Bruselas

No hubo fumata blanca. Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintiocho han fracasado en su primer intento de acordar el reparto de poder en la UE para la próxima legislatura. No hay ningún acuerdo positivo sobre los nombres que deben ocupar los altos cargos europeos: sólo una red de vetos cruzados cuyo resultado ha sido fulminar a los tres candidatos declarados a la presidencia de la Comisión que hicieron campaña como cabezas de lista (Spitzenkandidaten, según la terminología alemana original) de las principales fuerzas políticas en la Eurocámara.

Socialistas y liberales, Pedro Sánchez y Emmanuel Macron, han bloqueado al candidato popular, Manfred Weber, apoyado por la canciller Angela Merkel. Su principal argumento contra él es que carece de cualquier experiencia ejecutiva y apenas es conocido siquiera en su propio país. Pero la caída de Weber ha arrastrado consigo al aspirante socialista, Frans Timmermans, y también a la danesa Margrethe Vestager, la candidata de los liberales

Una vez enterrados los tres únicos candidatos declarados, las negociaciones vuelven a la casilla de salida. En los próximos días, los líderes europeos deberán poner sobre la mesa nuevos nombres. Candidatos que a diferencia de Weber, Timmermans y Vestager no se someterán al escrutinio público en una campaña, sino que permanecerán en el anonimato hasta que todas las piezas del rompecabezas encajen. Eso significa negociaciones a puerta cerrada y secretismo total. La solución se espera para el próximo domingo 30 de junio.

¿Están Weber, Timmermans y Vestager definitivamente fuera de la carrera para sustituir a Juncker? "El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha dicho claramente que no hay mayoría para ninguno de los tres candidatos. Su conclusión legítima es que ha pedido que se propongan otros nombres. Así que la respuesta es que sí", ha contestado el presidente Macron.

La victoria de Macron sobre Merkel

La caída de los tres candidatos y la muerte del sistema de los Spitzenkandidaten es una victoria clara de Macron en el pulso que mantiene con Merkel por el reparto de los altos cargos. Un sistema que se inventó la Eurocámara en 2014 en un intento de arrebatar a los Gobiernos de la UE el monopolio en la designación del presidente de la Comisión. Cada familia política debía designar de antemano a su aspirante y el partido que ganara las elecciones podía colocar a su candidato en el cargo.

El Parlamento alega que este procedimiento democratiza la elección del presidente del Ejecutivo comunitario y fomenta la participación. Macron responde que los jefes de Estado y de Gobierno tienen toda la legitimidad para llevar la iniciativa y no dejarse imponer candidatos por la Eurocámara, porque así lo dicen los Tratados.

Sostiene el presidente francés que los Spitzenkandidaten sólo tendrían sentido si hay listas trasnacionales y los aspirantes hacen campaña en toda Europa. Lo cierto es que el Macron ha querido destruir este procedimiento desde su llegada al poder porque no contaba con una familia política propia en el Parlamento Europeo. Sólo el 26-M se sumó al nuevo grupo liberal Renovar Europa, que sólo es el tercero más fuerte de la Eurocámara.

Como en los comicios del 26-M se impuso el PPE, Merkel ha reclamado hasta el final la presidencia del Ejecutivo comunitario para Weber. Su negativa a dejarle caer ha impedido un acuerdo en esta cumbre, pero la canciller se resigna ya a pasar página: admite que no le queda otro remedio que aceptar las conclusiones de Tusk en el sentido de que ningún candidato declarado tiene mayoría y augura "discusiones difíciles" los próximos días.

Sánchez deja caer a Timmermans

Merkel niega que sus relaciones con Macron atraviesen su peor momento. "Nos respetamos el uno al otro y lo digo claramente: no quiero tomar ninguna decisión contra Francia y no creo que Francia quiera tomar ninguna decisión contra Alemania. Así que en algún momento tendremos que abordar esto", ha dicho la canciller.

Por su parte, el presidente del Gobierno, que negocia en nombre de los socialistas europeos, ha dado también por muerto a su candidato, Frans Timmermans. "Yo lamento mucho que Frans Timmermans no haya podido ser la persona escogida en el día de ayer, porque creo que es una persona que cuenta con todas las cualificaciones, con el compromiso europeísta y con la experiencia. Pero la política es así", ha dicho.

"Ninguno de los tres candidatos propuestos por las tres principales familias políticas tiene el apoyo dentro del Consejo. Y por tanto tenemos que volver a empezar", agrega Sánchez. Los socialistas europeos mantienen su pacto con los liberales para tratar de desbancar al PPE de la presidencia de la Comisión, cargo que monopolizan los populares desde hace 15 años. Pero Sánchez admite que quizá este pulso se salde con un fracaso.

La canciller alemana ha querido desmontar de una vez y para siempre los rumores que la sitúan en alguno de los altos cargos en disputa. El propio Macron ha repetido que si se hubiera presentado le apoyaría. "Mi respuesta sigue siendo que no. Es una pregunta que me plantean una y otra vez. Me entristece que mi palabra no se tome al pie de la letra. Creo que la gente tendría que respetar lo que he dicho", ha zanjado Merkel.

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