activistas antidesahucios, aunque no os penséis que os vais a librar como internautas: como podemos leer en ADSLZone, os podríais meter en un lío por hacer algo de la siguiente lista.

• Convocar o difundir manifestaciones por Internet, o difundir mensajes: aunque no seas el organizar de una manifestación, puedes ser multado o llevado a la carcel si la has difundido por algún medio. Nunca antes un retweet había costado tanto para nuestro bolsillo o nuestra libertad.
• Tomar y publicar imágenes de las fuerzas de seguridad del estado si ponen en peligro la seguridad de los agentes, de las instalaciones o el éxito de una operación, con respeto al derecho fundamental a la información: ¿quieres subir un vídeo en el que se ve a un agente reduciendo a alguien con técnicas cuestionables? Yo que tu tendría cuidado, el artículo 36.26 de la nueva ley podría ser utilizado para sancionarte.
• Consultar de manera habitual contenidos dirigidos o idóneos para incitar a la incorporación (o a la colaboración) a una organización o grupo terrorista: límites difusos para una medida que conlleva entre 1 y 5 años de cárcel, ¿cuál es la diferencia entre un terrorista y un periodista o alguien que sólo quiera informarse sin intención alguna de serlo?
• Los delitos informáticos pueden pasar a ser terrorismo: ahora un ataque a una web gubernamental puede ser considerado como terrorismo, dado que subvertir el orden constitucional, o suprimir o desestabilizar el funcionamiento de las instituciones está considerado como tal.
• Más penas enfocadas hacia la piratería: con la nueva Ley de Propiedad Intelectual no han tenido suficiente, así que han endurecido las penas dedicadas a los delitos contra la propiedad intelectual, llegando en algunos casos a los cuatro años de pena de prisión. Además, ahora también se lucha contra la piratería en consolas y ordenadores: hasta tres años de carcel por fabricar, importar o comercializar medios para saltar protecciones, como cracks y tarjetas.
• Por último, la ley se pone al día con el revenge porn: hasta un año de cárcel por difundir imágenes y grabaciones sin consentimiento si somos cónyuge o pareja del afectado, siendo la pena inferior en el caso de que no tengamos esa relación con el/la protagonista.

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Los últimos disparos de un gobierno moribundo

Lo que más me llega a asustar de la citada lista es que, a pesar de todos los puntos que contiene, sólo el último responde a una necesidad real de la calle. Aquí sólo hemos hablado de lo que atañe a Internet, otros medios como eldiario.es han hablado estupendamente por nosotros del resto de esta polémica ley, pero ver este pequeño adelanto de cómo nos afecta como internautas asusta.

Como hemos dicho antes, las elecciones generales están al caer, y las autonómicas-municipales que hemos tenido hace poco han sido un golpe de realidad al bipartidismo: nuevas propuestas como Podemos y Ciudadanos han conseguido llegar al poder, y han forzado que ahora no sean mayorías absolutas y se tenga que buscar un consenso, todo lo contrario a lo que ocurre en el gobierno nacional con la mayoría absoluta del Partido Popular.

La gente ya está cansada de la situación, y las afirmaciones del señor Rajoy tipo “no es momento para experimentos” no convencen a nadie: una gran parte de los ciudadanos ven todas estas reformas como una forma de viajar a años pasados, como últimos coletazos de un gobierno al que le queda poco en el poder. ¿Por qué si no se está hablando de que esta reforma se va a aplicar con suavidad en estos primeros meses, si no es para evitar más descontento aún?

El silencio no funciona, caballeros

Manifestaciones a lo largo del anterior fin de semana, manifestaciones planeadas para los próximos días, protestas… sólo tienen que mirar por la ventana, literalmente, para ver que nadie está contento con estos cambios, por mucho que intentéis suprimir estas demostraciones de descontento con leyes como la que ocupa estas líneas.

No se engañen: no están gobernando para los ciudadanos, están gobernando para los suyos, y ya no vale ni el silencio ni los “y tu más” que tanto suelen emplear en política. En poco tiempo, los ciudadanos volverán a ser llamados a las urnas para decidir quienes quieren que representen a su nación en los próximos cuatro años, y lo último que hacen es transmitir seguridad con su gestión.

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Omicrono nunca ha sido un lugar para la política, un campo sujeto a la interpretación de cada uno, pero que los dinosaurios situados en la política en España intenten poner vallas al campo comienza a ser una noticia demasiado repetitiva.

Con noticias como esta, y el Internet a dos velocidades que la Unión Europea airea con tanto orgullo, esperemos que lleguen mejores tiempos en los que la igualdad reine y seamos libres de verdad. Mientras, voy preparando el VPN, y no sería mala idea que vosotros también lo hicierais.