Bruselas

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha anunciado este jueves el lanzamiento de un procedimiento de infracción contra Reino Unido por incumplir el acuerdo de divorcio del brexit. Bruselas había dado de plazo hasta final de septiembre al Gobierno británico para que retirara las disposiciones más polémicas de su ley de mercado interior, que modifican unilateralmente el protocolo sobre Irlanda del Norte. Boris Johnson ha desoído el ultimátum y por eso Von der Leyen le abre expediente.

"Este proyecto de ley es por su propia naturaleza una ruptura de la obligación de buena fe que se recoge en el Acuerdo de Retirada. Es más, si se adopta tal y como está entrará en contradicción con el protocolo sobre Irlanda e Irlanda del Norte", ha argumentado la presidenta de la Comisión en una brevísima declaración pública, en la que no se han admitido preguntas de la prensa.

En realidad, lo único que hace el Ejecutivo comunitario es enviar al Gobierno británico una carta de emplazamiento, primera fase del procedimiento de infracción. "La carta invita al Gobierno británico a enviar sus observaciones en un plazo de un mes", ha explicado Von der Leyen.

Si sus explicaciones no le convencen, el Ejecutivo comunitario puede enviar un dictamen motivado pidiendo la retirada de la ley. Si Johnson no cumple, el caso podría acabar en denuncia ante el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE), pero dentro de muchos meses.

De todas las opciones que Von der Leyen tenía en su arsenal para responder a la provocación de Johnson (por ejemplo, acudir directamente al TJUE o pedir un arbitraje), la apertura de un procedimiento de infracción es la más inocua. De hecho, el Ejecutivo comunitario ya ha exigido a Londres que retire su ley de mercado interior y el Gobierno británico le ha contestado que no piensa hacerlo. El expediente es un intento de ganar tiempo y evitar un choque frontal con Reino Unido.

Bruselas no se levanta

"La Comisión continuará trabajando duro para una aplicación plena y en plazo del Acuerdo de Retirada. Nosotros cumplimos nuestros compromisos", ha dicho Von der Leyen al final de su declaración. Es decir, la Comisión todavía confía en poder llegar a un acuerdo con Londres tanto sobre el Acuerdo de Retirada como sobre el futuro pacto comercial. O al menos lo intentará hasta el final. 

Bruselas no se levanta de la mesa pese a los incumplimientos de Johnson. De hecho, esta semana se está llevando a cabo en Bruselas la novena ronda de negociaciones sobre el acuerdo comercial. Los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 discutirán brevemente la situación durante la cumbre que empieza esta jueves en la capital belga.

Lo cierto es que la ley de mercado interior de Johnson ha roto la confianza entre la UE y Londres. El Gobierno británico pretende saltarse los controles aduaneros previstos en el Acuerdo de Retirada para los productos que viajen desde Gran Bretaña a Irlanda del Norte, así como las restricciones a las ayudas públicas que puede conceder Londres. Respetar el pacto de divorcio supondría aceptar en la práctica la división de Reino Unido, alega Johnson.

Bruselas responde que incumplir el protocolo sobre Irlanda del Norte pone en riesgo los acuerdos de paz del Viernes Santo en el Úlster, ya que obligaría a reintroducir una frontera terrestre en la isla.

Si hay o no solución, se sabrá pronto. Las dos partes creen que octubre es el plazo máximo para cerrar el pacto comercial. Si no está listo a final de mes, no dará tiempo a ratificarlo y el resultado será un brexit económico sin acuerdo el próximo 31 de diciembre, cuando expira el periodo de transición.

Noticias relacionadas