Nueva York

Una vez se estrene en el Despacho Oval, el presidente electo Biden se pondrá manos a la obra con su plan de choque para combatir la oleada de contagios y fallecimientos por coronavirus en el país. Además de hacer un llamamiento a la colaboración entre gobierno, Congreso y agentes sociales, Biden ha prometido recuperar el espíritu colaborativo con las autoridades estatales para paliar los efectos de la pandemia en la economía nacional.

Por otra parte, el nuevo presidente tendrá que trabajar a contrarreloj para devolver a Estados Unidos a la primera línea de la política internacional, activando todos los mecanismos a su alcance para retornar a la lucha contra el cambio climático (desde el 4 de noviembre Estados Unidos no forma parte de los Acuerdos de París) y recuperar su asiento en la mesa de negociación de acuerdos transfronterizos que Trump ha saboteado a lo largo de su mandato (el actual presidente notificó formalmente su intención de abandonar la Organización Mundial de la Salud en junio, tras un número creciente de desacuerdos sobre la gestión de la pandemia de coronavirus). 

Prioridad: la Covid

Según adelantaron desde el equipo de campaña de Biden a Politico, su prioridad una vez sea confirmado como el 46º Presidente de Estados Unidos será presionar al Congreso para que le envíe un amplio proyecto de ley de estímulo para garantizar la baja por enfermedad pagada para todos los trabajadores estadounidenses que contraigan el coronavirus y cubrir los gastos de las pruebas de Covid-19 y el tratamiento para aquellos que se contagien y carezcan de seguro médico.

"Sea lo que sea que se esté haciendo ahora, sería lo contrario", dijo Chris Jennings, ex-asesor de políticas de salud de la Casa Blanca que formó parte del grupo de trabajo de la unidad de atención médica de Biden a principios de este año. “Habrá una relación mucho más colaborativa con los gobiernos estatales y locales. Dará poder a las agencias, no las socavará ni las desacreditará, pero también las hará responsables de los resultados", augura Jennings en declaraciones para Politico.

Los primeros cambios serán inmediatos. Desde la promulgación de un marco de coordinación nacional para la gestión de pruebas de Covid-19 y la creación de equipos de rastreadores, hasta el cierre temporal de negocios no esenciales para aplanar la curva de contagios, todas medidas que Trump ha rechazado de plano desde el primer momento. Sin duda, la medida más controvertida y uno de los primeros indicios del fin de la 'era Trump' será el mandato para el uso obligatorio de mascarillas en todo el país, algo que el propio Biden ha calificado de "deber patriótico".

Joe Biden con Barack Obama en 2008. Reuters

En cuanto a la carrera por desarrollar una vacuna efectiva contra el coronavirus, Biden devolverá el protagonismo a los expertos y a la comunidad científica, dejando claro que no se escatimará en gastos ni se tomará riesgos innecesarios con tal de acelerar dicha vacuna con fines políticos.

“Inmediatamente verá un cambio de tono, un cambio en la comunicación”, resumió en una reciente entrevista con una publicación especializada el Dr. Ezekiel Emanuel, un experto en políticas de salud y bioética que asesora a Biden. "La gente puede poner los ojos en blanco ante eso, pero esta es la materia del liderazgo real: decir la verdad, modelar los comportamientos correctos como usar una máscara, solo tener pequeñas multitudes, poner a los científicos allí".

Volver al tablero internacional

"El contraste entre las políticas de inmigración del presidente Trump y Biden es marcado", escribió Lora Ries de The Heritage Foundation. Y es que el presidente Biden sin duda revertirá muchas de las políticas de inmigración, elemento distintivo de la administración Trump, entre las que se incluyen la represión de los inmigrantes indocumentados, la limitación de la entrada a solicitantes de asilo y refugiados y la anulación del programa DACA, según destaca un grupo de expertos de tendencia conservadora citado por el think tank estadounidense.

"Los europeos se sentirán muy aliviados", dijo a la CNBC News Hans Kundnani, investigador principal del grupo de expertos Chatham House, con sede en el Reino Unido, quien añadió que "Biden será más diplomático con los aliados en todos los ámbitos, pero particularmente con los europeos".

En América, las reacciones de aliados tradicionales de Estados Unidos que como Canadá o México han visto esa relación dañada en los últimos cuatro años, las reacciones no se han hecho esperar. Apenas media hora antes de conocerse el resultado del voto popular, el presidente de Canadá felicitaba a su futuro homólogo estadounidense: "Nuestros dos países son amigos cercanos, socios y aliados. Compartimos una relación que es única en el escenario mundial", escribió Justin Trudeau.

La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, recurrió a Twitter para felicitar a Joe Biden y Kamala Harris con un "¡Bienvenido de nuevo América!". Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores alemán, Heiko Maas, tuiteó que "esperamos trabajar con el próximo gobierno de Estados Unidos. Queremos invertir en nuestra cooperación para un nuevo comienzo transatlántico, un nuevo acuerdo." Cabe recordar que las relaciones entre el gobierno estadounidense y el alemán no pasan por su mejor momento, en gran parte debido a la manifiesta animadversión de Trump hacia la OTAN y los acuerdos que ésta promulga en materia de seguridad y defensa internacional.

Control de armas

Desde el Día de la Inauguración que marca el inicio de la nueva legislatura, quedarán poco más de dos semanas antes de la expiración del tratado New Start, el único acuerdo de control de armas que sobrevivió a la era Trump. Si Moscú está dispuesto (y el presidente ruso, Vladimir Putin, ha sugerido que sí), el tratado puede extenderse por un período de hasta cinco años mediante un intercambio de notas diplomáticas.

Joe Biden con soldados en un vehículo dirección Irak en 2007. Reuters

Varios miembros del partido demócrata han adelantado que Biden actuará de inmediato para restaurar la membresía de Estados Unidos en la Organización Mundial de la Salud (OMS) y reanudar las contribuciones financieras. Otras promesas electorales que está por ver cuándo y cómo se materializan, son las de acabar con las prohibiciones impuestas a los viajeros de países musulmanes o el retorno al acuerdo nuclear de 2015 con Irán, el Programa de Acción Integral Conjunto (JCPOA).

El cambio climático

Biden reforzó su postura sobre la importancia de la lucha contra el cambio climático en las últimas jornadas de campaña electoral, declarando que el cambio climático es el "problema número uno que enfrenta la humanidad" y prometiendo una transición nacional de los combustibles fósiles a la energía renovable que podría crear millones de nuevos empleos.

"Es el problema número uno que enfrenta la humanidad. Y es el problema número uno para mí", dijo Biden sobre el cambio climático durante un episodio de Pod Save America publicado a finales de octubre. “El cambio climático es la amenaza existencial para la humanidad”, dijo el exvicepresidente. “Si no se controla, en realidad horneará este planeta. Esto no es una hipérbole. Es real. Y tenemos una obligación moral".

La administración Trump abandonó oficialmente el acuerdo el 4 de noviembre, convirtiéndose en el primer país en retirarse de un pacto internacional sobre el cambio climático. Biden respondió que pondría remedio a ese movimiento el día que asuma el cargo. "Hoy, la Administración Trump abandonó oficialmente el Acuerdo Climático de París", tuiteó Biden. "Y en exactamente 77 días, una administración de Biden se unirá a ella", aseguró Biden tres días antes de ser confirmado como el próximo presidente de Estados Unidos.

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