Bruselas

"América está de regreso. Nunca nos fuimos del todo, pero quiero reafirmar que a Estados Unidos le interesa enormemente tener una gran relación con la OTAN, pero también con la UE. Tengo una visión muy diferente a la que tenía mi predecesor", ha proclamado Joe Biden durante su cumbre en Bruselas con Ursula von der Leyen y Charles Michel. "Estamos muy contentos de tener un socio en el que podemos contar", le responde el presidente del Consejo Europeo. "Los últimos cuantro años no han sido fáciles", ha admitido la presidenta de la Comisión.

El nuevo inquilino de la Casa Blanca ha escenificado durante su visita a Europa la reconstrucción del vínculo transatlántico tras los años tormentosos de Donald Trump. El anterior presidente norteamericano apoyó expresamente el brexit y la desintegración de la UE, a la que tachó de "enemigo" por delante de Rusia o China y machacó con aranceles punitivos por motivos de "seguridad nacional".

El contraste entre Trump y Biden no puede ser más grande. La doctrina central del actual presidente en política exterior se basa en constituir una alianza de democracias para plantar cara a los regímenes autoritarios en la escena mundial. Para ello, Biden ve prioritario resucitar los vínculos rotos con la UE. Un acercamiento que ya se ha concretado en ámbitos como la política exterior, la lucha contra el cambio climático, la creación de un Consejo de Tecnología y Comercio o el fin de la guerra de comercial por Boeing-Airbus.

Sin embargo, el cambio de administración no ha resuelto todos los conflictos entre la UE y EEUU. Persisten las diferencias en cuestiones como la tasa a los gigantes digitales norteamericanos, los aranceles al acero o la liberación de las patentes de las vacunas contra la Covid-19. El mensaje de reconociliación que quería lanzar Biden a la UE se ha visto empañado por su decisión de ausentarse de la rueda de prensa final de la cumbre, en la que se han quedado solos Von der Leyen y Michel para glosar las bondades de la nueva administración en Washington.

Los puntos de convergencia

EL ACUERDO CON IRÁN Y VENEZUELA: Trump siempre trató con desprecio, cuando no hostilidad, a sus aliados democráticos y no ocultaba su admiración por autócratas como el ruso Vladimir Putin, el norcoreano Kim Jong-un, o el chino Xi Jinping. Biden ha logrado que la OTAN y la UE endurezcan su posición hacia China y ha llamado "asesino" a Putin, con quien se reúne este miércoles en Ginebra. Pero para la UE, el viraje más importante es la resurección del tratado nuclear con Irán, uno de los principales logros de la diplomacia comunitaria que Trump abandonó y dejó al borde de la muerte y al que Biden negocia reincorporarse. En el comunicado final de la cumbre, las dos partes se comprometen a reforzar su cooperación con América Latina y "apoyar una solución negociada en Venezuela que conduzca a elecciones libres y justas".

Ursula von Der Leyen y Charles Michel despiden a Joe Biden, que se marchó sin dar rueda de prensa UE

EL PACTO DE PARÍS CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO: Una de las primeras decisiones de Biden al llegar a la Casa Blanca fue volver al acuerdo de París de lucha contra el cambio climático, del que también Trump se marchó pese a las súplicas de sus socios europeos. En la cumbre de Bruselas, la UE y EEUU han confirmado su objetivo común de alcanzar el objetivo de cero emisiones netas en 2050. Pese a esta sintonía reencontrada, todavía hay puntos de roce. A Biden no le gusta el proyecto de Bruselas de crear una tasa al carbono en frontera y así lo ha hecho saber su enviado climático, John Kerry.

EL FIN DE LA GUERRA DE 17 AÑOS POR BOEING-AIRBUS: Durante su visita a Europa, Biden ha anunciado un alto el fuego permanente en la disputa comercial de 17 años que mantenían Bruselas y Washington a cuenta de los subsidos ilegales a sus respectivos gigantes aeronáuticos, Airbus y Boeing. Durante los próximos cinco años, ninguna de las dos partes aplicará aranceles por esta disputa. Un pacto que supone un importante alivio para el sector agroalimentario español, entre los más perjudicados por estas medidas punitivas pese a no tener nada que ver con el conflicto. La UE y EEUU se alían ahora contra un enemigo común: China y sus subvenciones a los fabricantes de aviones.

UN NUEVO CONSEJO DE COMERCIO Y TECNOLOGÍA UE-EEUU: Es otro de los resultados concretos de la cumbre celebrada este martes en Bruselas. El objetivo declarado de esta iniciativa es escribir conjuntamente las reglas de la economía del siglo XXI. Las dos partes quieren ampliar y profundizar sus vínculos comerciales y de inversión, alinear sus políticas en materia de tecnología, estándares y transformacion digital y lanzar una nueva iniciativa sobre biotecnología y genómica. Eso sí, nadie habla de reflotar la polémica Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (TTIP, por sus siglas en inglés), que empezó a negociar Barack Obama pero nunca llegó a buen puerto.

Los desacuerdos persistentes

LOS ARANCELES AL ACERO: Pese al pacto sobre Airbus-Boeing, Biden todavía tiene frentes abiertos de las guerras comerciales iniciadas por Trump. El más importante tiene que ver con los aranceles al acero (25%) y al aluminio (10%) europeos que el anterior presidente norteamericano impuso en 2018 por motivos de "seguridad nacional". Este conflicto no ha encontrado solución durante la cumbre de Bruselas. De momento, se mantiene la precaria tregua anunciada hace unas semanas: la UE no aumentará sus represalias contra productos norteamericanos pese a que Biden mantiene de momento los recargos. La presidenta de la Comisión ha anunciado un "grupo de trabajo" y espera resultados "en meses".

Ursula von der Leyen, durante la rueda de prensa de este martes UE

LA TASA GOOGLE: Pese al principio de acuerdo alcanzado en el G-7 para que las multinacionales paguen más impuestos, la UE sigue adelante con su proyecto de crear una tasa digital y eso preocupa a Washington porque los gigantes estadounidenses son los principales perjudicados. Biden ya ha amenazado con aranceles punitivos contra los Estados miembros que han implantado este gravamen, como Italia, España o Francia, aunque ha suspendido su aplicación seis meses. "Hemos dejado claro y hemos discutido que nuestra propuesta no será discriminatoria y no conducirá a una doble imposición", ha dicho Von der Leyen. A la nueva administración le inquietan además las nuevas reglas que prepara Bruselas para poner coto al poder de las plataformas digitales de EEUU. 

LAS PATENTES DE LAS VACUNAS: El apoyo de Biden a liberar las patentes de las vacunas contra la Covid-19 pilló por sorpresa a los europeos, que siempre se han opuesto a esta posibilidad. Tras una primera reacción dubitativa, Bruselas se ha atrincherado en su rechazo y ha acusado al presidente de EEUU de utilizar las patentes como maniobra de distracción para ocultar que hasta muy recientemente vetaba cualquier exportación de dosis o ingredientes. Michel ha insistido este martes en que liberar las patentes no es la solución inmediata para remediar la escasez de vacunas en los países más pobres porque lo que se necesita es aumentar la capacidad de producción. Pese a sus discrepancias, Bruselas y Washington se marcan un objetivo común: vacunar a al menos dos tercios de la población mundial para finales de 2022.

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