La inteligencia artificial mejora y crece cada día, le guste a Elon Musk o no, pues los avances que hay son innegables y parece que llegamos a un punto de no retorno.

Estos avances son, en principio, para ahorrarnos trabajo a los humanos, sin embargo en ocasiones para demostrar el potencial de esta tecnología la transforman en espectáculo, como en esta partida de Civilization V, un videojuego de estrategia en la que los 42 jugadores son inteligencia artificial del propio juego.

Para los que no lo conozcan Civilization V es un juego en el que cada  jugador desarrolla una civilización a partir de un territorio inicial, empezando la partida en la Edad Antigua y avanzando en la Historia conforme avanza el juego. Generalmente las partidas se pueden ganar por alcanzar el punto culmen del desarrollo, ya sea desde un punto de vista científico (despegar una nave espacial), cultural (al obtener una civilización utópica des la perspectiva social), diplomático (ganar votos en la ONU) o militar (conquista del mundo). En caso de que ningún jugador haya alcanzado ninguno de estos objetivos al cabo de 2050 turnos el juego suele terminar, convirtiendo en campeón al jugador más poderoso en es momento.

¿A dónde lleva el mundo la inteligencia artificial de Civilization V?

Battle Royal

Sin embargo el creador de esta “Battle Royale” ha modificado ciertos aspectos de las reglas, permitiendo tan solo la victoria de tipo militar y eliminando todo límite de tiempo,. ¿A dónde llevará el mundo la inteligencia artificial? Por el momento vemos ciertos desacuerdos con la Historia, como una Polonia que destroza por completo a Alemania (en lugar de a la inversa) o una África dominada por cuatro grandes potencias internas.

Battle-Royal-0

Lo cierto es que este experimento sería incluso más interesante desarrollando un juego de características similares pero mucho más complejo, de forma que se convierta en un auténtico simulador de la realidad. Así podríamos contemplar que habría sido de un mundo controlado por inteligencia artificial. ¿Sería quizás una ventana al futuro?