El Fondo Monetario Internacional (FMI) augura una dura crisis para España en los próximos años en la que aumentará la pobreza, se dispararán las insolvencias de empresas, la banca volverá a tener activos problemáticos y la estructura productiva tendrá que reconvertirse ante el fin de muchas actividades incompatibles con la prevención de la Covid-19.

El organismo con sede en Washington ha publicado este miércoles las conclusiones del grupo técnico de trabajo que periódicamente visita España y cree que al menos hasta 2022 será necesario seguir contando con el apoyo de los recursos públicos del Estado, la Unión Europea y el Banco Central Europeo (BCE) para poder superar esta crisis.

Eso sí, una vez que pase la fase más dura, advierte que España tendrá que volver a la consolidación fiscal y para entonces, debería tener ya en marcha algunas reformas estructurales. Pero para que la crisis no sea aún más profunda de lo esperado, señala que sería bueno lograr "un compromiso político renovado" con la consolidación fiscal y las reformas estructurales pendientes.

En una rueda de prensa para explicar el informe, la responsable del grupo de trabajo del FMI, Andrea Schaecter, ha recordado que los retos que afronta la economía española son "grandes" y tendrán que abordarse en varios años, por lo que sería mejor para la economía y más "efectivo" abordarlos "con un amplio apoyo social y político".

Se trata de reformas en distintos ámbitos: laboral, digital, modernización de las Adminsitraciones Públicas, pensiones, clima o fiscalidad. Y trazar una hoja de ruta consensuada ayudaría a garantizar el éxito de las decisiones que la pandemia obliga a acelerar.

"A corto plazo, el anuncio anticipado de un plan de ajuste gradual (supeditado a la situación de la economía) podría enviar una señal clara a los mercados y promover la transparencia de las medidas de política económica. El plan debería incluir medidas estructurales sostenibles, especialmente del lado de los ingresos, que ayudarían a reconstruir los colchones fiscales al tiempo que apoyarían más inclusión e innovación", advierte el organismo que preside Kristalina Georgieva.

Deuda pública al 120%

Según recuerda, la deuda pública se disparará en casi 30 puntos, hasta representar el 120% del PIB, en los próximos años. Y por tanto, afirma que será necesario acometer "un ajuste fiscal gradual" cuando la economía se encuentre de nuevo en una senda de crecimiento sostenible con el desempleo bajando.

"Un compromiso político renovado con las reformas estructurales sería así mismo importante para apoyar unas perspectivas de crecimiento que faciliten la reducción de la deuda". Entre otras medidas, reclama una reforma de las pensiones que "equilibre la sostenibilidad" del sistema con "aceptabilidad social".

Schaecter ha explicado en una rueda de prensa que con esto se refiere a buscar una solución al "contrato social" entre los españoles en el marco del Pacto de Toledo.

El FMI advierte también que "un fracaso a la hora de controlar nuevos brotes, un progreso más lento de lo previsto en materia de vacunas y tratamientos, un 'brexit' sin acuerdo y una escalada de las tensiones comerciales podrían empañar aún más las perspectivas". 

Más crecimiento en 2021

Según sus últimas proyecciones económicas, España será una de las economías del mundo que más sufrirá la pandemia, con una caída del PIB del 12,8%. En la Declaración Final de la Misión de la Consulta del Artículo IV de 2020 publicada este miércoles, prevé que la recuperación el próximo año pueda alcanzar el 7,2% apuntalada por los fondos de la UE y siempre que se limiten las nuevas infecciones por coronavirus.

Esa proyección de crecimiento para 2021 es mejor a la anticipada en junio, cuando estimó que sería del 6,3%, en línea con lo esperado también para Italia. No obstante, reconoce, que esas perspectivas "están sujetas a una incertidumbre sin precedentes".

Para aprovechar bien los fondos europeos, el FMI aconseja a España un mecanismo de gobernanza y una política económica que se encamine a facilitar la reasignación de recursos hacia sectores en expansión sin olvidar la protección de la red de seguridad en el ámbito social.

Empresas insolventes y ERTE

En el lado empresarial también será importante contar con recursos públicos. De hecho, desde Washington anticipan que serán muchas las empresas españolas, incluidas algunas sistémicas, que podrían necesitar ayuda temporal en términos de capital y del fondo de inversión estatal que se ha creado bajo el paraguas de la SEPI.

Además de dotar de apoyo a los balances empresariales -buscando mecanismos para que después el Estado pueda salir de las empresas intervenidas y recuperar recursos de las ayudadas-, considera que será necesario mejorar la ley de insolvencia para las reestructuraciones que vendrán en los próximos meses.

Sobre los ERTE (expediente de regulación temporal de empleo) los economistas de la Misión española consideran que tendrán que "revisarse minuciosamente y adaptarse" para evitar que cuando venzan y deban reembolsarse se produzcan quiebras empresariales.

Sin embargo, sí señalan que sería aconsejable que esos trabajadores acaben pasando "gradualmente" a la red de desempleo para facilitar "la reasignación de puestos de trabajo y de trabajadores" y mitigar los riesgos de sostener de forma artificial el empleo en empresas y sectores inviables.

Dudas sobre la banca

Ante este difícil contexto, documento aconseja a España modificar la normativa para que las empresas puedan ganar tamaño y a los supervisores bancarios extremar la vigilancia al sector financiero ante la caída de rentabilidad que afrontará el sector.

De hecho, cree que las entidades tendrán que ser prudentes a la hora de abonar dividendos y "reconocer a tiempo los activos problemáticos" que puedan surgir de esta crisis.

Schaecter ha reconocido a la prensa que el proceso de fusiones que se ha inciado en España puede ser efectivo para mejorar sinergias en ventas y reducción de costes en este momento delicado.

Alejándose del tono que marcaba los informes de los llamados 'hombres de negro' del FMI y Bruselas que hacían seguimiento de la economía española durante los años del rescate financiero, en esta ocasión los técnicos también hacen suyo el discurso del Gobierno. Creen, así que la recuperación económica debe tener una vertiente social para mitigar el aumento de pobreza, no debe olvidar la Igualdad de género y debe estar encaminada a permitir que España cumpla con su agenda para el clima.

En ese sentido, considera que la respuesta a la primera fase de esta crisis ha sido "ágil" y celebra medidas como el Ingreso Mínimo Vital (IMV), aunque no dice que vaya a ser suficiente para evitar el aumento de desigualdades y de pobreza que anticipa el informe.