Bruselas

La falta de coordinación y las divisiones vuelven a lastrar la actuación de la UE en la progresiva reapertura de las fronteras tras más de dos meses de confinamiento para frenar la expansión del Covid-19. En lugar de una actuación conjunta dirigida desde Bruselas, el levantamiento paulatino de controles de cara a la temporada turística veraniega se está llevando a cabo mediante un mosaico de acuerdos regionales diferentes que generan nuevas tensiones con aquellos países que se quedan fuera, como Italia o España.

La Comisión Europea insiste -hasta ahora de forma infructuosa- en pedir más coordinación a los Gobiernos de la UE: deben consultar o al menos informar a sus vecinos de cualquier medida antes de adoptarla. Algo que manifiestamente no ha ocurrido por ejemplo con la cuarentena impuesta por el Gobierno de Pedro Sánchez a los viajeros que llegan a España, que ha enfurecido al presidente francés, Emmanuel Macron.

El Ejecutivo comunitario exige además que se respete en todo momento el principio de no discriminación: cuando un Estado miembro decide levantar sus restricciones a los viajeros que vienen de otro país u otra región de la UE, esto debe aplicarse a todos los residentes en ese lugar, independientemente de su nacionalidad, y a todas las partes de la Unión que se encuentren en una situación epidemiológica similar. 

La reapertura progresiva de las fronteras en el espacio Schengen volverá a discutirse en la reunión de ministros del Interior de la UE que se celebra este viernes por videoconferencia. Los Veintisiete tienen que decidir además si prorrogan o no el cierre de la frontera exterior de la UE, que expira el 15 de junio.

Italia

El Estado miembro más golpeado por la pandemia ha reabierto este miércoles sus fronteras a los viajeros procedentes de toda la Unión Europea, en un intento de rescatar a su industria turística de cara al verano. No aplica ningún tipo de cuarentena. La medida coincide con el fin de las restricciones de movimiento entre regiones dentro de Italia. 

Sin embargo, sus países vecinos mantienen las limitaciones de entrada a los italianos. Por ejemplo, Austria suprime este mismo jueves los controles fronterizos y sanitarios a los viajeros procedentes de Alemania, Liechtenstein, Suiza, Eslovaquia, Eslovenia, República Checa y Hungría, pero los conserva en el caso de Italia. "Para Italia, desafortunadamente las cifras de la pandemia todavía no permiten dar este paso", asegura el ministro de Exteriores austriaco, Alexander Schallenberg.

Esto ha enfurecido al jefe de la diplomacia italiana, Luigi di Maio, que asegura que no tolerará que se trate a su país como una "leprosería". "En el tema de la reapertura de las fronteras, necesitamos una respuesta europea, porque si se actúa de manera diferente y descompuesta falla el espíritu de la UE", ha escrito di Maio en Facebook. En los próximos días viajará a Alemania, Eslovenia y Grecia para demostrar que "Italia está preparada para acoger a turistas extranjeros".

España

España es uno de los países que más tarde reabrirá sus fronteras a los socios de la UE. El Gobierno de Pedro Sánchez anunció que la cuarentena obligatoria de 14 días que ahora deben pasar todos los viajeros que llegan a nuestro país se eliminaría el 1 de julio. Ahora, esta fecha podría adelantarse al 22 de junio, una vez haya expirado la última prórroga del Estado de alarma.

La cuarentena ha provocado un miniconflicto diplomático con Francia, que puso en marcha una medida recíproca similar para los viajeros españoles. Su presidente, Emmanuel Macron, dijo que era ineficaz y poco realista y una de sus ministras aconsejó no viajar a España de vacaciones en verano.

Ahora ha surgido un problema similar con Alemania. Su ministro de Asuntos Exteriores, Heiko Maas, ha anunciado este miércoles que a partir del 15 junio levantará las restricciones de viaje a otros países de la UE y Schengen. Las únicas excepciones son Noruega y España, países para los que Berlín mantiene la recomendación de no viajar debido a las medidas restrictivas que aplican en frontera, como la cuarentena. 

Nada más anunciar Alemania que España quedaba excluida, la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, se ha puesto en contacto con Maas. "Hemos acordado que en cuanto España permita el ingreso de turistas en su territorio, Alemania levantará la recomendación de no viajar a España", ha escrito González Laya en Twitter.

Suecia y los nórdicos

Los países nórdicos han llegado a un acuerdo para reabrir sus fronteras. Una 'burbuja' de la que ha quedado excluida Suecia, cuya tasa de muertes por el Covid-19 cuadruplica a la de sus vecinos. Dinamarca ha anunciado que a partir del 15 de junio levantará los controles a los viajeros procedentes de Alemania, Noruega e Islandia. En paralelo, Noruega ha aceptado permitir la entrada de ciudadanos daneses sin exigirles cuarentena. 

Suecia es el país de la UE que ha adoptado una estrategia de confinamiento más relajada. Los eventos masivos se prohibieron y las universidades cerraron, pero las escuelas se han mantenido abiertas y los bares y los restaurantes nunca han parado de funcionar. Además, el Gobierno sueco nunca cerró las fronteras a sus vecinos.

La estrategia de Estocolmo de intentar la 'inmunidad de grupo' frente al Covid-19 ha provocado un rechazo general en el resto de países nórdicos, que sí han adoptado un confinamiento estricto. La tensión entre los vecinos se ha disparado. La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, asegura tener un "fuerte deseo de encontrar una solución", pero añade que Dinamarca y Suecia "están en lugares diferentes en lo que se refiere al coronavirus". La jefa de la diplomacia sueca, Ann Linde, replica que se trata de una "decisión política" que no se justifica por motivos sanitarios.

Otros países

Grecia, el país de la UE que más depende del turismo y uno de los menos golpeados por el coronavirus, abrirá sus fronteras a partir del 15 de junio a la mayoría de Estados miembros, pero mantiene la exigencia de cuarentena para pasajeros procedentes de los aeropuertos de Madrid y Barcelona, entre otros. Una restricción que podría levantarse a partir del 1 de julio.

Bélgica ha anunciado este miércoles que suprime todos los controles de entrada a partir del 15 de junio, la misma fecha que sopesa Francia. República Checa y Eslovaquia restablecen desde este mismo jueves la plena libertad de movimiento entre ambos.

Por su parte, los residentes de Estonia, Letonia y Lituania ya pueden moverse sin restricciones por la 'burbuja de viaje báltica' desde el pasado 15 de mayo. Los tres países han empezado esta semana a abrir sus fronteras al resto de Estados de Schengen, aunque mantienen la cuarentena obligatoria a los países con tasas de infección superiores a 15 personas por cada 100.000 habitantes, entre los que todavía está España.

También Holanda descarta a España de su lista inicial de países a los que podrán viajar sus ciudadanos a partir del 15 de junio debido a la cuarentena.

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