Los que por afición y conocimiento vemos decenas, cientos de ofertas de telefonía móvil, con tarifas de voz y tarifas de datos para aprovechar nuestros smartphones. Por el momento la más barata de coste medianamente fijo con datos y voz son tarifas de 20€ al mes que por lo general piden que se realicen la llamas durante unas horas, generalmente de tarde, para ser gratuítas y en caso de no ser así nos cobrarán del orden de más de 15 céntimos el minuto, una cantidad que se vea como se vea es desproporcionada, y más si no hay renovación de infraestruturas, además de estar ya amortizadas.

Y es que son ultrajante estos precios, y más cuando hace escasas horas la operadora francesa Free ha lanzado el que será el plan de voz y SMS más ambicioso y económico que jamás hayamos visto. Y el plan consta de lo siguiente: llamadas ilimitadas (algunas incluso internacionales, SMS ilimitados y 3GB de datos de Internet por únicamente 19.99€. Sí, así como lo escribimos, no se nos ha escapado un error tipográfico, es así de económico. Además, en caso de no cesitar tanto, ha dado una de las tarifas más económicas del mercado, por solamente 2€ mensuales ofrece una hora de llamadas y 60 SMS al mes. Fuera del contrato, las llamadas se facturarán a 5 céntimos y los SMS a uno proporcinalmente mucho mejor que algunas tarifas en caso de usar poco consumo de datos.

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Además, por si eso fuera poco, ofrece un plan para costear un iPhone 4 por solamente un euro gracias a un sistema de puntos, además de que en ningún caso hará que se una con permanencia a la compañía, pudiendo irse en caso de querer una operadora distinta. Según el empresario, su lanzamiento trata de “ayudar a mantener el poder adquisitivo de los franceses” y supone un precio “4,1 veces más barato que el de Orange y 4,3 veces menor que el de SFR”.

Es duro que en Francia, uno de los países más potentes del mundo, con veto en la ONU y el segundo país más importante económicamente hablando de la Unión Europea, con un sueldo mínimo más del doble que el español veamos ofertas que básicamente cuestan la mitad de lo que le costaría a un español y además con llamadas ilimitadas. Lo más sangrante de todo es que con esos precios siguen teniendo beneficios.

Esto no hace más que confirma una cosa que pasa en España: nos están robando con las tarifas. Si unos franceses pueden ofrecer esos precios y capacidades y ganar dinero en España también se puede, fin de la discusión. Porque las infraestruras están completamente amortizadas y aún así no han bajado precio. Y es que lo vemos cómo Simyo y Pepephone, las dos OMVs mejor valoradas por los consumidores, cada vez ofrecen mejores ofertas y condiciones alquilando infraestrucuras con solamente unos cientos de miles de usuarios.

¿Qué impide a las operadores grandes ofrecer sus ofertas? El lucro desmedido y el placer que les provoca a los accionistas el despreocuparse totalmente por sus clientes. Estamos en crisis y los grandes tienen mejores capacidades para ofrecer un plan de voz y datos a buen precio, pero es que no te las ofrecen ni sin pedir que te subvencionen un teléfono móvil ni teniendo mucha antigüedad en la empresa. Si realmente queréis cambiar las cosas, hay que golpear donde más les duele a los grandes: provocando una fuga de usuarios.

Personalmente, os aconsejo que liberéis vuestro teléfono móvil y que os larguéis de vuestra compañía a una OMV, cuanto antes os sea posible. En muchos casos pagar una penalización os puede resultar asequible ya que a la larga el ahorro es mucho mayor, pero lo importante es protestar por las condiciones abusivas que tenemos, donde nos pueden cobrar del orden de 0.20€/min si no llamamos en una hora o si superamos un límite de llamadas en muchos casos insuficiente para los que tenemos que pasar el día fuera. Tenemos que protestar para ver estos cambios. Si ya eres de una OMV díselo a tus contactos, tenemos que castigar a las grandes operadoras que se aprovechan de la desidia del cuidadano medio que no se suele informar para implantarle tarifas claramente abusivas y sin justificación de tales precios.

Vía | El País