Bruselas

Tras varios trimestres creciendo a velocidad de crucero, la economía de la eurozona da síntomas de enfriamiento. Una ralentización que complica al Banco Central Europeo (BCE) su objetivo de retirar lentamente la batería de estímulos monetarios que desplegó para combatir la crisis. Tal y como se esperaba, el organismo presidido por Mario Draghi ha decidido este jueves mantener sin cambios su política monetaria: los tipos de interés siguen en el mínimo histórico del 0%, mientras que el programa de compra de deuda continuará a un ritmo mensual de 30.000 millones de euros al menos hasta septiembre.

"Todos los gobernadores de bancos centrales informaron sobre la situación en sus respectivos países. Prácticamente todos han experimentado cierta moderación en el crecimiento o pérdida de impulso. Es un fenómeno bastante amplio en todos los países y sectores", ha explicado Draghi en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno.

No obstante, el banquero italiano ha restado importancia a este fenómeno y lo ha atribuido a factores temporales. "La caída se ha estabilizado y el nivel actual está todavía por encima de la media histórica. Además, se ha producido después de un periodo de fuerte crecimiento -hemos tenido cuatro trimestres al 0,7%- así que era de esperar algún tipo de normalización", ha defendido. Entre los factores que han influido, ha citado el mal tiempo en invierno, huelgas varias y el periodo del año en que han caído las vacaciones de Pascua.

El principal riesgo, el proteccionismo

Draghi pide "cautela" a la hora de leer estos datos. El crecimiento en la eurozona "sigue siendo sólido y de amplia base" y el BCE mantiene su "confianza" en que la inflación seguirá subiendo hasta su objetivo del 2%. Sin embargo, la mayoría de los analistas consideran que el enfriamiento de la economía obligará al banquero italiano a prolongar la compra de bonos hasta el primer trimestre de 2019 y retrasar la subida de tipos hasta finales de ese año.

Para el BCE, el principal riesgo para la eurozona sigue siendo un aumento del proteccionismo, por ejemplo con las tarifas al acero que ha impuesto el presidente de EEUU, Donald Trump. Unas medidas que pueden tener "un efecto rápido y profundo en la confianza de las empresas y los exportadores y afectar así a las perspectivas de crecimiento".

Draghi ha pedido además a los líderes europeos que aceleren los trabajos para completar la unión bancaria. "La unión monetaria seguirá siendo frágil si no hay progresos", avisa. El banquero italiano se ha despedido de su actual vicepresidente, el portugués Vítor Constâncio, cuyo mandato acaba el 31 de mayo. Y ha dado la bienvenida a su sucesor, Luis de Guindos, que será su nuevo escudero en la próxima rueda de prensa del 14 de junio en Riga.

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