Bruselas

Después de crecer a velocidad de crucero durante el año 2017, la economía de la eurozona se ha enfriado bruscamente durante el primer trimestre del año. El crecimiento entre enero y marzo de 2018 se ha reducido al 0,4% del producto interior bruto, tres décimas menos que el 0,7% registrado durante los últimos tres meses de 2017, según los datos difundidos este miércoles por la oficina estadística de la UE, Eurostat. En el conjunto de la UE, el crecimiento fue también del 0,4%, frente al 0,6% del trimestre anterior.

Aunque Eurostat no desglosa todavía las cifras por países, España se mantiene entre los que más crecen, con una expansión del 0,7%, según el Instituto Nacional de Estadística. Austria también conserva el impulso y crece un 0,8%. En contraste, la economía francesa se ha ralentizado hasta el 0,3% del PIB, frente al 0,7% registrado a finales del año pasado. En tasa interanual, la eurozona progresa a un ritmo del 2,5% y la UE al 2,4%, después de un 2,8% y un 2,7%, respectivamente, en el trimestre anterior.

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ya avisó la semana pasada de una "moderación" del crecimiento en la eurozona. No obstante, lo atribuyó a factores temporales, como al mal tiempo de este invierno, huelgas varias y el periodo del año en que han caído las vacaciones de Pascua. A su juicio, el crecimiento sigue siendo "sólido y de amplia base". Lo cierto es que este enfriamiento complica el objetivo del BCE de ir retirando los estímulos monetarios desplegados durante la crisis y empezar a subir los tipos. La Comisión tiene previsto presentar sus previsiones económicas este jueves tres de mayo.

Eurostat ha publicado también este miércoles los datos de paro correspondientes al mes de marzo. La tasa de desempleo fue del 8,5% en la eurozona, estable si se compara con febrero de 2018. Se trata de la cifra más baja desde diciembre de 2009. En el conjunto de la UE, el paro se mantuvo también estable en el 7,1%.

Pese a la caída de casi dos puntos registrada en el último año, España sigue siendo el segundo país de la UE con una tasa de paro más alta (16,1%), sólo por detrás de Grecia (20,6%). En el extremo contrario, los Estados miembros con menor desempleo son República Checa (2,2%), Malta (3,3%) y Alemania (3,4%).

España es también segunda por la cola en paro juvenil (35%). Las cifras más altas se registran en Grecia (42,3%) e Italia (31,7%), mientras que las más bajas corresponden a Alemania (6,1%), República Checa (6,8%) y Holanda (7%).

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