Bruselas

La lentitud en la campaña de vacunación contra la Covid-19 en la UE y la escasez general de dosis disparan la frustración y las disputas internas entre los Estados miembros. Un ambiente de tensión que ha marcado la videocumbre de jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete celebrada este jueves. Al final, los líderes europeos han alcanzado un acuerdo de mínimos para endurecer los controles a la exportación de inyecciones fabricadas en territorio comunitario y prohibir los envíos de laboratorios que no cumplen su contrato con la UE, como AstraZeneca. Un nuevo capítulo en la guerra de vacunas.

Entre los jefes de Estado y de Gobierno han causado sorpresa y conmoción las nuevas cifras desveladas por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Desde el 1 de diciembre de 2020, la UE ha exportado 77 millones de dosis de vacunas a 33 países diferentes. De este total, 21 millones de dosis han ido a Reino Unido: la mayoría de Pfizer-BioNTech, pero también 1 millón de dosis de AstraZeneca, que según Bruselas deberían haberse reservado a los Estados miembros

Al mismo tiempo, la UE ha recibido hasta ahora 88 millones de dosis de tres de los fabricantes autorizados: Pfizer, Moderna y AstraZeneca. Pero únicamente ha administrado 62 millones de inyecciones, es decir, menos que las exportadas. Sólo el 4,1% de la población europea tiene ya dos dosis. Pese a estos malos resultados, Von der Leyen ha informado a los líderes europeos de que las entregas aumentarán masivamente a partir de abril. De los 100 millones de vacunas recibidas en total entre enero y marzo se pasará a 360 millones en el segundo trimestre, y eso pese al recorte drástico de AstraZeneca. Una cantidad que permitiría alcanzar el objetivo de vacunar al 70% de la población adulta para el verano.

Dosis de vacunas entregadas y previstas

Los incumplimientos sistemáticos por parte de AstraZenca son el principal argumento que esgrime Von der Leyen para endurecer el control a las exportaciones. El Ejecutivo comunitario ha propuesto dos nuevos criterios que en teoría facilitan prohibir los envíos. En primer lugar, la reciprocidad, es decir, si el país de destino restringe o no la exportación de dosis a territorio comunitario. Y también la proporcionalidad: si el país de destino tiene o no mejor situación epidemiológica y tasa de vacunación que la UE.

El choque con Londres

Dos criterios que están pensados específicamente para poder vetar las exportaciones de vacunas a Reino Unido, que fabrica sus propias dosis de AstraZeneca y no envía ninguna a la UE y que además tiene una tasa de vacunación mucho más alta que la europea. Al mismo tiempo, Bruselas y Londres están negociando un acuerdo para repartirse las dosis de AstraZeneca y evitar que la guerra de vacunas se agrave.

A la espera de un alto el fuego permanente (que podría llegar este mismo fin de semana), los líderes europeos han respaldado unánimemente la propuesta de Von der Leyen para bloquear las exportaciones. Sin embargo, se trata de un acuerdo de mínimos porque los Estados miembros están divididos sobre el uso que hay que hacer de este mecanismo. Italia y Francia representan la línea más dura. 

Dosis de vacuna inyectadas por cada 100 habitantes

"Debemos bloquear todas las exportaciones mientras los laboratorios no respeten los compromisos hacia los europeos", ha dicho el presidente francés, Emmanuel Macron, al término de la reunión. "No es en ningún caso proteccionismo. Se trata simplemente de impedir que otros países desarrollados se aprovechen de Europa mientras los contratos firmados por los Estados miembros y algunos laboratorios no se respetan", sostiene Macron.

En el extremo contrario se sitúan países como los nórdicos, Bélgica, Holanda, Irlanda o también España, que piden máxima cautela con los vetos porque podrían acabar perturbando el suministro sanitario global y agravar la escasez de vacunas. "Es crucial que las cadenas de suministro internacionales no se vean obstaculizadas", ha apuntado el primer ministro holandés, Mark Rutte.

"Espero que este mecanismo (para prohibir las exportaciones) no se use, que no sea necesario. No estamos en contra. Por supuesto que estamos totalmente a favor del principio de transparencia y queremos defender el interés europeo en materia de vacunas. Pero no debemos hacer algo que a largo plazo no sólo no nos proporcionará más dosis, sino incluso menos y pondrá a otras partes del mundo en una situación difícil", insiste Rutte.

El reparto de dosis

Por su parte, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, -que a diferencia de la mayoría de los líderes europeos no ha comparecido ante la prensa al término del Consejo Europeo- "ha hecho especial hincapié en la necesidad de asegurar el suministro de materias primas y materiales intermedios y de uso único, así como hacer cumplir a las farmacéuticas sus compromisos adquiridos", según ha informado Moncloa en un comunicado.

Al final, el debate que más ha encendido los ánimos entre los líderes europeos no ha sido paradójicamente la guerra con Reino Unido sino el reparto interno de dosis entre los Estados miembros. Un problema provocado porque algunos países -Austria, Croacia, Letonia, República Checa, Eslovenia y Bulgaria- basaron su estrategia de vacunación en AstraZeneca y no compraron a finales de 2020 todas las vacunas que les correspondían prorrata de Pfizer y Moderna. Unas dosis que se quedaron otros Estados miembros como Alemania, Suecia, Dinamarca o España.

Los países perjudicados reclaman ahora un mecanismo de corrección en el reparto de los 10 millones de dosis de Pfizer cuya entrega se ha adelantado al segundo trimestre. Pero el primer ministro austriaco, Sebastian Kurz, ha envenenado el ambiente al acusar a la UE de un error que es suyo propio. Tras una agria discusión, los líderes europeos han encargado a sus embajadores que busquen una solución. Pero la mayoría sólo están dispuestos a salir al rescate de Bulgaria, Letonia y Croacia porque consideran que Austria no tiene ahora dificultades especiales, según ha dicho Rutte.

El pasaporte Covid

Los líderes europeos han abordado también el pasaporte Covid y se han comprometido a alcanzar un acuerdo lo antes posible para que esté disponible en verano. Sánchez "ha apuntado la urgencia de adoptar este instrumento para lograr una progresiva recuperación de la movilidad dentro de la UE, protegiendo la salud de todos los ciudadanos", según Moncloa.

Imagen de la videoconferencia de líderes de la UE celebrada este jueves UE

Pero también aquí persisten importantes brechas entre los Estados miembros. Tanto Rutte como Macron han repetido sus dudas sobre este instrumento. Han insistido en que no puede conceder derechos especiales a las personas vacunadas y debe garantizar en todo momento la privacidad de los datos. Los dos líderes resaltan además que todavía no se sabe con seguridad si las personas vacunadas pueden seguir contagiando el virus.

El presidente francés ha vaticinado que todavía quedan semanas difíciles antes de que la campaña de inoculación alcance la velocidad de crucero. Y admite que Estados Unidos lo ha hecho mejor que la UE en materia de vacunas. "Los EE. UU. han sido más innovadores, más ambiciosos, quizá han sabido soñar más que nosotros. Han puesto sumas de dinero muy importantes para innovar más rápido y de forma más sólida y han tenido razón. Esto debe ser una lección", sostiene Macron.

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