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Omicrono

En Amazon no compras libros, los alquilas

23 octubre, 2012 17:03

A pesar de que el formato digital está presente entre nosotros en más de una tienda que otra, lo cierto es que algunas personas todavía no se han atrevido a adquirir sus productos de ocio favoritos de esta forma. Podemos comprar música, libros o películas sin necesidad de movernos de casa, y a precios mucho más baratos que en otros establecimientos (a veces). Lo único que necesitamos es un ordenador y una conexión a Internet.

Una de las dudas de las que más se ha hablado durante las últimas semanas es la siguiente: ¿Somos realmente propietarios de lo que compramos en formato digital? Normalmente, cuando adquirimos un producto en una tienda por Internet, lo descargamos y lo vemos. Sin embargo, algunos establecimientos han puesto una serie de limitaciones que han hecho que no podamos realizar determinadas cosas con los productos que compramos.

Una de las frases que más se ha puesto de moda es la siguiente: “Cuando compramos un producto en Internet, no lo compramos, sino que lo alquilamos“. Esto significa que, aunque pagamos una determinada cantidad de dinero por ese artículo, nunca llegará a ser nuestro, sino que en realidad estaremos pagando una licencia que nos permitirá usarlo.

Han sido varios casos en los que los usuarios han visto como sus cuentas eran bloqueadas y no podían acceder a los productos que habían comprado anteriormente. En estas situaciones, los afectados se ponen en contacto con la tienda para que restaure su cuenta. Pero, en el caso de que no puedan solucionar el problema, verán como no pueden acceder a los productos por los que habían pagado.

Este es el caso de Linn, un usuario de Amazon, el cual tenía en su cuenta diferentes tipos de libros. Sin embargo, la conocida tienda decidía suspenderla e informar al cliente de que había infringido las políticas del servicio. Linn se ponía en contacto con Amazon para que volviera a activar su usuario, aunque desde el establecimiento le contestaron que no era posible. Tras varios correos electrónicos, la tienda re-activaba la cuenta, dando la posibilidad a Linn de volver a acceder a los productos que había comprado.

Cuando compramos un producto, y dependiendo de la tienda, lo que en realidad estamos haciendo es solicitar diversos derechos sobre la licencia del mismo, lo que nos dará la posibilidad de usarlo. Pero nunca lo tendremos, ya que necesitaremos nuestra cuenta para poder acceder al artículo, y tendremos una serie de limitaciones sobre el mismo.

Imaginemos que compramos un libro en cualquier establecimiento digital. Lo que estamos haciendo es comprar los derechos de uso sobre el mismo. Podremos descargarlo y leerlo, pero no copiarlo a otros dispositivos o modificar su contenido, lo que significa que tendremos varias limitaciones sobre el producto.

Sin embargo, también hay que tener en cuenta que existen algunas tiendas que sí nos permiten un control absoluto sobre el producto, por lo que podemos descargarlo, copiarlo, moverlo y usarlo sin ningún tipo de impedimento. Además, estos artículos siempre estarán en nuestra cuenta, por lo que, en el caso de que los perdamos, siempre podremos volver a descargarlos.

No obstante, el hecho de que al comprar algo de forma digital sólo compremos determinados derechos sobre la licencia de uso ha provocado que algunos usuarios hayan decidido no volver a comprar nada en Internet, prefiriendo el formato físico. En su opinión, es mejor pagar más y tener el producto, que pagar menos y tener diversas limitaciones sobre el artículo.

Y vosotros, ¿qué pensáis al respecto? ¿Compráis productos en formato digital?

Vía | Gigaom, Martin Bekkelund y NRK.
Foto | Wikimedia